Las plumas de Montblanc se recuperan de la crisis
La prestigiosa empresa Montblanc, de estilográficas y otros artículos de lujo, consiguió el año pasado frenar en seco la caída de sus ventas y experimentó el primer crecimiento en siete años. Así, Montblanc Iberia registró una cifra de negocio de 21,6 millones de euros, es decir, un 6% por encima de los 20,3 millones del ejercicio anterior.
Los resultados también reflejaron una notable mejoría. El flujo de caja entró en números negros, con un total de 432.000 euros positivos. Las cuentas se cerraron con una pérdida final algo superior a los 400.000 euros, que supone un fuerte recorte en comparación con los 1,8 millones de 2014. El 47% de las ventas corresponde a plumas, el 20% a artículos de cuero, el 18% a relojes y el resto a joyas y accesorios.
Montblanc Iberia abarca las actividades comerciales de la casa en España y Portugal. Vende sus artículos por medio de una decena de tiendas propias, amén de corners en los centros de El Corte Inglés.
Concentración de filiales en Madrid
La empresa es filial del grupo suizo Richemont. Éste abrió su filial hispana en 1993, cuando constituyó Montblanc Iberia en Barcelona. La sede se mantuvo en la capital catalana hasta finales de 2014. En ese momento, el cuartel general de la compañía en la Confederación Helvética ordenó el traslado del domicilio social al paseo de la Castellana de Madrid. El movimiento afectó a un total de 70 personas, a las que se ofreció reubicar en Madrid o su salida de la empresa.
Esto último fue lo que decidió el director general Hubert Wiese, quien fue sustituido por Francesc Carmona, que venía ejerciendo de director comercial. El presidente de Montblanc Iberia es el suizo Cédric Bossert, quien a la vez es jefe de la asesoría jurídica de la multinacional.
El establecimiento de la sede central en Madrid obedece a los deseos de la compañía suiza de concentrar en la misma ciudad todas las subsidiarias que tiene en España, entre ellas Vacheron Constantin, Cartier y Piaget.