Joaquín Folch-Rusiñol (i), de Titan y Josep Oliu (d), de Banc Sabadell / FOTOMONTAJE DE CG

Joaquín Folch-Rusiñol (i), de Titan y Josep Oliu (d), de Banc Sabadell / FOTOMONTAJE DE CG

Business

La caída bursátil del Sabadell provoca fuertes pérdidas al dueño de Titán

El desplome del banco en el parqué convierte en humo una importante adquisición de acciones de la entidad financiera una década después

22 septiembre, 2016 00:00

La compañía de cartera Fábricas Folch, cabecera de los negocios del empresario Joaquín Folch-Rusiñol Corachán, declaró el pasado ejercicio unos números rojos consolidados antes de impuestos de 90,5 millones. Se trata del descalabro de mayor bulto que contabiliza la sociedad en sus 95 años de historia. El año anterior, el saldo negativo había sido de 1,5 millones.

Fábricas Folch embalsa las participaciones de Folch-Rusiñol en 23 compañías, la mayor parte de ellas comercializadoras de pinturas. La más destacada es la fabricante Industrias Titán, que facturó 103 millones y obtuvo un beneficio de 1,6 millones. Este último provino sobre todo de los dividendos recibidos de Banco Santander, del que posee un lote de acciones valorado en libros en 25,8 millones.

Inversión convertida en humo

El quebranto de Fábricas Folch se debe a su participación del 25% en la sociedad Famol, constituida en 2006 por Joaquín Folch-Rusiñol, José Manuel Lara (Planeta) e Isak Andic (Mango), para comprar gruesos paquetes de acciones de Banco Sabadell. Famol adquirió los títulos a algo más de seis euros, con un desembolso de casi 500 millones.

Ayer, el Sabadell cotizaba a 1,174 euros. Diez años después de aquella magna operación, el 80% de la inversión se ha convertido en humo. Según las cuentas de Famol, a finales de 2015 se anotaba 308 millones en activos, mientras que los pasivos ascendían a 384 millones. Estos últimos se corresponden con los préstamos recibidos por Famol para comprar las acciones del Sabadell. Doce meses atrás, el activo de Famol se cifraba en 503 millones y las deudas, en 365 millones.

Efecto cascada

En el balance de 2015, Fábricas Folch ha tenido que provisionar totalmente su parte de Famol, con un boquete de 18,8 millones. Además, ha adoptado idéntica resolución sobre los préstamos entregados a Famol, por importe de 59 millones, de los que 50,5 se han deteriorado.

Los devastadores efectos de Famol también reflejan en las cuentas de Fábricas Folch con una drástica caída de los fondos propios, que pasan de 137 a 58 millones. Asimismo, Fábricas Folch ha solicitado a los bancos la prórroga del vencimiento de un crédito sindicado de 46 millones concedido en 2012 para refinanciar las deudas anteriores.

Fábricas Folch tiene de principal accionista a Joaquín Folch-Rusiñol, con el 83%; su esposa Virginia Faixat Botey, 2,6%; y sus hijos Joaquín y Alberto Folch-Rusiñol Faixat, el 7,2% cada uno.