Cristóbal Montoro, Mariano Rajoy, Antoni Martí y Jordi Cinca en enero pasado en Andorra.

Cristóbal Montoro, Mariano Rajoy, Antoni Martí y Jordi Cinca en enero pasado en Andorra.

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Andorra lo pone más fácil

Un convenio bilateral permitirá en breve que empresas y ejecutivos españoles se instalen en el Principado y disfruten de grandes ventajas fiscales

5 diciembre, 2015 22:32

Las residencias ficticias en Andorra, las de aquellos artistas o deportistas que abrían los grifos y las luces de sus viviendas en el Principado para justificar por la vía chusquera una falsa vecindad, se han acabado. Ahora viene la verdadera residencia, la de empresas y ejecutivos que puedan vivir efectivamente en el país de los Pirineos y pagar menos impuestos que en Luxemburgo o Irlanda.

Y muchísimos menos que en España, y aún menos que en Barcelona, a sólo dos horas en coche.

La comparación

Un impuesto de sociedades que oscila entre el 2% y el 10% (30% en España); uno de la renta que tiene el 10% de marginal máximo, con los primeros 24.000 euros exentos (49% en Cataluña); 0% para los dividendos (23% en España), como en patrimonio (2,5%). No es un paraíso fiscal, es un país minúsculo que viaja desde un modelo de Estado medieval hasta el siglo XXI y que quiere saber poco de tributaciones.

Las nuevas condiciones a las que podrán acogerse un gran número de empresas, una buena parte de las cuales ya están haciendo las maletas, se incluyen en el convenio firmado entre Andorra y España en el que Madrid ha trabajado con interés.

Primera visita de Estado

Mariano Rajoy, el primer jefe de Gobierno de la historia española que viajó oficialmente a Andorra, se ha visto cuatro veces con su homólogo, Antoni Martí, en apenas un año. A los andorranos les interesaba salir de la lista de paraísos fiscales de la OCDE, lo que les ha llevado a firmar acuerdos bilaterales con una amplia relación de países. Y a España acabar con ciertas situaciones, como la que evidencia el escándalo de Jordi Pujol y su familia, y dar más coherencia a su lista de paraísos fiscales, que incluía países como Panamá, pero no Madeira, por ejemplo.

Los andorranos han construido un ordenamiento fiscal semejante al de Holanda, Luxemburgo e Irlanda. Quieren ser una buena plataforma de aterrizaje de empresas de cualquier país del entorno, especialmente de España.

Convenio de 2011

A cambio, se han comprometido a facilitar información “previsiblemente relevante” sobre fortunas españolas. El convenio firmado en 2011 preveía la colaboración en “procedimientos penales y tributarios abiertos” en España, pero el canal no acaba de ser demasiado fluido.

Al menos, es lo que consideran algunos jueces, como la titular del juzgado 31 de Barcelona que ha pasado el caso Pujol a la Audiencia Nacional, entre otras cosas, porque la escasa colaboración de Andorra le había llevado a un “callejón sin salida”. El nuevo convenio bilateral prevé que en 2018 el intercambio de información sea “automático”.

Cartas diplomáticas

El tratado, que se centra en la eliminación de la doble imposición, ya ha sido firmado por los dos gobiernos y sancionado por los legislativos de ambos países. Su entrada en vigor sólo está pendiente del intercambio diplomático de documentación que lo hará efectivo en el primer semestre de 2016.

El acuerdo es muy favorable para las empresas que se instalen en Andorra, “pero no será un coladero”, dice el experto fiscalista Josep Maria Cusí. “Las compañías tendrán que tener allí un domicilio efectivo, un establecimiento permanente desde el que se hagan los negocios y se genere valor añadido”, señala.

Sede y negocio

A partir del momento en que el convenio se publique en el BOE, muchas empresas podrían fijar su sede principal allí porque, según la definición de paraíso fiscal que hace la OCDE, el negocio de esas empresas puede producirse en otros estados, siempre y cuando en esos otros territorios sólo tengan instalaciones dedicadas a “labores auxiliares o preparatorias” de su negocio troncal.

Es un ordenamiento idóneo para actividades relacionadas con las nuevas tecnologías, centrales de ventas, trading internacional, inversión y gestión de intangibles como los derechos de autor, licencias o franquicias.

Ejemplos clásicos

Amazon, dice Cusí, es un caso de libro. Su objetivo es vender, no almacenar, lo que le permite establecerse, por ejemplo, en Andorra, aunque tenga sus almacenes en cualquier parque logístico de Madrid o Barcelona.

En el caso de los empresarios que quieran beneficiarse de la favorable fiscalidad andorrana, también deberán tener la residencia efectiva allí. “Si un señor dice que trabaja en Andorra, pero tiene una casa en Barcelona y otra en la Costa Brava, ambas con actividad, difícilmente podrá decirle a Hacienda que él tributa en Andorra”, explica el abogado. No obstante, y pese a los requisitos que establece el acuerdo bilateral el Principado pasa a ofrecer mejores condiciones que Irlanda, donde residen dos gigantes españoles: Zara y Grifols.