Josep Maria Raya, director de la Càtedra APCE-UPF; Xavier Vilajoana, presidente de APCE Cataluña; y los economistas Miquel Morell y Agustí Jover
Cataluña arrastra un déficit crónico de vivienda que amenaza la cohesión social
Un estudio de la Cátedra APCE-UPF Vivienda y Futuro señala que el desajuste anual se sitúa en torno a las 10.000 viviendas por debajo de las necesidades de creación de nuevos hogares
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La producción de vivienda en Cataluña ha caído a mínimos históricos. Pese a ser una de las comunidades con mayor crecimiento demográfico, es hoy la que menos viviendas construye de todo el Estado.
La falta de vivienda nueva está agravando un déficit crónico de oferta que pone en riesgo la cohesión y la sostenibilidad social del territorio catalán.
Desconexión estructural
Esta es una de las principales conclusiones del octavo policy brief de la Cátedra APCE-UPF Vivienda y Futuro, titulado Desafíos del urbanismo sostenible, presentado este miércoles en el Campus de la Ciutadella de la UPF.
El estudio, elaborado por los economistas Agustí Jover, Miquel Morell y Marc Gras y presentado también por Josep Maria Raya, director de la Càtedra APCE-UPF y Xavier Vilajoana, presidente de APCE Cataluña, alerta de una desconexión estructural entre las necesidades reales de la población y la actividad constructora, una brecha que se arrastra desde 2013.
Caída libre de la producción
Los datos históricos del informe reflejan un desplome del ritmo de construcción. El promedio anual de nuevas viviendas ha pasado de 42.334 unidades entre 1991 y 2000 a solo 9.094 entre 2013 y 2024.
Esta parálisis coincide con un crecimiento constante de la población, lo que genera una presión cada vez mayor sobre el mercado. Según los autores, el desajuste anual se sitúa en torno a las 10.000 viviendas por debajo de las necesidades de creación de nuevos hogares.
La situación es especialmente grave en el ámbito de la vivienda protegida. Desde 2013, la producción de vivienda de protección oficial ha caído de forma drástica, pese a que el planeamiento urbanístico ha incrementado formalmente las reservas de suelo destinadas a este fin.
El colapso del modelo metropolitano
El Ámbito Metropolitano de Barcelona concentra el principal foco de tensión. Allí se genera el 63% de los nuevos hogares de Cataluña, mientras la oferta de vivienda permanece estancada.
En estas zonas de alta demanda, el parque de vivienda vacía no actúa como válvula de escape, ya que la ocupación es prácticamente total. El informe subraya que solo la nueva construcción puede equilibrar el mercado a corto y medio plazo.
Sin embargo, el modelo actual de urbanismo sostenible, basado en la regeneración urbana, se enfrenta a importantes obstáculos. Los costes de transformación son hasta 1,83 veces superiores a los del crecimiento en extensión, a lo que se suman la fragmentación de la propiedad y la ausencia de un liderazgo público fuerte que facilite la ejecución de los proyectos.
Falta de recursos y compromiso público
El estudio también pone el foco en la escasa inversión pública destinada a la transformación urbana. Entre 2014 y 2024, los programas de barrios y núcleos antiguos apenas han representado el 0,07% del presupuesto de la Generalitat.
Esta debilidad financiera obliga a que la mayoría de las operaciones dependan de la iniciativa privada y se desarrollen bajo estrictas condiciones de mercado, sin ayudas suficientes para garantizar la viabilidad de vivienda asequible.