Son días de tensión y actividad frenética en el sector del porcino. En toda España pero, particularmente, en Cataluña, donde hace algo más de una semana se detectaron los primeros casos de peste porcina africana de los últimos 31 años.
Un escenario que genera incertidumbre acerca del presente pero, sobre todo, del futuro. La industria ha actuado con rapidez y se ha puesto manos a la obra para tratar de reducir al máximo el impacto de una crisis que presenta numerosas incógnitas: cuánto durará, cuáles son sus dimensiones y en qué momento podrá darse por concluida.
En este punto, la Asociación Catalana de Productores de Porcino (Porcat) es una voz más que autorizada para analizar la situación y tratar de arrojar luz sobre el futuro incierto. Constituida en 1998, representa y promueve los intereses de sus miembros, más de 60 empresas dedicadas al ganado porcino, que en conjunto representan en torno al 55% de la producción.
Ricard Parés, director de Porcat y amplio conocedor de la industria y del entorno del cerdo por su condición de veterinario de carrera, atiende a Crónica Global para analizar la situación y sus posibles consecuencias.
- Pregunta: ¿Qué balance se puede hacer de la crisis en estos momentos, cuando ha transcurrido algo más de una semana desde el anuncio de los primeros casos?
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Respuesta: Debemos dividir el análisis entre el enfoque epidemiológico y el de mercado. Respecto al primero, tenemos ya 13 casos positivos y es probable que aparezcan más en los próximos días. Sin embargo, el virus está muy localizado en la zona inicial y ésta es una muy buena noticia. En el perímetro de 20 kilómetros establecido para delimitar el alcance existen 39 granjas y en ninguna de ellas se ha dado un positivo. Es decir, no se ha dado una explosión de la peste. Podemos decir claramente que, al menos por ahora, vamos nosotros por delante del virus.
En cuanto al mercado, el escenario no es tan optimista. Los precios se han desplomado como nunca en Mercolleida y, a fecha de hoy, el ganadero pierde dinero. Este año se va a cerrar bien, en positivo, porque venimos de precios elevados. Pero la perspectiva de 2026 no es buena. Y, en este punto, tenemos que hacer todo lo posible por mantener las exportaciones.
- P: ¿Cuál es la situación en este punto para los mataderos catalanes?
- R: Incluso los que se encuentran en la provincia de Barcelona pueden seguir exportando a los miembros de la Unión Europea, lo que nos asegura unos dos tercios de las ventas. El resto va a mercados exteriores. Es muy importante el caso de China, que aceptó regionalizar la restricción en un caso de peste como el actual y sólo ha vetado la entrada desde mataderos de Barcelona. Pero hay otros mercados también muy relevantes, como Reino Unido, México, Japón, etcétera, que han cerrado las puertas por completo.
Ricard Parés, director de Porcat / GALA ESPÍN
- P: ¿Mantendrán esa política o podrá suavizarse?
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R: En estos casos, lo que hacen es mirarse entre ellos; en función de las primeras decisiones que se tomen o los cambios que pueda haber, así actuará el resto. Por eso es relevante la actitud de un actor tan relevante como China. Si ellos han regionalizado la restricción, el resto podría acabar haciendo lo mismo. Esto es lo que ahora se está negociando desde el Gobierno central, que es el que tiene las competencias. La posición de la industria es dejar que trabajen, dar un voto de confianza y mantener la calma.
- P: ¿Cuál ha sido el impacto económico en la industria hasta ahora y qué se espera para el corto plazo?
- R: Es algo pronto para valorarlo. Lo que está claro es que ahora estamos por debajo de los costes de producción. De media, el ganadero de la zona está perdiendo unos 30 euros por cerdo, y esas son cifras importantes. Lo que nos preocupa es 2026, porque será un año de pérdidas, y lo único que podemos hacer es procurar amortiguar el golpe. Esperamos que los precios no bajen mucho más. Para el empleo, no supone una buena noticia la suspensión de temporales que hemos visto en las noticias. No obstante, la actividad de exportación raramente es homogénea, tiene sus épocas y sus tiempos. Siempre funciona así.
- P: ¿Cuáles son las principales inquietudes de las empresas?
- R: Quieren saber cómo evoluciona el virus y también la situación de mercado. Ahora, lo importante es dar salida a los cerdos de la provincia de Barcelona. Es cierto que los precios son muy bajos, pero es mejor vender, aunque sea más barato, que no vender. Mantener las exportaciones y los mercados que están abiertos es fundamental para salir antes de la crisis. Estamos en mitad de una ola muy grande y hay que surfearla como podamos.
- P: En este punto, ¿qué importancia tienen las negociaciones bilaterales con los países que mantienen restricciones totales al porcino español?
- R: Tienen un papel clave en esta crisis. Por eso, todos estamos de acuerdo en que lo más importante ahora es dejar trabajar al Gobierno, a los técnicos, que son los que saben. No debemos olvidar la experiencia con China. Y debemos ser capaces de trasladar que si España exporta esta carne a más de un centenar de países es porque el producto es bueno y las cosas se están haciendo bien. Lo que nos hemos encontrado ahora es un problema ajeno por completo a la industria.
El fin de la crisis
Ricard Parés, director de Porcat / GALA ESPÍN
- P: ¿Qué ha hecho bien la industria en esta crisis y qué debería mejorar?
- R: Todo lo relativo a la bioseguridad ha funcionado, en esta materia hemos llegado con los deberes y las inversiones hechas. Lo que tenemos que hacer es extremar las medidas con los trabajadores de las explotaciones y, en general, con cualquier persona que acceda a ellas. Los protocolos son muy estrictos y todos los conocemos. En estos momentos tenemos que hacer todavía mejor aquello que ya sabemos y hacemos muy bien. No cabe relajación de ningún tipo.
- P: ¿Qué le parecen las ayudas anunciadas por la Generalitat? ¿Serán suficientes?
- R: La Administración ha dado los primeros pasos con el paquete de ayudas de 10 millones de euros, por un lado; y la línea de crédito del Instituto Catalán de Finanzas (ICF) por hasta 50 millones de euros, por otro. Lo importante es ver cómo se distribuyen estos apoyos. Lo primordial ahora es que las ayudas vayan destinadas a los ganaderos para que puedan llevar los cerdos al matadero. Después, todo dependerá de cómo evolucione el mercado y los precios.
- P: ¿Cuándo se podrá dar por cerrada esta crisis?
- R: Aquí la normativa es clara. Para que todo vuelva a la normalidad tenemos que acumular 12 meses sin detectar un solo caso positivo. En cuanto haya uno nuevo, el reloj vuelve a ponerse a cero y a empezar a contar, con independencia de si el caso se halla en una explotación ganadera o en el entorno salvaje, como hasta ahora. Es decir que, como pronto, hasta diciembre de 2026 no podremos decir que todo ha terminado. Tendremos que afrontar un año negativo.
