La aparición de nuevos casos de peste porcina africana en España, tras más de tres décadas desde la última vez, redobla la presión sobre la industria, especialmente en Cataluña, donde ha aparecido el brote. El nuevo escenario abierto tras el cierre total de unos 40 mercados de exportación, y parcial de otros tan relevantes como China, ha obligado a un ajuste de precios que acabará con unos márgenes ya de por sí exiguos en los últimos años.
De este modo, la potente industria catalana del porcino se prepara para producir a pérdidas con el fin de ser lo más competitiva posible a la hora de encontrar mercados en los que colocar los productos que ahora no puede vender en los países que han cerrado las puertas a este tipo de carne.
Este lunes, Mercolleida revisó a la baja las cotizaciones establecidas la pasada semana, cuando aún no se habían detectado los dos primeros casos de jabalíes infectados de peste porcina africana en el bosque de Collserola. Como resultado de la reunión extraordinaria de las juntas de precios, el kilo vivo para el cerdo cebado se fijó en 1,2 euros, un 7,7% menos.
Una proporción que ya deja sin margen a los productores, pero que no se quedará ahí. Para este jueves, Mercolleida fijará nuevos precios y la industria ya descuenta que incluirán más rebajas.
Gripe porcina Collserola
"Con las referencias de entre 1,4 y 1,3 euros por kilo ya apenas teníamos márgenes, al menos manteníamos un equilibrio. Pero por debajo de este umbral estamos abocados a perder dinero", señalan fuentes del sector.
Aunque nunca es un buen momento para una crisis, la de la peste porcina africana ha llegado en un instante particularmente inoportuno. La proliferación de acuerdos comerciales internacionales y las correspondientes medidas proteccionistas en forma de aranceles habían provocado una sensible desaceleración del porcino en los últimos años.
Más oferta, menores precios
Sin apenas margen para la defensa, el sector afronta ahora una situación en la que en torno a cuatro decenas de mercados han cerrado sus puertas a causa del brote de peste porcina. Ello trae como consecuencia un incremento de la oferta para el resto de países, con una demanda habitualmente muy estable.
Y como resultado, una presión sobre los precios que no se da exclusivamente en España, dado que hasta 13 miembros más de la Unión Europea cuentan con el problema de la peste porcina africana.
El hecho de que China haya accedido a regionalizar el bloqueo y limitarlo a los productos provenientes de la provincia de Barcelona, donde se ha detectado el foco, ha sido todo un alivio para la industria. Aunque no por ello deja de ser un mazazo, dado el peso de este territorio en la producción de porcino de toda España (en torno al 15%).
"Hasta China llegan productos específicos, principalmente despojos, dadas las diferencias culturales que se dan en el terreno de los hábitos alimentarios. Ahora hay que buscar otros destinos para parte de este género. Y debemos ser altamente competitivos para imponernos a otros productores del entorno como Alemania".
Por delante de Alemania
Precisamente, la revisión a la baja de los precios acordada en Mercolleida los sitúa ya por debajo de los germanos, en la actualidad en el entorno de 1,25 euros por kilo, de acuerdo con las cifras facilitadas por la industria. La nueva revisión prevista en la lonja ilerdense para este jueves será la respuesta al ajuste que se espera en el mercado alemán a lo largo de este miércoles.
"Debemos intentar ir siempre un paso por delante, al menos hasta que lleguemos a un punto de inflexión y podamos regresar a la situación anterior a la crisis".
El pasado viernes, el día en que se hicieron públicos los primeros hallazgos de jabalíes contagiados, el director general de Mercolleida, Miquel Àngel Bergés, ya anticipó que esta circunstancia derivaría en una mayor presión en los mercados europeos.
El ministro de Agricultura, Luis Planas / EP
"Al final, se trata de que aquellos destinos que sí están abiertos sepan que aquí estamos, que tenemos un buen producto y a precios óptimos. A medio plazo, el ajuste tendrá que hacerlo el segmento ganadero".
Pero este momento no se espera, al menos hasta medio plazo. Mientras tanto, la industria cruza los dedos para que la situación quede controlada y no se incremente la cifra de nueve jabalíes infectados que este martes ha actualizado el Gobierno central. Y, por supuesto, que no empiecen a registrarse casos en las explotaciones ganaderas, algo que se considera altamente improbable, gracias a los estrictos protocolos.
No obstante, la situación comienza a presionar de forma notable a los productores, que ven con preocupación la posibilidad de que este escenario con márgenes negativos se prolongue en el tiempo.
Pendientes de Japón
"Pierdo 40 euros por cada cerdo", apunta uno de los afectados por la crisis, que apunta a lo insostenible de la situación. Grandes productores conviven con otros muchos de reducido tamaño y, por ende, con una menor resiliencia.
En este punto, la industria también apela a la labor diplomática del Estado para suavizar las restricciones en algunos mercados, con especial incidencia en el japonés. "Cada vez importan más carne de porcino y la pagan muy bien. No tiene tanto peso como China pero, a diferencia de este país, no ha regionalizado el veto a la entrada de esta carne mientras dure la crisis. Sería fundamental convencerles de que lo hicieran".
