Liliana Godia vuelve a llevar a Madrid su hólding siete años después del regreso a Cataluña

En su día, BCN Godia se contó entre las miles de sociedades que decidieron trasladar su sede social fuera de Cataluña a finales de 2017, como consecuencia de la incertidumbre que generó la deriva del procés. 

Liliana Godia decide trasladar a Getafe la sede social de BCN Godia

Sin embargo, el exilio del hólding fue de los más efímeros. Su regreso tuvo lugar apenas un año después de la marcha. Incluso, cuando los ecos de acontecimientos como el referéndum ilegal del 1 de octubre, la declaración unilateral de independencia de ocho segundos y la intervención de la Generalitat en aplicación del artículo 155 de la Constitución aun no se habían terminado de apagar. 

La mercantil se instaló de nuevo, junto a G3T, la otra gran empresa patrimonial de la familia, en la Torre Godó, uno de los grandes inmuebles que flanquean la avenida Diagonal barcelonesa. Un enclave privilegiado en la Ciudad Condal que ahora ha vuelto a abandonar. 

La Torre Godó, sede del grupo editor del mismo nombre y ubicación histórica de las grandes mercantiles de la familia Godia / EP

Y además, a diferencia de aquella primera marcha, el nuevo traslado de BCN Godia a la Comunidad de Madrid tiene menos visos de provisionalidad. A finales de 2017, el hólding se estableció en un complejo de oficinas en el extrarradio de la capital, concretamente en el término municipal de Getafe.

Todo lo contrario de lo que ha ocurrido en esta segunda mudanza. La nueva sede de BCN Godia se encuentra en pleno barrio de Salamanca, una de las zonas más caras y de rentas más elevadas de la capital de España; concretamente, en un señorial edificio situado a escasos metros de la plaza que da nombre al exclusivo enclave y también a la denominada 'milla de oro', en la que se concentra buena parte de la banca de inversión establecida en Madrid. 

A contracorriente

Además de por el citado primer traslado que se prolongó por apenas doce meses, la mudanza también llama la atención por producirse en un contexto en el que decenas de sociedades que dejaron Cataluña por la deriva soberanista han emprendido el camino de vuelta. 

Y entre ellas se encuentran algunas de las grandes corporaciones e instituciones ligadas históricamente a Cataluña. Durante los primeros meses del año se registraron los retornos del Banco Sabadell, desde la sede que ocupó en Alicante a partir de 2017; y de la Fundación Bancaria La Caixa y Criteria Caixa (encargada de la gestión de su patrimonio), que se había trasladado a Palma de Mallorca. 

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Previamente, la industrial Molins había iniciado la ‘operación retorno’ en el ámbito de la gran empresa, ya a finales de 2024. Meses antes, había arrancado la andadura de la Generalitat presidida por Salvador Illa, el primer Govern no nacionalista en más de una década. 

De este modo, a contracorriente actúa la que pasa por ser una de las grandes fortunas de Cataluña y de toda España. Junto a su hermana Carmen, la otra gran heredera del empresario Francisco Godia, atesoran un patrimonio valorado en unos 850 millones de euros.

Edificios y activos logísticos

En concreto, los activos que aglutina BCN Godia suman en torno a 300 millones y se concentran en el sector inmobiliario, una vez que la familia decidió hacer caja en Abertis. En 2018 vendió el 5% que poseía de la concesionaria, en el marco de la OPA conjunta lanzada por el grupo ACS y la italiana entonces denominada Atlantia (en la actualidad, Mundys). 

El hólding cuenta con cinco edificios en Barcelona y otro más en la vecina L'Hospitalet, además de otros activos relacionados con el segmento de logística.

Punto de inflexión

A comienzos del presente ejercicio, el nombre de la empresaria saltó a la primera línea de la actualidad, aunque por motivos diferentes a los económicos. Fue entonces cuando trascendió que Liliana Godia se encontraba en trámites de separación conyugal de Manuel Torreblanca.

Además de su pareja durante 20 años, Torreblanca también formó parte del equipo de gestión de los negocios de Godia. De hecho, compartió con su esposa el cargo de consejero delegado de BCN Godia cuando el gobierno de la mercantil se estructuraba a través de un consejo de administración. 

Manel Torreblanca y Liliana Godia

A finales de 2013, Liliana Godia asumió el mando de la operaciones como administradora única; sin embargo, Torreblanca siguió ligado al hólding en calidad de apoderado. 

Una responsabilidad que no abandonó mientras que el matrimonio fue investigado por un fraude fiscal, que pasó de presunto a ser confirmado por una sentencia que condenó a Torreblanca a dos años de prisión, aunque la ausencia de antecedentes le liberó de la cárcel.

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No fue hasta mediados de 2024 cuando se desligó definitivamente de BCN Godia. Un momento en el que, según trascendió posteriormente, el matrimonio atravesaba ya una situación muy complicada, incluso con la interrupción de la convivencia. 

Junto a Liliana Godia permanece en la sociedad como gestor Francesc Xavier Amat, primo de la empresaria, que también fue condenado en su día a un año de prisión. 

Profundos cambios que, junto a los atractivos que ofrece la Comunidad de Madrid desde el punto de vista de la fiscalidad para atraer empresas, rodean el peculiar 'regreso al futuro' de BCN Godia.