Monbus pierde su músculo financiero y queda a merced de Alsa

Según avanzan fuentes del sector, Mobico --la matriz británica de Alsa-- ya tendría en la mira su aterrizaje en Monbus, justo cuando esta última registra mayores beneficios y un aumento de pasajeros en sus concesiones, incluyendo las de Cataluña. 

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Se busca comprador 

Este martes se desveló que Abanca busca vender su participación del 34% en Monbus, con el objetivo de centrarse en su actividad bancaria y reducir su exposición a negocios fuera de su núcleo principal.

La mayor parte del capital (66%) sigue bajo control de los fundadores, a través de una sociedad familiar dirigida por Raúl López, presidente de Monbus.

Bajo su liderazgo, la compañía gallega se ha consolidado como uno de los operadores de autobuses más importantes de España, con una flota que supera los 1.500 vehículos. 

Venta cerrada 

Y es que la venta de las acciones del banco presidido por Juan Carlos Escotet no se plantea como una subasta abierta.

La entidad, según avanzaron el portal Infralogic y El Economista, ha optado por invitar a un grupo reducido de potenciales interesados; entre ellos, inversores, empresas industriales y fondos especializados en infraestructuras. 

Deloitte ha sido contratado para asesorar al banco en todo el proceso, que se espera que culmine en apenas un mes con la presentación de ofertas vinculantes. Esta participación, que Abanca heredó de las antiguas cajas de ahorros, vuelve a despertar interés por el crecimiento de Monbus.

Vehículo de Monbus

Este medio consultó a ambas compañías sobre la posible compra de Monbus por parte de Alsa, pero hasta la publicación de esta edición no se habían recibido detalles al respecto.

Varios intentos 

De todas formas, no se trata de un intento reciente. En 2013, NCG Banco --el antecedente de Abanca antes de la operación con el grupo venezolano Banesco-- negoció con un fondo de capital riesgo vinculado al Banco Santander. Aquel acuerdo nunca llegó a concretarse.

Tres años después, la venta volvió a abrirse al debate, con Alsa, Arriva y Avanza como posibles interesados, aunque entonces tampoco se concretó nada. Ahora, el accionista retoma la operación, aprovechando un contexto favorable para Monbus, que mueve más de 37 millones de pasajeros al año.

Buenos resultados

En cuanto a sus cuentas, entre enero y septiembre, Monbus registró un aumento del 74,6% en su beneficio neto, que se situó en 2,52 millones de euros, según los datos remitidos por Abanca a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

La cifra supone un avance notable respecto a los 1,45 millones obtenidos en el mismo periodo del año anterior.

Crecimiento en Cataluña 

El crecimiento de Monbus no solo se refleja en cifras, sino también en su capacidad operativa. En Cataluña, por ejemplo, la empresa renovó en junio pasado el contrato del corredor Barcelona-Manresa por 12,1 millones.

Monbus se impuso a grandes rivales del sector --como Alsa y Sagalés-- asegurando un contrato que contempla una subida del 46% en la frecuencia de viajes y la incorporación de servicios durante los fines de semana.

Lanzadera al aeropuerto de Barcelona

Solo dos meses después, la compañía gallega sumó otra concesión. Aena le concedió la operación de la lanzadera del Aeropuerto de Barcelona.

Además, Monbus mantiene una sólida red de concesiones en Cataluña. Sus autobuses conectan Barcelona con localidades como Vilafranca, Manresa, Igualada, Valls y Reus, y ofrecen servicios urbanos en municipios más pequeños del Baix Llobregat Nord, como Esparreguera y Abrera.

Monbus y Alsa 

De origen asturiano, Alsa se ha consolidado como uno de los principales operadores de autobuses del país y, desde 2005, pertenece al grupo británico Mobico (antes National Express).

La relación de Alsa con Monbus ha ido mucho más allá de la competencia. En los últimos años, las dos compañías han unido fuerzas en grandes concursos públicos, algo que llamó la atención de los reguladores por posibles prácticas anticompetitivas.

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En 2020, se presentaron juntas a varios lotes del Plan de Transporte de Galicia. Tras pasar por distintos órganos judiciales, en 2023 el Tribunal Supremo confirmó que aquel acuerdo constituía un cártel, con ambos operadores dividiédose el mercado.

En este escenario, la Comisión Galega de Competencia propuso este año una sanción de 1,7 millones de euros a empresas de los dos grupos.

Mientras tanto, en 2023 Monbus y Alsa formaron otra UTE para presentarse al Nitbus de Barcelona, aunque no lograron adjudicárselo.