David Madí, en una intervención reciente en Catalunya Ràdio

David Madí, en una intervención reciente en Catalunya Ràdio Cedida / CCMA

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Un 'fixer' de David Madí, a juicio por el saqueo millonario de una oenegé

Juan Diego Gallardo, escurridizo empresario catalán refugiado en Andorra, se sentará en el banquillo junto a su socio Fernando Izaguirre por el presunto vaciado de la DYA vasca

Es el hombre que llevó a Ambulancias Egara al despacho de Madí en Barcelona

Más información: Boi Ruiz y Josep Maria Padrosa se desvinculan del 'caso ambulancias'

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Un fixer --conseguidor-- del empresario catalán David Madí, también exsecretario de Comunicación del Govern de CiU, se sentará en el banquillo la próxima semana. Y el asunto no es menor. Juan Diego Gallardo Soria se enfrenta a la acusación de, presuntamente, saquear la oenegé vasca de ayuda en carretera DYA.

Gallardo, hoy refugiado de la prensa en Andorra, es el hombre que llevó a Ambulancias Egara al despacho de David Madí. Nutrió el que a la postre se llamaría caso ambulancias, que investiga si el caso 3% de corrupción infectó el transporte sanitario catalán.

Lo detallan fuentes cercanas al caso, citando las sesiones del martes 4 y miércoles 5 de noviembre en la Audiencia Provincial de Vizcaya. Allí, con el nombre de DPA 159/2025, se juzgará a Gallardo y a Fernando Izagirre, su socio y exdirector de Emergencias del Gobierno vasco. Se les acusa de apropiación indebida y falsedad documental.

Cuatro años

En este procedimiento, Gallardo se enfrenta a la petición fiscal de cuatro años de prisión por vaciar la oenegé. La pena que pide el ministerio público para Izaguirre --que dimitió de su cargo por el escándalo-- es mayor: siete años, avanzó El Correo.

A ambos se les exige devolver íntegramente los 4,7 millones de euros que perdió la DYA vasca a consecuencia de su mala gestión.

Fernando Izagirre, coacusado de Juan Diego Gallardo la próxima semana en Bilbao

Fernando Izagirre, coacusado de Juan Diego Gallardo la próxima semana en Bilbao Cedida / El Correo

El hombre que llevó Egara a Madí

El juicio en Euskadi es mollar en Cataluña porque Juan Diego Gallardo es un directivo del sector de las emergencias catalanas que estuvo muy activo en la región en la década de los 2000 y los 2010.

Con su socio Izaguirre, se presentaron al primer concurso de transporte sanitario de la Generalitat de Cataluña de 2006, pero no lograron lotes.

Ya después, en 2012, Gallardo reincidió y condujo al equipo de Ambulancias Egara --incluyendoselo a Óscar Simón, socio ejecutivo a día de hoy-- al despacho de Madí en el paseo de Gracia de Barcelona.

¿Compra frustrada o corrupción?

Allí, en la oficina de la milla de oro barcelonesa, no se sabe a ciencia cierta qué pasó. Egara y Madí sostienen que tuvo lugar un mero contacto para comprar la empresa sanitaria que no cuajó. Y que se quedó ahí, que no hubo más reuniones.

Otras voces, incluida la de Carlos Simón, hermano de Óscar y testigo de cargo en el caso ambulancias, insisten en que ese contacto sirvió para planificar la alteración del siguiente concurso de ambulancias de Cataluña, el de 2014, para que Ambulancias Egara se llevara lotes. Para ello, se confiaba en la mano de CiU en el Departamento de Salud.

Desde el inicio de la instrucción judicial, Simón ha corregido su primera testifical a los Mossos d'Esquadra y ha negado corrupción alguna, pero al menos dos audios aportados a la causa han corroborado la versión inculpatoria que el empresario desgranó inicialmente ante la policía.

Una pieza separada del 'caso 3%'

Sea como fuere, el contacto Egara-Madí de 2012, que propició Gallardo, activó una pieza separada del caso 3% que se ha instruido en la Audiencia Nacional. El Juzgado Central de Instrucción número 5, que pilota el togado Santiago Pedraz, examina si hubo maniobras para comprar la empresa sanitaria a cambio de, en efecto, contratos en el concurso de ambulancias catalanas de 2014. Si se prueba, podría suponer una ristra de delitos.

Los implicados, incluido David Madí, lo niegan de plano. Aseguran que no hay mimbres, y que la causa decaerá. Mossos d'Esquadra, que condujo las pesquisas por medio de su Área Central Anticorrupción, así como la Fiscalía Anticorrupción, creen que sí hubo mala praxis. Tratan de sostenerla en la Audiencia Nacional.

La causa sigue en su etapa de análisis, sin que se haya decidido si se emite auto de juicio oral o sobreseimiento o archivo.

El fiscal José Grinda, en Barcelona

El fiscal José Grinda, en Barcelona EFE

Egara cambió de manos

Exista corrupción o no, los contactos que abrió Juan Diego Gallardo en Cataluña sí resultaron en el cambio de manos de Ambulancias Egara. Las acciones de la firma con sede en Terrassa pasaron de la familia Simón al directivo Fermí Ferran, al que se considera próximo a David Madí. Se transmitieron a coste cero.

Ferran, exdirector de Seguridad de Cirsa, incorporó como consejero delegado a Álex García-Cascón, otro ex de Cirsa que sigue a día de hoy.

Por su parte, los herederos de la empresa, los Simón, terminaron relegados de la gestión por los nuevos propietarios, Ferran y García-Cascón. En el último concurso de ambulancias catalán, el de 2024, Ambulancias Egara ha perdido parte del fuelle y ha amarrado solo dos lotes, contra los tres que logró en 2014.

Can Batlló: un 'pufo'

En paralelo, Juan Diego Gallardo no ha cesado en su labor de conseguidor. Desde Andorra, donde mora a día de hoy, ayudó a Ambulancias Egara a desembarcar en el Principado pirenaico en 2020. La catalana trabaja en el micropaís con la marca de Ambulancias Valira. Es el adjudicatario del transporte sanitario no urgente.

Eso sí, no todo lo que ha hecho Gallardo ha llegado a buen puerto. Su partida de Cataluña dejó un pufo empresarial: el del Circuito de Can Padró de Castellbell i el Vilar, en el corazón del Bages. Lo habían gestionado Gallardo e Izaguirre en la década de los 2000 e inicios de 2010. Ambos trataron de construir un gran campo de entrenamiento para cuerpos de seguridad y de emergencias.

La iniciativa terminó mal, y el complejo ha acabado en manos de Eulen.

Inversor en Cafè del Mar

Hay otros fracasos. Gallardo ha continuado tomando posiciones en el tejido económico catalán, y no siempre en el mundo de las emergencias. En 2017 fue uno de los inversores que ayudó a abrir el club Cafè del Mar Port Fòrum de Sant Adrià de Besòs, en la marina que linda con la frontera norte de Barcelona.

El proyecto, que buscaba ser el mayor del mundo, terminó en cierre, impagos masivos e insolvencia punible que se examina en los juzgados a día de hoy.

El promotor de la iniciativa de ocio nocturno, Ignacio Nacho Soler, se fugó también a Andorra, donde se ha arremolinado en torno a un grupo de empresarios catalanes en problemas con los juzgados mercantiles, como Antonio Garcia-Valdecasas y Manel Torras, principal investigado en el caso Shirtum de presunto fraude con criptoactivos.