José Elías Navarro / Wikipedia

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José Elías, empresario catalán, sobre irse a Andorra para pagar menos: “No me voy a ir de Barcelona, seguiré pagando aquí”

El empresario adopta una postura de firme fidelidad fiscal y compromiso social que desafía la tentación de buscar jurisdicciones con menor presión tributaria, como Andorra

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En un entorno donde la deslocalización fiscal de grandes patrimonios y figuras públicas se ha convertido en un tema recurrente de debate social y económico. El éxodo de los youtubers y alguna que otras figuras públicas como influencer o deportistas, entre otros, a Andorra con el objetivo de tener una menor tributación es una de las mayores polémicas.

En este contexto, el empresario catalán José Elías ha adoptado una postura de firme fidelidad fiscal y compromiso social que desafía la tentación de buscar jurisdicciones con menor presión tributaria, como Andorra.

Su decisión, arraigada en la creencia en el valor propio de los impuestos para la construcción de una sociedad cohesionada, se erige como un manifiesto sobre la responsabilidad que, según él, deben asumir los grandes contribuyentes.

La presión para abandonar España en busca de alivio fiscal es una realidad constante. José Elías es consciente de que la frase “Vete a Andorra y paga menos impuestos” es un consejo que escucha "cada dos por tres".

Esta tentación es, además, comprensible ante las deficiencias percibidas en la gestión pública. El empresario catalán subraya que es "normal pensar en irse" cuando se observa un mal uso de los recursos del Estado.

"El dinero se malgasta en proyectos inútiles"

Aún más sí se ve cómo "el dinero se malgasta en proyectos inútiles", que "las listas de espera en sanidad son un drama", y que, en general, "la gestión es un desastre". Ante este panorama de frustración e ineficiencia, la opción de una salida fiscal se presenta como una alternativa seductora: "Es tentador".

Sin embargo, a pesar de reconocer estos fallos administrativos, José Elías insiste en que su compromiso va más allá del cálculo puramente económico. Su rechazo a la mudanza se basa en una profunda creencia en el propósito fundamental que subyace al sistema impositivo: la idea de sociedad.

Para Elías, los impuestos no son simplemente una carga, sino el precio que se paga por vivir en un lugar donde la calidad de vida básica es accesible para todos, independientemente de su fortuna personal.

El empresario articula esta visión social poniendo el foco en dos pilares fundamentales: la sanidad y la educación. De este modo, argumenta que es esencial vivir en un lugar "donde la salud de alguien no dependa de su dinero".

Además, defiende que la sociedad ideal es aquella "donde el hijo de alguien con dinero y el de un obrero tengan acceso a la misma educación". Este tipo de sociedad, con oportunidades igualitarias, es un ideal que "se paga con impuestos".

"Ahora les toca a ellos"

Esta convicción se traduce en un compromiso geográfico específico y personal. De manera rotunda, Elías afirma su intención de no moverse de su lugar de origen en Cataluña, declarando: “No me voy a ir de Badalona. Seguiré pagando aquí”. A través de esta declaración, establece un pacto implícito con la sociedad española: "Mi parte del trato es contribuir con mis impuestos".

No obstante, esta fidelidad no es ciega ni incondicional. Elías establece claramente que el cumplimiento de su parte del pacto social exige una reciprocidad y una responsabilidad por parte de la clase política.

Él cumple con su obligación de contribuir; ahora, la pelota está en el tejado de los gestores públicos. El empresario exige que los políticos —"me da igual el color"— asuman su responsabilidad de manera rigurosa, lo que implica "dejar de tirar nuestro dinero y gestionarlo con cabeza".

Su mensaje es claro: yo cumplo con el deber fiscal que funda la sociedad; ahora, "les toca a ellos" cumplir con el deber de una gestión honesta y eficiente.