La cooperativa catalana Somos Conexión crece como refugio ante los abusos de grandes operadoras

Son muchos los clientes de las grandes operadoras de telefonía de España que se sienten desprotegidos ante las prácticas abusivas. En 2024, las principales quejas de los usuarios se centraron en incumplir planes de precios y la gestión de averías, seguidas de las penalizaciones al darse de baja. Las compañías con más reclamaciones fueron: Vodafone, Yoigo y Jazztel, con hasta 9.638 en total.

Por ello, cada vez son más las personas que buscan alternativas a este tipo de servicio. La cooperativa Somos Conexión es una de ellas y crece motivada por su servicio de telefonía ética y sin ánimo de lucro.

Historia de la empresa

Nació en El Prat de Llobregat en 2015 precisamente con este objetivo: “Poner las telecomunicaciones al servicio de las personas y no de la especulación”, según explica su fundadora, Mercè Botella. Fueron 70 los socios que se reunieron para hacer realidad esta nueva opción de consumo telefónico en aquel entonces.

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Actualmente, ya reúne a 9.500 cooperativistas. El pasado año, consiguió alcanzar los 4 millones de facturación, con un crecimiento del 12% respecto al año anterior. El auge ha sido notable, teniendo en cuenta que en 2015 facturaba 100.000 euros.

25.000 usuarios

De hecho, actualmente ya congrega a 25.000 usuarios, mientras que el año pasado consiguió formalizar un 19% más de contratos que el año anterior.

A diferencia de las operadoras tradicionales, ofrece tarifas rebajadas para sus usuarios y no pide permanencia, prestando atención al cliente de forma personalizada.

Desconocimiento del consumidor

Botella explica que el consumidor de telecomunicaciones “no conoce cómo funciona el negocio ni sus costes reales”. Y sostiene que esa opacidad deja a los usuarios “desarmados y desprotegidos" frente a las grandes compañías.

Destaca que las grandes empresas mantienen facturas por encima del mercado para el 95% de sus clientes. “Solo quienes presionan para obtener un cambio reciben ofertas competitivas, mientras el resto sigue pagando tarifas infladas sin siquiera darse cuenta”, añade.

4 millones de facturación

La organización prioriza rebajar las tarifas, por lo que la previsión para el próximo año es mantener su facturación.

La cooperativa tiene un gran compromiso con los proyectos sociales, según indica Botella, motivo por el cual destina a ello los excedentes. Ejemplo de ello son las campañas de concienciación acerca del uso responsable de tecnología o sobre las acciones jurídicas contra prácticas abusivas.

Denuncias colectivas

Como ejemplo, el colectivo ha impulsado recientemente denuncias colectivas para evitar el envío de publicidad masivo y no consentido a sus clientes, consiguiendo que gran cantidad de usuarios puedan salir de estas campañas.

La cooperativa extiende su fibra óptica a zonas rurales donde las grandes operadoras no llegan por no ver que haya negocio. Con el proyecto Xaneta en Valls o la colaboración con Guifi.net en la Garrotxa, busca llevar internet a municipios en que las grandes operadoras no ven el suficiente negocio.

Nuevas inversiones

Con una plantilla de 39 trabajadores, no dispone de infraestructuras propias, sino que mantiene "acuerdos con Orange, Vodafone y MásMóvil para ofrecer servicios de telefonía y fibra óptica en entre 95% y el 97% de todo el país", añade la directiva.

Este año ha invertido en una nueva sede en Ciutat Vella, dónde espera establecerse en 2026. Un espacio de 1.400 metros cuadrados que ha adquirido conjuntamente con otras tres cooperativas.

También ha establecido una alianza con Som Energia y Som Mobilitat para facilitar el acceso a servicios profesionales de energía verde, telefonía y soluciones de movilidad para entidades y empresas.

Avala la tesis del Govern

Sobre la prohibición de móviles y relojes inteligentes en las aulas catalanas, Somos Conexión se muestra partidaria de la medida tomada por la Generalitat de eliminar su uso en todas las etapas educativas a partir de septiembre.

“El problema no es solo el dispositivo, sino la falta de acompañamiento educativo. La clave es un consumo consciente también en la tecnología”, subraya Botella.

La cooperativa, a través de su Guía para familias crueles y malvadas, recomienda no facilitar smartphones antes de los 16 años, optando por terminales reacondicionados o básicos en las primeras fases para fomentar un uso más responsable y tarifas limitadas a pocos datos.