Adiós a esta emblemática discoteca de la Costa Dorada: "Se transformará en un complejo hotelero a pesar de la oposición de los vecinos"

En aquella época dorada en la que se puso de moda los rosarios y las minifaldas tejanas con los leggings negros en las discotecas y en la que aún existía el 2x1 y la happy hour, es ahí donde las noches parecían infinitas y la generación Millennial era la que reinaba las fiestas de esos años.

Para todos los que fuimos tan felices en lugares que nunca habríamos imaginado y para los que guardan un gran recuerdo, decirles que siempre quedarán los tardeos; aunque eso ya es harina de otro costal.

Una de las discotecas más emblemáticas de Cataluña, que todo el mundo recuerda, está a punto de dejar de serlo para siempre. Si veraneabas en Calafell o por los alrededores, seguro que te acordarás de ella.

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Nuevo proyecto en la antigua discoteca

Una empresa del sector hotelero ha propuesto al Ayuntamiento de Calafell permutar la finca municipal donde se encontraba la antigua discoteca Louie Vega para construir un palacio de congresos. Según un anuncio oficial, del pasado 2 de septiembre, la operación permitiría levantar en la zona un hotel de gran capacidad.

Actualmente, los terrenos están en suelo urbano no consolidado y pendientes de la redacción de un plan de mejora urbana. El Ayuntamiento considera que la oferta hotelera en el municipio es "relativamente escasa". En verano, del pasado año, el consistorio encargó un estudio de conceptualización y viabilidad de un proyecto de alojamiento turístico en Calafell.

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El equipo de gobierno señala que el estudio concluyó que "es un destino con mucho potencial turístico por el modelo de turismo familiar y aprovechando la proximidad de buenas infraestructuras aeroportuarias". Es por eso que el desarrollo de un hotel de cuatro estrellas en Calafell, "no solo es viable, sino que cubriría una necesidad insatisfecha en el mercado y dispondría de un retorno de inversión sólido". El Ayuntamiento ha hecho público esa disponibilidad para que puedan presentarse ofertas.

Exterior discoteca Louie Vega Forgotten And Magic Places

Inversión de 50 millones de euros

Será una inversión de más de 50 millones de euros que generará 300 empleos fijos. El establecimiento hotelero será de 5 estrellas y contará con 400 habitaciones. Por su parte, el palacio de congresos contará con 1.200 metros cuadrados de espacios para recibir eventos y nuevos públicos en el municipio. 

Además, la zona queda junto a la pretensión de un nuevo desarrollo inmobiliario que podría crear entre 150 y 200 pisos. Varias asociaciones de vecinos ya mostraron su oposición a esa nueva zona urbana, ya que elimina gran parte del pinar existente en la zona.

La discoteca Louie Vega, que ganó un premio FAD, uno de los mayores galardones de arquitectura e interiorismo, fue cerrada definitivamente en el 2012. El edificio y los terrenos anexos suman 23.748,60 metros cuadrados. La compra implicaba, además, que dejaran de construirse 450 viviendas. Ahora habrá que realizar una modificación del Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM), para ratificar este extremo. 

Historia de Louie Vega

La discoteca Louie Vega de Calafell abrió sus puertas en julio de 1988 bajo la dirección del arquitecto Alfred Arribas y, rápidamente, se convirtió en uno de los 'templos del ocio nocturno' de la Costa Dorada, gracias a sus modernas instalaciones: pista de baile, piscina con cascada, jardines exteriores, chill out y un restaurante.

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El nombre del local rendía homenaje a la aviadora Louie Vega, fallecida en un accidente de avión en ese mismo lugar en 1956 y por eso, como reclamo, la fachada lucía una avioneta empotrada como símbolo icónico.

Louie Vega vivió su época dorada durante los años noventa, atrayendo a miles de jóvenes con sesiones de DJs, gran ambiente veraniego y fiestas multitudinarias, hasta que la competencia de nuevas macrodiscotecas, la crisis económica y los cambios en el ocio nocturno llevaron al primer cierre en 2008. Intentó reabrir en 2010 como 'New Louie Vega', pero finalmente cerró definitivamente el 8 de septiembre de 2012. Desde entonces, el edificio quedó abandonado, deteriorándose progresivamente y transformándose en símbolo nostálgico de una era de esplendor festivo.