Estrella Salietti Barcelona
Estrella Salietti, la interiorista de los ricos catalanes: “Algunos son rácanos, por eso tienen dinero”
La diseñadora barcelonesa, autora de espacios como La Vaquería o las joyerías Rabat, comparte su experiencia trabajando para la burguesía catalana y comenta que, entre las pertenencias más valiosas de sus clientes, destacan sus cuadros
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Cuando hablamos de la decoración en los hogares más exclusivos de Cataluña, pocos nombres resaltan tanto como el de Estrella Salietti (Barcelona, 1944). Diseñadora e interiorista, Salietti ha trabajado en proyectos que van desde restaurantes (La Vaquería) y joyerías (Rabat) hasta las residencias privadas (los Bordas, los Cuatrecasas, etc.).
Para la artista, la decoración debe combinar múltiples elementos y no seguir un patrón estricto. Se considera a sí misma "barroca", aunque en términos más técnicos su estilo podría definirse como bohemio, como quien busca lo sofisticado pero sin perder la creatividad. Para la siguiente entrevista, Salietti nos recibe en su piso en la zona alta barcelonesa, con una mezcla de cordialidad y energía. Ni bien entramos, queda claro que nunca podría estar conforme del todo con su espacio. De hecho, se encuentra acompañada de una amiga, a quien le pide que --al terminar la visita-- pinte un lado de la pared de marrón.
- ¿Cómo definirías tu estilo?
- Ecléctico. Yo creo que en un sitio tu puedes unir antigüedades, cosas modernas, rústicas...Adoro todo, desde hace veinte siglos si quieres. Una madera muy vieja de un sitio bestial con ladrillos rústicos y con una mesa impresionante inglesa puede quedar bestial. Igual que los colores. La gente con los colores es muy negativa y en la naturaleza están todos los colores unidos y es una maravilla.
- Por ejemplo, el minimalismo...
- Es que a mí el minimalismo me horroriza. Porque yo encuentro que una casa tiene que ser un hogar. Y un hogar con un sofá blanco y cuatro cosas no puede ser un hogar. Tiene que estar llena de tus recuerdos, de tus cosas de ahora, de antes, de lo que sea. No puede estar todo ordenado. He ido a muchísimas casas de amigas mías y, de repente, hay unas que te tiran para atrás, que no pasas allí un rato agradable, no son acogedoras.
- ¿Y para no llegar a lo recargado?
- El que sea recargado no me importan anda. O sea mucho quizás no, pero no me importa. De repente pongo cosas, las saco. Por ejemplo, al que adoro y me encanta es Lázaro Rosa-Violan, es lo máximo del mundo mundial, decora todo. Y él me dijo que le gustaba lo que yo hacía. Y Lázaro es una persona también muy barroca.
- Cuando diseñas un espacio, ¿qué es lo primero que piensas? La funcionalidad, los colores...
- Los colores es al final. Yo pienso que primero es lo que quiere el cliente. Cuando está el plano hecho, hago un boceto o render. Entonces ya pienso en los colores. Pero es muy importante visitar mucho la casa (el proyecto). Porque si no la visitas, no puedes dar instrucciones de lejos y decir esto y tal cosa. Hay que vivir la casa. Dirás, oye, ¿pero cuánto tiempo gastas? Me da igual.
Estrella Salietti, desde su hogar en la calle Muntaner Barcelona
- ¿Cómo sientes que ha evolucionado tu forma de decorar desde que empezaste?
- Uy, esa es una pregunta muy difícil. No lo sé. Yo cada casa, cada proyecto es un mundo nuevo.
- Y uno que te haya gustado más...
- Mira, a mí las joyerías Rabat me encantaron porque hace muchos años los diseños de las joyerías eran más estrictos. Luego me ha encantado todo lo que he hecho para Ramón Bordas, como el (restaurante). Yo veo el y pienso "pues mira, no ha pasado de moda". (restaurante), las masías de Can Ferrán, todos no tienen nada que ver entre sí. Cada uno tiene sus cosas y las casas particulares lo mismo.
- Cuéntanos un proyecto que te haya disgustado.
- Hombre, siempre que sales de una obra piensas que la hubieras tenido que hacer mejor. Nunca estás contenta. Piensas: "joder, la podía haber hecho mejor".
- ¿Qué crees que busca la gente adinerada en su decoración?
- Pues que quede impactante, les encanta. Pero hay gente que el hogar se lo pasan por cierto sitio y entonces yo me frustro porque no queda hogar.
- Captar la esencia de la gente...
- Sí, exacto. Trato de coger la esencia de ellos porque en un restaurante, por ejemplo, es el cliente quien va a llevar el restaurante, no tú.
- ¿Alguna vez has rechazado algún proyecto porque no te ha convencido la idea?
- Ay no me acuerdo, me parece que no.
- ¿Hay alguna anécdota que quisieras compartir?
- Mira, lo primero que hice fue (restaurante), que era un sitio bestial en la calle Deu i Mata. Pero bestial. Vosotros no lo sabéis, pero antes había una tienda en Passeig de Gràcia que se llamaba . Era de Fernando Amat y compañía, y era increíble porque siempre tenían lo último. Yo, de hecho, para quitarme las depresiones de los sábados, iba a comprar allí, porque tenían lo más nuevo. Y entonces los dueños vinieron, y les pareció acojonante. Pero yo nunca me lo creí, ¿sabes? Eso de que te digan: “Oh, eres la pera, eres tal…” No. Pensé que había tenido un éxito impresionante, pero no me importaba, ¿sabes?.
- Estrella, eres muy conocida en la ciudad y tienes una cosa que muchos no, y es que has conseguido entrar en las casas de los ricos catalanes. ¿Cómo son las casas de la burguesía catalana?
- Hombre, la burguesía catalana tiene colecciones de cuadros muy bonitas, impresionantes. Todos han invertido en cuadros bestiales. Luego los materiales. Ellos ponían parquet super bueno, mármol súper bueno.
Estrella Salietti desde su cocina Barcelona
- ¿Pero qué hay dentro que no sabemos?
- No, pues quiero decirte que con el dinero también son rácanos. Miran mucho el dinero. No es aquello de ir diciendo "te crees que yo tengo tanto y lo tiro por la ventana". No, por eso ellos tienen dinero...
- ¿Crees que los ricos catalanes tienen buen gusto?
- Sí, hay muchos que sí.
- ¿Y los que no?
- Es que nunca he encontrado gente que no tenga buen gusto. Pero a ver, la burguesía catalana es como lo que te digo. Por ejemplo, Rabat, el joyero, se ha hecho a sí mismo. Yo empecé a decorar en una joyería pequeña en Badalona y luego mira lo que ha montado. Es como el de Zara. Son gente listísima, ¿sabes? Y suben. Mucha gente de la cultura catalana es así. Luego está la otra gente, la del apellido, los marqueses y todo eso, que ya es más coñazo. Porque parten de ahí: “yo soy marqués, yo soy tal, y el apellido…” A mí eso me importa tres bledos. Nunca me ha importado.
- ¿Qué proyectos para gente de la burguesía catalana tienes ahora?
- Ahora tengo una casa impresionante cerca de General Mitre, en la que no trabajo, solo aconsejo. Le llamamos el gatopardo porque es preciosa, tiene una historia como de gatopardo, luego tiene un pabellón con la piscina, es una casa que ellos la viven mucho, me encanta como les ha quedado. Luego estoy haciendo un hotel en Bielsa.
- ¿Podemos saber de quién es el palacete?
- No puedo decir los nombres por Hacienda. Ya te digo que todo el mundo está acojonado con Hacienda.
- Bueno yo tengo una última pregunta, ¿qué le dirías a alguien que quiere dedicarse a decorar?
- Que tenga una ilusión impresionante. Y las ganas de trabajar también es importantísimo. Si no tienes ilusión y haces un plano y se lo pasas a tus dibujates y no vas a la obra es imposible. Las casas te hablan, te dicen cosas. Esto seguro.