Nude Project: el proyecto de un madrileño y un burgalés que triunfa desde un taller de Barcelona EP
Nude Project: el proyecto de un madrileño y un burgalés que triunfa desde un taller de Barcelona
En sólo cinco años han pasado de ser dos personas a contar con a más de 130 trabajadores
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Faltaban dos años para la pandemia y dos más para que Álex Benlloch, natural de Burgos, y Bruno Casanovas, de Madrid, cumplieran los 21 años. Eran 2018, estaban en Barcelona y decidieron unir su talento para lanzar su propia marca de ropa, Nude Project.
Al principio no eran más que camisetas con mensajes impresos que fabricaban e ideaban ellos mismos. Su capital inicial era muy reducido, en torno a los 600-1.000 euros, y trabajaron literalmente desde la habitación de la abuela de uno de ellos.
Vendían como podían, por redes, amigos y demás. El objetivo era sencillo: crear prendas que conectaran con su generación y dar forma a una comunidad en torno a la creatividad, el arte y la cultura urbana.
Y poco a poco la idea triunfó. Tanto que se marca creció y en pocos años se ha convertido en una de las firmas de moda urbana más influyentes de España y en un referente de la llamada Generación Z.
Los números de Nude Project
La prueba está en los números. En el año 2023, tan sólo cinco años después del nacimiento de la marca, Nude Project factura en torno a 26 millones de euros anuales. Si antes eran dos personas, ahora emplean a más de 130 personas.
Ya no venden solo online, cuentan con tiendas físicas en Madrid, Barcelona, Lisboa, Milán y el centro comercial La Roca Village. No ha dejado el ciberespacio, disponen de una sólida plataforma online. Lo que sí han abandonado es la casa de su abuela, Nude Project, trabaja desde una nave del barrio de Poblenou.
El secreto de la marca
Tampoco ha cambiado su filosofía: “by artists, for artists”. Es decir, ellos, como artistas de la moda, se dirigen a artistas, de cualquier ámbito y trabajen de lo que trabajen, aunque sin duda la firma conecta con jóvenes creadores y consumidores interesados en la estética urbana, la música y el arte.
Lo han hecho gracias a un estilo mezcla la herencia del streetwear de los años 90 con referencias a la cultura hip hop y con un lenguaje gráfico directo. Mensajes como “Pretty girls like trap music” han aparecido en sudaderas y camisetas que se han convertido en auténticos objetos de deseo para su público.
Tienda de Nude Project EP
Dónde se compra
La marca también ha sabido aprovechar la fuerza de la comunidad digital. Sin apenas inversión en publicidad tradicional, su crecimiento se ha apoyado en el marketing orgánico, el boca a boca y fenómenos virales. Y así, cuando han abierto pop-ups en Europa han hecho que se formarse colas de decenas de horas, como si se tratara de un concierto.
El 70 % de las ventas de la compañía, en cualquier caso, proviene de su canal online, mientras que las tiendas físicas representan aproximadamente un 30 %, aunque no tienen tantas. Tienen dos flagships una en la calle Fuencarral de Madrid y otra en Barcelona.
Tejiendo de alianzas
La empresa también ha tejido alianzas. Opera a través de Logisfashion, multinacional logística especializada en moda, para optimizar procesos de control de stock, trazabilidad, calidad y escalabilidad. Asimismo, sus proveedores principales se encuentran en Turquía y Portugal, con una pequeña parte de producción en China.
A pesar del crecimiento, Benlloch y Casanovas siguen apostando por mantener el control directo de su marca, cuidando la relación con los consumidores a través de su canal digital y sus espacios físicos. El reto ahora pasa por consolidar su expansión internacional sin perder la autenticidad que le ha permitido diferenciarse en el mercado.
Mirada al futuro y al exterior
De hecho, la expansión internacional es uno de los próximos pasos clave para Nude Project. Con tiendas ya en Milán y Lisboa, la marca busca reforzar su presencia en el mercado europeo y explorar oportunidades fuera del continente.
Este es el nuevo paso. La empresa ya no hace sólo camisetas y sudaderas, ha diversificado su producto más allá de las prendas de vestir, explorando colaboraciones como la cerveza Desnuda Beer. Siempre, sin perder de vista a quién se dirigen: un público juvenil, de la Generación Z.
Una tienda de Nude Project EP
Más allá de la ropa
A ellos se han acercado compartiendo lenguaje, códigos y mensajes claros. “El mundo no necesita más sudaderas, pero la gente sí quiere pertenecer a algo”, declaraban hace poco en una entrevista en El País. Unas palabras que buscan definir su proyecto y servir casi de eslogan comercial.
No quieren dejar perder a su púbico y así, no sólo les ofrecen ropa sino contenido. Online, por supuesto. Nude Project cuenta con podcast con cerca de dos millones de oyentes y en el que han pasado como invitados famosos de la talla de Rafa Nadal, Lola Índigo o el exfutbolista Ronaldinho. Todo para conseguir un vínculo emocional con su comunidad.
Qué tienen sus prendas
La marca capitaliza un sentimiento de pertenencia, con su narrativa, su comunidad y, sí, su ropa. Nude Project se articula en torno a colecciones limitadas, lanzadas periódicamente en formato drop, una estrategia, habitual en el streetwear global, que permite mantener la exclusividad y generar expectación entre los consumidores.
A ellos no les importa pagar unos 80 euros de medio por una prenda de la marca. Unos precios que les han valido el calificativo de marca “para pijos modernos”. Ellos mantienen que su producto lo vale y, además, ofrece exclusividad. Sean pijos o exclusivos, lo cierto es que la marca atrapa a toda una generación y, además, funciona. Con márgenes brutos estimados en torno al 70 %, la marca está una situación de digna competitividad dentro de un segmento como el streetwear aspiracional. Y todo desde una nave del Poblenou.