Lluís Tó, rector de los Jesuitas de Sarrià, con el 'palacete de la pederastia' de fondo

Lluís Tó, rector de los Jesuitas de Sarrià, con el 'palacete de la pederastia' de fondo

Business

El ‘palacio de los horrores’ de los Jesuitas de Sarrià se convertirá en villas de lujo

Antiguos alumnos de la escuela compran y reforman la casa donde se fraguó el mayor escándalo de pederastia de la zona alta de Barcelona

Contenidos relacionados: Lluís Tó, el monstruo sexual de los Jesuitas Sarrià con más denuncias entre los jesuitas pedófilos

Publicada

Fue en la calle Margenat donde Ruiz Zafón ambientó su brumosa obra juvenil Marina.

Los protagonistas, como el propio autor, estudiaban en los Jesuitas de Sarrià, un enorme edificio de estilo neotudor inspirado en los internados británicos. En su bloque anexo, en el número 33 de la mencionada calle, se esconde el palacete en el que se gestó uno de los mayores escándalos de pederastia de la Cataluña contemporánea.

En el edificio contiguo al histórico bloque, en cuyas habitaciones dormían alumnos y sacerdotes, se urdieron los más de 60 casos de abuso sexual denunciados por exalumnos del centro. De los profesores señalados, diez eran jesuitas y cuatro eran laicos.

En el edificio y sus contiguos hoy se construyen villas de lujo, levantadas por la constructora Certis. La nueva propiedad ha contratado a una empresa de seguridad que salvaguarde el palacete mientras avanzan las obras.

Entre las tres familias inversoras de las nuevas casas figuran, precisamente, exalumnos de los Jesuitas, quienes han querido dar una nueva vida a un palacete y dos edificios que vivieron un pasado oscuro.

La zona cero de la pederastia

Los alumnos abusados solían ser internos que se quedaban a dormir en el palacete del colegio. Allí, figuras carismáticas y respetadas dentro de la comunidad educativa se ganaban la confianza de los menores para tocarles y abusar de ellos. Las víctimas, atrapadas por el miedo, la vergüenza y la confusión, no pudieron contarlo durante muchos años.

Los testimonios de la época son escalofriantes. Las víctimas explican cómo uno de los responsables, Lluís Tó, presionaba a los alumnos hasta hacerles llorar, para luego 'consolarlos' con abrazos, caricias y tocamientos en los genitales. Por las noches, se colaba en las habitaciones de los niños para que se desnudaran frente a él, y posteriormente ayudarles a ponerse el pijama.

El 'palacio de los horrores' de Sarrià, en obras

El 'palacio de los horrores' de Sarrià, en obras CG

Tó, monstruo sexual

Tó fue rector de la escuela Jesuïtes Sarrià-Sant Ignasi de la capital catalana entre 1975 y 1981. Los alumnos le conocían como el pare Tocotó o el pare Tocaments. Hoy, detrás de su nombre figura el apodo de monstruo sexual de Sarrià.

Solamente este rector acumuló 25 denuncias por parte de alumnos.

El colegio lo ocultó

Mayúsculo motivo de indignación fue el encubrimiento por parte de la institución. Cuando las quejas se volvían insostenibles o se vislumbraba el escándalo público, la orden no lo denunciaba a las autoridades, sino que trasladaba al profesor señalado.

El caso de Lluís Tó es el más paradigmático. En 1992, fue condenado en una sentencia pionera a dos años de cárcel por abusar de una alumna de 8 años del Sant Ignasi, Alessandra Martín.

En lugar de ser expulsado, la Compañía de Jesús lo envió a Bolivia. Allí, lejos del foco mediático y judicial español, continuó trabajando en parroquias y centros educativos, donde también surgieron nuevas acusaciones de abusos.

Este patrón se repitió con otros jesuitas, convirtiendo al país sudamericano en una especie de refugio para pederastas, como retrató el documental La fugida.