
Fachada del banco del BBVA en la ciudad del BBVA
Cataluña vive una elevada concentración bancaria antes de la eventual fusión BBVA-Sabadell
La ejecución de la OPA supondría superar los criterios que usa la Unión Europea para alertar sobre un riesgo para la competencia en la región
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La Unión Europea utiliza un indicador llamado Índice Herfindahl-Hirschman (IHH), basado en las cuotas de mercado de los bancos, para medir cuándo se dan condiciones que ponen en riesgo la competencia financiera. La aplicación del índice señala que, antes de la eventual integración del Banco Sabadell en el BBVA tras la OPA, en Cataluña ya se produce una concentración excesiva.
De hecho, en la mayor parte de los conceptos en los que es aplicable el IHH el resultado apunta exceso. Es el caso de las oficinas, donde se produce un oligopolio de cuatro entidades –Caixabank, BBVA, Sabadell y Santander- que disponen del 86% de la red.
Caixabank, difícil de superar
De llevarse a cabo la OPA, el grupo resultante dispondría el 35% de todas ellas, una posición que aún sería superada por Caixabank, que tiene el 39%. Entre los dos, el 74%.
En cuanto al crédito total, la situación no es muy distinta. El grupo de los cuatro primeros bancos reúne el 85% del total. La nueva entidad resultante de la OPA y Caixabank dispondrían del 72%. En el territorio de la Unión Europea, solo Grecia y Finlandia superan esas cotas.
La línea roja del riesgo
La doctrina comunitaria señala que existe riesgo para la competencia cuando el IHH de una operación supera los 2.000 puntos y cuando lo hace con un salto superior a los 150. La OPA supondría para Cataluña pasar de los 2.063 puntos a 2.820, con un aumento de 757.
El análisis de la Autoritat Catalana de la Competencia (Acco) sobre la OPA señala que, de llevarse a cabo la fusión, Cataluña arrojaría un IHH de 2.820 frente a cifras mucho más bajas de territorios comparables en población. Austria tiene una puntuación de 424; Suecia, 875; e Irlanda, 969.
El crédito como medida de la prudencia
La situación bancaria catalana en el capítulo de los préstamos medida por el concepto de cuota de mercado de las cinco primeras entidades (C5) arrojaría una concentración del 92% una vez añadidos Bankinter y Deutsche Bank. Grecia continuaría siendo líder en ese negocio (96%), mientras que los países más virtuosos serían Austria (40%), Suecia (58%) e Irlanda (66%).
En el crédito a las empresas, que actualmente encabeza Caixabank con el 30,6% del total, la fusión no solo supondría superar de lejos las medias europeas, sino que cambiaría el liderazgo: la nueva entidad superaría en 10 puntos a Caixabank; y entre los cinco primeros tendrían el 90,5% del total.
Las dos primeras entidades (C2) detentarían más del 72% de este segmento de los créditos, incrementando el porcentaje en Lleida y Girona, las dos provincias menos bancarizadas de Cataluña.
El duopolio se consolida
Los cálculos de la Acco señalan que Caixabank mantendría el liderazgo tras la OPA, excepto en la financiación empresarial, como queda dicho. Las dos primeras entidades –Caixabank y la resultante de la fusión- no bajarían del 70% en todos los segmentos del negocio, dejando al tercer operador -Santander— a una gran distancia.
Los compromisos del BBVA para los primeros tres años una vez puesta en marcha la OPA difícilmente podrían compensar el riesgo que supone aumentar una concentración que ya es elevada en Cataluña, sobre todo en banca minorista y servicios de pago.
Discrepancias entre los controladores
Esa es la opinión de los servicios de la competencia de la Generalitat, que no coinciden con la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) que autorizó la OPA en la confianza de que las medidas propuestas por el banco comprador servirían para contrarrestar “los problemas que esa concentración suponen para la competencia en los mercados afectados”.
Los efectos de la Gran Depresión
La elevada concentración bancaria de España es producto de la crisis de 2008. Según los datos del Banco de España, el año del estallido de la crisis los C5 concentraban el 43% de los activos bancarios. En 2022, ese guarismo creció en 22 puntos hasta el 70%. Sólo Grecia y Chipre han superado un aumento tan elevado.
La media de la Unión Europea está en el 68%. El 70% de España está muy lejos de Alemania (35%), Francia (47%) e Italia (51%).
¿Qué banca necesita la Unión Europea?
Cuando Bruselas habla de que la Unión Europea necesita bancos grandes y fuertes no se refiere a entidades como el BBVA o el Sabadell, sino a los titanes financieros mundiales entre los que no figura ninguna compañía europea.
No obstante, la retórica comunitaria a la hora de (no) pronunciarse sobre operaciones de concentración en curso da lugar a cierta confusión. Esas entidades de las que carece la UE apenas trabajan con particulares, y si lo hacen son particulares multimillonarios. Sus clientes son grandes empresas, corporaciones y gobiernos de todo el mundo.