El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa / EP

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa / EP

Business

Aena encuentra al fin el liderazgo político en Cataluña necesario para la ansiada ampliación de El Prat

El operador aeroportuario planea desde hace años una operación clave para el crecimiento de uno de sus grandes activos pero que se ha topado reiteradamente con la negativa de las Administraciones

Más información: La ampliación del aeropuerto de El Prat costará más de 3.000 millones de euros

Publicada
Actualizada

El acuerdo alcanzado entre la Generalitat de Cataluña y Aena para invertir más de 3.000 millones de euros en la ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat culmina un largo proceso en busca de mejorar las prestaciones de una infraestructura capital para el territorio. Los planes de Aena han encontrado al fin el apoyo de las Administraciones públicas locales y regionales, que han sido las que en los últimos años han bloqueado de forma recurrente la reforma. 

Así, el impulso dado a la ampliación por Aena, especialmente desde la llegada de Maurici Lucena a la presidencia, se verá ahora avalado por el liderazgo del presidente del Govern, Salvador Illa. El también líder de los socialistas catalanes siempre ha situado la reforma de El Prat y su carácter de imprescindible entre sus líneas maestras de actuación para la legislatura que inició hace doce meses. 

No es la primera vez que Aena propone de manera firme un proyecto para la ampliación de una de las pistas y la construcción de nuevas infraestructuras, entre ellas una tercera terminal de viajeros.

El precedente anterior ponía encima de la mesa una inversión de 1.800 millones de euros, asumida casi por completo por el gestor aeroportuario. Una cifra que permitiría ensanchar la capacidad del aeropuerto para acoger un mayor número de rutas de largo radio y mejorar de forma notable su papel de hub. 

Sin embargo, el decidido impulso de la compañía y los apoyos de influyentes lobbies como la patronal Foment del Treball se toparon con la negativa en el plano político, tanto de la Generalitat como del Ayuntamiento de Barcelona

El entonces presidente catalán, Pere Aragonès, y la alcaldesa Ada Colau unieron fuerzas e hicieron causa común para posicionarse en contra del proyecto. 

La consellera de presidència, Laura Vilagrà (i) y el presidente, aún en funciones, Pere Aragonès (d)

La consellera de presidència, Laura Vilagrà (i) y el presidente, aún en funciones, Pere Aragonès (d) Luis Miguel Añón

Por entonces, los argumentos se basaron en el negativo impacto medioambiental que tendría la actuación. De nada sirvieron las garantías de Aena de que la ampliación contaría con todos los preceptivos informes y estudios para reducir al máximo los efectos sobre la flora y fauna del entorno. 

La negativa supuso que se esfumara de un plumazo una de las mayores inversiones en Cataluña de los últimos años y una oportunidad perdida. Por entonces, incluso llegó a insinuarse por parte de Aena que podría tratarse de algo irrepetible. La compañía destinó la inversión a otros proyectos; entre ellos, el desarrollo del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, dado que las Administraciones de la región central sí acogieron con los brazos abiertos la oportunidad.

Falta de voluntad

Tras el ‘no’ de la Generalitat y el Consistorio barcelonés y los motivos esgrimidos, el entorno socioeconómico catalán vio siempre una falta de voluntad política para llevar a cabo una actuación que chocaba contra algunos de los preceptos defendidos por las formaciones políticas que, por entonces, lideraban las principales Administraciones.

Entre esos planteamientos destacaban el rechazo a las grandes obras de infraestructuras y la idea de reducir la actividad turística, al entender que se había masificado en los últimos años y generaba un impacto negativo en el territorio.

Cambio político

Las últimas elecciones autonómicas y municipales propiciaron sendos cambios en el poder, que fue a parar, en los casos de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, al PSC.

Tanto Illa como el actual primer edil de la Ciudad Condal, Jaume Collboni, se han mostrado siempre dispuestos a revertir la situación y dar una nueva oportunidad a un proyecto para el que El Prat aún está a tiempo, aunque los años perdidos no se podrán recuperar.