
Concentración de los sindicatos contra el último ERE del BBVA / EP
Los sindicatos insisten en la 'hecatombe laboral' de la OPA del BBVA, aunque los ERE anteriores dejaron sin atender el 40% de adhesiones
Un nuevo informe de UGT eleva por encima de 31.000 empleos, directos e indirectos, el impacto de una fusión con el Banco Sabadell, aunque los últimos ajustes en el sector se cerraron con menos bajas de lo previsto y sobredemanda de solicitudes
Más información: BBVA-Sabadell: el baile de cifras de despidos condiciona la decisión final de Moncloa
El empleo se afianza como factor determinante en la primera línea del debate sobre la OPA del BBVA al Banco Sabadell, en vísperas de un nuevo hito de este proceso. A las puertas de que este martes el Ministerio de Economía decida elevar la operación al Consejo de Ministros, UGT de Cataluña ha puesto sobre la mesa un informe que eleva a más de 31.000 los empleos que se verían afectados por una eventual fusión.
Al menos desde el punto de vista cronológico, el planteamiento del sindicato llega como respuesta a las últimas declaraciones del presidente del BBVA, Carlos Torres. En una entrevista concedida a RAC1, el ejecutivo señaló que los cálculos de los representantes de los trabajadores sobre el tamaño del ajuste de plantillas (de hasta 10.500 empleos) estaban "fuera de la realidad".
Y, además, también se pone sobre la mesa días después de que un análisis publicado por la agencia Efe recordara que los últimos ERE ejecutados tanto por el BBVA como por el Banco Sabadell contaron con un número de adhesiones notablemente superior al de empleos eliminados.
En concreto, las cifras oficiales de estos ajustes, llevados a cabo hace cuatro años, ilustran que el 40% de las peticiones quedaron desestimadas por exceder los términos acordados entre las entidades y los propios sindicatos.

Carlos Torres Vila, presidente de BBVA Europa Press
Además, expertos del sector consultados por Crónica Global hacen hincapié en que estos acuerdos finales reflejaron significativos recortes respecto a las propuestas iniciales de los bancos.
En concreto, los últimos ERE del BBVA y el Banco Sabadell redujeron las plantillas conjuntas de las entidades en 4.530 personas. La cantidad supone un 20,5% menos de la inicialmente planteada por las direcciones de los bancos.
Menos recortes tras la negociación
Las negociaciones con los representantes de los trabajadores dieron como fruto que el BBVA terminara por reducir su masa laboral en 2.899 personas, un 23,7% menos de lo incluido en el plan original.
En el caso del Banco Sabadell, el número de empleos destruidos alcanzó los 1.630, un 14,2% inferior al planteamiento inicial.

Una sucursal de Banco Sabadell / EP
En este contexto, UGT ha deslizado las conclusiones de un informe encargado a la Universidad Autónoma de Madrid, acerca del impacto laboral de las fusiones bancarias de las últimas décadas.
El trabajo permite concluir que a la horquilla de entre 7.500 y 10.500 empleos directos que se perderían con una eventual fusión, según los sindicatos, habría que sumarle una cifra que más que duplicaría las anteriores, referente a puestos de trabajo que se verían afectados de forma indirecta. En esta situación entrarían segmentos como los de la consultoría y la tecnología, entre otros.
Un escenario que ratifica la postura de UGT favorable a que Economía eleve la operación al Consejo de Ministros; y además, que éste establezca una serie de condiciones severas, que hagan inviable la operación.
Para ello, el Gobierno dispondrá de un mes de plazo a partir de que este martes el asunto de la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell llegue hasta su mesa. El hecho de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobara el caso con compromisos da paso a que el Ejecutivo analice la operación e imponga sus propias condiciones.
Éstas podrán ser de cualquier tipo, a excepción de aquéllas relacionadas con aspectos de Competencia. En este punto, el impacto en el empleo sería uno de los elementos que el Consejo de Ministros podría utilizar para reforzar los condicionamientos que pueda establecer.
¿Una circunstancia inédita?
De ahí que se haya convertido en un asunto capital durante los últimos días y que todo apunte a que lo será hasta que el Gobierno se pronuncie. En cualquier caso, cabe recordar que Moncloa se ha mostrado contrario a la operación desde el primer momento en que quedó planteada.
Igualmente, conviene recordar que el Ejecutivo podría vetar la fusión, pero en ningún caso la OPA. Lo contrario supondría una circunstancia excepcional que terminaría con la operación judicializada en las más elevadas instancias, tanto españolas como de la Unión Europea.