Martín Pérez Lombarte, fundador y director de Concert Studio

Martín Pérez Lombarte, fundador y director de Concert Studio SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

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Martín Pérez (Concert Studio): "Buscamos a un inversor para crecer, pero debe tener alma"

Habla el empresario que creó los festivales de Cap Roig, Alma o del Mil·leni: "¿Reconocimiento? La gente me felicita en la calle por lo que hago"

Más información: El precio de las entradas lleva a los festivales catalanes a una facturación récord

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Martín Pérez Lombarte es el fundador y director de Concert Studio, promotora de Barcelona que ha organizado más de 3.000 conciertos en todo el mundo. Este empresario catalán de 70 años también creó las ineludibles citas del Festival de Cap Roig --que dejó en 2011-- en la Costa Brava, Festival Jardins de Pedralbes --ahora Alma Occident Festival-- y Festival del Mil·leni en Barcelona ciudad, entre otros. 

Desde unas oficinas en la estratégica confluencia de la avenida Diagonal con la calle Muntaner, Pérez ha acuñado el concepto de certámenes boutique, donde no importa tanto el número de espectadores, sino el servicio premium que se les da. Ello le ha valido un ramillete de premios y el reconocimiento de artistas y espectadores.

En el tercer año del Festival Alma Occident en el Pueblo Español de Barcelona, quieren atraer a empresas. ¿Cómo lo harán?
En todas las empresas, incluida la suya, fomentar una buena relación con la gente que trabaja todo el año por medio de detalles y momentos, algo cada vez más extendido, ayuda mucho en el día a día. 
En una empresa, siempre hay inconvenientes, cosas... Pues bien, el hecho de que haya una buena relación, ayuda a solucionar esos temas. Hablamos de sacar a los trabajadores de su entorno. Normalmente, en las compañías, la gente hace cenas. Salen a cenar los trabajadores. Nosotros en Alma Occident buscaremos que haya algo más: que salgan a cenar y a ver un espectáculo. 
Será un momento para relacionarte, para compartir, para reírse, para bailar... Nuestro objetivo es que años después se siga hablando de ese día en la empresa. 
Como un recuerdo colectivo. 
Así es. Es que Pepe iba un poco tocado, es que María llegó tarde... Son vivencias que quedan en la empresa. Me parece precioso. Y recuerde que muchas empresas están buscando hacer cosas así, fomentar el teambuilding. ¡Hay incluso departamentos creados para esto!
¿Qué es lo fácil para estos departamentos? Organizar una cena. Pues en este punto, nosotros ofrecemos algo más, algo diferente. Y con ello, conseguimos que se hable semanas antes del concierto. Cómo vamos, cómos nos organizamos, qué nos ponemos., tú cómo irás... ¡Eso fomenta el compañerismo!
Y cuando llegas allí, tienes oferta de gastronomía, restaurantes con un bocadillo, una pizza o unos spaghetti, por ejemplo. Es algo que compartirás con tus compañeros, antes de empezar a escuchar la música y bailar. 
Usted dice que Alma "ha cogido otra dimensión". ¿A qué se refiere?
Después de tres años en el Pueblo Español, estamos preparados para crecer. Y tenemos claro que ese crecimiento pasa por una ampliación de capital. Hemos tenido varias ofertas, pero no me he decidido por ninguna. Porque seguimos esperando, o creyendo, que encontraremos a personas que amen lo que hacemos. 
Creo que los fondos de inversión de, ponga usted, los Emiratos Árabes Unidos son estupendos, pero buscamos aquella persona o particular que quiera invertir en el negocio que hacemos. Alguien a quien no le dé igual invertir en una fábrica de tornillos que en conciertos. 
Con el debido respeto para todos los sectores económicos, no es lo mismo trabajar con residuos que hacer conciertos. Creo que hay gente ahí fuera que sabrá vivirlo y disfrutarlo como hacemos nosotros. Pues por ahí vamos. 
Buscan ustedes a un inversor o mecenas que tenga alma, si me permite. 
Exactamente, debe tener alma. Esto es lo que buscamos. Y llegados a este punto, quiero hacer hincapié en algo. Cuando tú haces un festival, tardas en que sea rentable. Cuando nosotros comenzamos a hacer Cap Roig en 2000, tardamos cuatro años en llegar al break even. ¡La gente no venía!
Martín Pérez Romagosa, director de Concert Studio

Martín Pérez Romagosa, director de Concert Studio SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

¿Costó que la gente fuera al Cap Roig?
Bastante. Recuerdo que yo iba por las playas de la Costa Brava y le decía a la gente: oye, ¿podrías venir al concierto esta noche, y de paso te traes a unos amigos? Porque no tirábamos. ¿Qué pasaba? Que no era costumbre ir a un festival en vacaciones, nadie sabía dónde estaban los jardines, etc. Pues bien, al cuarto año conseguimos empatar. 
¿Y Pedralbes?
Cuando empezamos Pedralbes, los dos primeros años perdemos dinero seriamente, mucho dinero. Pero al tercer año ya empatamos. A partir de ahí, somos perfectamente capaces de aguantarlo. Ahora, hace un par de años, cuando lo perdemos, invertimos en Alma Barcelona. Este año estamos convencidos de que también empataremos. 
Ustedes también se fijaron en Madrid. ¿Cómo marcha?
Ha empezado algo más fuerte que Barcelona. Y también hemos abierto Alicante, que este año se celebrará la primera edición. Ojo, porque habrá más ciudades. 
¿Cuáles? Está usted dando una exclusiva... 
(Ríe). Dependerá del socio. Como le he dicho, tiene que ser alguien que ame lo que hacemos. Concert Studio son 25 especialistas. Los primeros años éramos pocos, tuvismo que apañarnos. Pero llegó un punto en que pudimos empezar a contratar a séniors, que la tocan, que saben mucho de música y del negocio... Hemos hecho un equipo muy potente, con capacidad de afrontar eventualidades. Piense que tenemos todos los equipos dentro: producción, comunicación, contabilidad, ventas o ticketing...
Una espectadora en el Alma Occident

Una espectadora en el Alma Occident Cedida

¿No confía usted en los tan socorridos Ticketmaster y compañía? ¿No externalizan?
Lo mínimo, los montajes. Porque un escenario tú no lo compras. Si tú compras un escenario para una edición, al siguiente año, el artista te pedirá otra configuración. Como ocurre con los equipos de sonido o luz. Te viene un artista y te dice: yo quiero los Shure tal. Y resulta que tú tienes la versión anterior. Pues si eso pasa, tu sonido no vale, y lo tendrás criando polvo en un almacén. 
Ante esta disyuntiva, hay otras empresas que invierten en estos equipos, y tú les contratas. ¿Qué hace nuestro personal? Examina el mercado y las opciones que existen. Nosotros trabajamos con material A de primerísima línea, que es lo que también nos diferencia de otros. Cuando vengan ustedes a Alma, verán qué sonido tenemos. 
La calidad del sonido es fundamental en un concierto. Marca la experiencia que te llevas. 
Pues verán la calidad en Alma, la nitidez. Hay que darlo. Hoy en día, no está justificado dar menos. 
Lo mismo con la comunicación. Si hacemos un anuncio, lo creamos aquí. Tenemos tres festivales Alma, y hacemos pequeños cambios entre ellos. La base está, pero la estética da juego. 
Díganos a un artista que le haga especial ilusión traer este año. 
Mire, llevaba tantos años detrás de The Corrs, que me hace muchísima ilusión que acudan a esta edición. ¿Por qué no los había traído? Porque en los festivales de verano priorizaban agosto, y yo en agosto ya no estaba. A ella sola [Andrea Corr, vocalista] sí la había traído, pero al grupo, no. 
Cuando quieres a The Corrs, compites con 27 ciudades europeas que también los quieren. Entonces, ellos dicen que solo harán ocho conciertos. Y festivales con 100.000 personas intentan llevárselos. ¡Yo tengo 2.500! Pero hago las cosas distintas, hay diferencia. 
¿Cuál?
Hacemos las cosas distintas. Entonces, The Corrs me apetece mucho. The Cult, también. O Alan Parsons. Creo que pueden dejar momentos memorables, históricos. Cuando pones a grandes en el escenario, ocurren cosas especiales.
Hay un concierto en Cap Roig que fue histórico: fue el de Leonard Cohen --en 2009--. Recuerdo que antes de empezar el concierto, pensaba que llevaba años escuchando a artistas tan variopintos como Paco IbáñezGeorges Moustaki y Leonard Cohen. Y al final puedo contratar a Cohen. Pues bien, sale Leonard al escenario, me giro y hay un señor llorando a mi lado. Y hace que yo me emocione también. No me podía creer que Leonard Cohen estuviera allí. ¡Pues estaba! Nos da un concierto de dos horas y cuarto estupendo. No me defraudó, ni como artista ni como persona. 
Martín Pérez Romagosa, director de Concert Studio

Martín Pérez Romagosa, director de Concert Studio SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

¿Le ha defraudado algún artista?
Alguno, a quien sería mejor no haber conocido en persona. Queda su obra, eso sí. No fue el caso de Cohen. 
¿Volvió a ver al señor que lloró con Cohen?
Me lo encontré el año pasado [2024], en la cena del Premio Planeta. Había cincuenta y pico mesas, voy saludando a la gente y, de golpe, allí está. Me detiene y me dice: Usted hizo el concierto de mi vida. Y yo le pregunto: ¿Cuál? El de Leonard Cohen. Fíjate que hace 16 años, pero aún lo recuerda. Tenía grabado a fuego aquel momento, cuando se emocionó. 
Otra arista que me emocionó en Cap Roig fue Liza Minelli
¿Cómo fue?
Me pasó igual que con Cohen. Liza me había pedido venir a Cap Roig en helicóptero. Se lo ponemos, y la traemos a la Costa Brava. Así que una noche de verano en la Costa Brava se apaga la luz y sale Liza Minelli. Allí estaba. ¡La gente se pellizcaba! No se podían creer que estuviera allí, con ellos. Y sí, estaba. Es por cosas como ésta que digo que a la Administración le falta visión. 
¿Qué visión le falta a la Administración con la música?
Mire, Cataluña reúne en verano a 150 o 200 artistas extraordinarios. ¡Póngalos en una lista? Cataluña, de punta a punta, es solo algo más grande que una megaurbe global. Pues las autoridades deberían hacer y publicar la lista de artistas, y al lado, en qué festival tocan. The Corrs--Alma Barcelona, por ejemplo. Lo mismo con Cap Roig, Peralada o la Schubertiada. ¡La lista es extensísima!
En un territorio así, es casi impensable que vengan tantos artistas grandiosos en verano. Bastaría con promocionarlos, y luego el turista va a verlos allí donde actúan. 
La 'escena festivales' está sumamente fragmentada.  
Falta alguien que diga: Déme usted la lista, y lo publico a nivel mundial. Y serviría para atraer al turista cultural. Visitante que, si me permite, no se va a creer que todos estos artistas actúen en un territorio tan pequeño en este lapso de tiempo. Son 45 días, a lo sumo, cuando vienen a Cataluña los 200 más grandes del mundo. De la lírica, del funky, del pop o cantautores. ¡Y los tienes aquí!
Pues debería haber una lista en la que el turista cultural eligiera: un día al Liceo, otro a Sitges, otro a Peralada...Tendría todo el sentido del mundo, es lo que se debería hacer. Manteniendo cada uno su independencia, eso sí. 
Cuando vayan a ferias de turismo por todo el mundo, no se los van a creer. Porque no existe nada igual. Yo si viajo, miro los posibles planes que puedo hacer. Si vas a, pongamos, Flandes, la visitas una o dos semanas, y miras los conciertos que hay. 
¿Se lo ha dicho usted a la Administración?
Sí, pero no me debo explicar bien, o deben pensar este quién es. Yo he colaborado mucho para que pase: me enorgullece traer a artistas tan importantes. Y que sigan viniendo. Es una forma de hacer. 
Yo se lo he dicho a Turisme [de Barcelona], o a otros muchos. Vaya usted a la feria de Hamburgo, y preséntelo así. Porque los artistas de prestigio atraen por sí mismos. Pongamos que usted sigue a Sting. Y Sting anuncia fecha en Catania. ¡Te vas a Catania! Y vas tres días, comes, cenas, duermes, coges taxi y compras. Esto es turismo cultural. 
En general, ¿siente que se le ha escuchado poco? ¿Que no se le ha reconocido lo que ha aportado a Barcelona?
No, lo que pasa es que ahora todo va muy rápido, todo llega y se va. A nivel calle, la gente me reconoce lo que hago. Recuerdo que dejar Cap Roig --en 2011-- fue empezar de cero. Y luego haces Pedralbes, y tienes que seguir, porque Pedralbes lo has levantado también de cero. Cuando empezamos Pedralbes, ni el jardín estaba cuidado. ¡Fuimos nosotros quienes lo arreglamos!
Recuerdo que bregamos con todo el mundo: los de las fuentes, Parcs i Jardins, este, el otro... Pero acertamos. Hacemos un festival y lo premian como el mejor de España. Un festival de prestigio para Barcelona. Yo lo cuidé, lo mimé, ¿y ahora pasa otro y se lleva el fruto? No creo que tenga sentido. 
Entre Cap Roig y Pedralbes dejé 21 años de mi vida. Cuando a un trabajado cualquiera le preguntas qué ha hecho en 21 años, pues lo normal es que les haya dado un rendimiento. Yo tuve que empezar de cero dos veces: cuando salí de Cap Roig y cuando salí de Pedralbes. De cero. 
Usted, como reza el tópico, se ha reinventado.
Si, pero es muy difícil, ostia, y perdona por el ostia. Tuve la suerte de tener un equipo excelente, fabuloso, en el que hay dos señores sin parangón, dos cracks, que son mis hijos. Mis hijos tienen 36 y 34 años, y llevan aquí desde los 20. Estudiaron sus carreras y luego empezaron a trabajar aquí. 
Cuando salimos de Pedralbes, me dijeron vamos adelante. Y fuimos adelante. Encontramos el Pueblo Español y creamos Alma. Nos hemos reinventado por tercera vez, pero no ha sido fácil. Coge a alguien cualquiera y quítale 20 años de su carrera profesional. 
Martín Pérez Romagosa, director de Concert Studio

Martín Pérez Romagosa, director de Concert Studio SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Llegados a este punto, tras la tercera reinvención, ¿cómo aborda el futuro?
Llegados a este punto, digo que es necesaria una ampliación de capital para coger músculo para lo que viene por delante. El Festival Alma tiene sentido extendiéndose. Aquí vino un señor diciendo tienen ustedes que hacer Alma en Catar. Le escuchamos. También nos han pedido Suramérica. También lo vemos. Pero sobre todo, Alma tiene sentido extendiéndose. Pero como dije, tiene que ser alguien con alma
Cuando hago Cap Roig, pongo dinero, mucho dinero. Y pierdo dinero. Mucho. Pero luego lo levanto, y va como un tiro. A los pocos años, viene otro señor, y se lo queda. Paso un año en blanco, y al otro año, se me ocurre crear Pedralbes. Y como todas las grandes ideas, es algo que te cruza la mente. ¿Por qué no Barcelona? Si ya estaban Cap Roig y Peralada, ¿por qué no Barcelona? Había amigos míos que me decían: esto será un desastre, en Barcelona no tirará
Y yo les respondía que si me equivoco, me equivoco. Y lo levantamos. La gente lo ha reconocido. Déjeme contarle una anécdota, a riesgo de emocionarme, para terminar. 
Por supuesto, le escucho. 
Cuando estoy en la oficina, salgo a comer al Il Giardinetto o al Flash Flash, porque quedan cerca de Concert, y están en mis festivales. Pues bien, salgo un día a comer y veo a una señora plantada aquí delante del Instituto Francés, cerca de nuestras oficinas. Era una señora mayor, pequeñita de talla. Estaba detenida, mirando por todos lados. 
Yo no soy un tío muy social, pero decido acercarme a ella por si se había perdido o desorientado, y necesitaba ayuda. Cuando estaba allegando a ella, me suelta: Jo sóc molt gran, tinc 95 anys. Y yo le dijo: Pues está usted estupendamente. Y en mi fuero interno, yo pensaba quién quedaba en el despacho, quién comería aquí, por si la señora necesitaba quedarse un rato allí, ir al baño, o avisar a un familiar. 
De golpe y porrazo dice de pronto, es que he caigut i m'he fet mal als malucs. Yo me preocupo e intento interceder, pero me corta. Martín, jo el segueixo a vostè. I no hi ha dret amb el que li han fet a Pedralbes. He comprat quatre entrades pel seu festival a Barcelona, les regalaré perquè no hi puc anar, pero jo estic amb vostè. 
Esto es lo que me dice la gente por la calle.