
Fergo Aisa
El dueño de Fergo Aisa, a juicio por alzamiento de bienes y deudas millonarias
Carlos Fernández Gómez, que presidió la extinta constructora catalana, deberá responder este viernes por la venta de varios activos, entre ellos, acciones del RCD Espanyol y un Audi, con el fin de evitar embargos por parte del fisco
Contenido relacionado: Nueva querella contra Antonio Comadrán, el hombre que hundió La Seda, y Toni Quintana, el prestamista de Cataluña
Noticias relacionadas
Los antiguos socios de la extinta constructora catalana Fergo Aisa se sentarán en el banquillo de los acusados el próximo viernes 23 de mayo, cuando dará comienzo el juicio oral en el que se les imputa el delito de alzamiento de bienes (insolvencia punible).
Fergo Aisa se disparó durante el boom inmobiliario en España, logrando manejar una cartera de suelo para 40.000 viviendas, e incluso llegó a cotizar en la Bolsa de Barcelona. En 2013, la compañía se declaró en quiebra por diversas razones, entre las que se incluyen la crisis financiera, una gestión con maniobras irregulares y una deuda de 250 millones de euros.
Hacienda
Su caída ocasionó múltiples disputas legales entre la administración de la constructora, sus clientes e inversores, además de conflictos con Hacienda por fraude y otras actuaciones controvertidas del exdueño y presidente, Carlos Férnandez Gómez.
En esta oportunidad, el juicio se centra en la investigación contra Fernández Gómez, uno de sus colaboradores, y cuatro sociedades vinculadas al grupo (Casaga 2006 S.L., Testimonial S.L., Hunsel Blue S.L. y Establecida S.L). El proceso se desarrollará en la Sección nº 9 de la Audiencia Provincial de Barcelona.
Inicios de la jugada
El origen de los hechos se sitúa en la deuda que el expresidente de Fergo Aisa mantenía con Hacienda en 2013, la cual ascendía a 1.025.500 euros, según expone el documento al que ha tenido acceso Crónica Global.
Esta deuda incluía una liquidación pendiente del IRPF y sanciones impuestas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por infracciones muy graves relacionadas con otra sociedad de su propiedad (Aguas de Interlaken).
A partir de estas obligaciones, la Agencia Tributaria lo declaró responsable solidario, lo que implicaba que debía responder también por las deudas contraídas por Aguas de Interlaken.

Uno de los activos de Fergo Aisa
Traspaso de activos
Ante todas sus deudas, y para evitar embargos por parte del fisco, el empresario catalán optó por desprenderse de varios de sus activos, entre ellos, acciones del RCD Espanyol, una vivienda unifamiliar y un vehículo Audi A8.
Fernández Gómez vendió su participación en el club deportivo a Teoserver S.L. por 300.000 euros, una cantidad que distribuyó entre sus acreedores y a sí mismo a través de sus sociedades.
Préstamo de TQ Eurocredit
En cuanto al bien inmueble, el empresario lo utilizó como garantía de un préstamo que pidió a TQ Eurocredit-BCN, parte del grupo TQ Alternative Investments de Antoni Quintana i Mas.
Más tarde, acordó la venta de la propiedad a otra sociedad del grupo Quintana. Esta operación se cerró por unos 250.700 euros, que se destinaron a la cancelación del préstamo. No obstante, Fernández Gómez terminó perdiendo 300.000 euros con la operación.
El coche de la marca Audi, por su parte, fue transferido a Establecida S.L. en 2015.
Petición de condena
La Fiscalía solicita que Fernández Gómez sea condenado a cuatro años de prisión, además de una multa de 20 euros diarios durante dos años. Para el colaborador, pide una pena de 2 años de prisión y una multa de 12 euros diarios durante 16 meses.
Ambos imputados también deberán indemnizar a Hacienda con 222.065 euros. Asimismo, Fernández Gómez deberá responder por otros 564.000 euros (precio original de la vivienda unifamiliar) y por el valor que se le asigne al vehículo Audi.
Las entidades Casaga 2006, Testimonial, Hunsel Blues y Establecida serán responsables civiles subsidiarias, según el escrito consultado por este medio.
¿Quién es el exdueño de Fergo Aisa?
Natural de Sant Feliu de Codines (Barcelona), el empresario acumuló su fortuna gracias a la constructora Fergo. En 2009, impulsó la fusión con Aisa, una destacada inmobiliaria barcelonesa en graves problemas económicos, y asumió la presidencia de la nueva empresa, Fergo Aisa, según recoge Público.
En lugar de revivir la compañía, su gestión agravó la situación, causando un pasivo de 300 millones en 2014. Desde la quiebra, Fernández Gómez ha enfrentado múltiples querellas y denuncias por su polémico manejo empresarial.