El ministro de Economía, Carlos Cuerpo (izq.), conversa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez / EP

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo (izq.), conversa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez / EP

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BBVA-Sabadell: el baile de cifras de despidos condiciona la decisión final de Moncloa

Tras finalizar la inédita consulta pública sobre la operación, todo queda en manos del Consejo de Ministros para afrontar una medida decisiva para el futuro del sector financiero del país

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El factor del empleo ha adquirido un inusitado papel protagonista en la recta final del proceso que llevará al Gobierno a adoptar una medida definitiva en torno al abordaje del BBVA al Banco Sabadell. Las amplias diferencias entre las cifras que ponen encima de la mesa las entidades implicadas, los expertos y los sindicatos, que oscilan entre 2.500 y 10.000 puestos de trabajo, suman algo más de ruido a una operación que acumula más de un año de travesía, y cuyo futuro se antoja incierto.

No va más. Este viernes concluyó el plazo para participar en la inédita consulta pública puesta en marcha por el Gobierno acerca de la OPA hostil lanzada por el BBVA sobre su competidor hace 12 meses. La intención del Ejecutivo era que el Ministerio de Economía contara con más elementos de juicio a la hora de decidir si finalmente eleva la operación al Consejo de Ministros.

En manos de Moncloa está la posibilidad de vetar la fusión pretendida por el banco que preside Carlos Torres o incluir más condiciones, añadidas a los compromisos incluidos en el dictamen sobre el caso aprobado recientemente por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Precisamente este viernes, los sindicatos CCOO y UGT aprovecharon este escenario para poner en el foco el impacto de la operación en materia laboral. Para la ocasión, y pese a que la consulta pública estaba aún abierta, han optado por la vía rápida. A través de una carta dirigida al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, han manifestado su oposición a la OPA y advertido de los riesgos que supone para el empleo. 

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, presenta el Estatuto del Becario, flanqueada por los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo (izq.), y de UGT, Pepe Álvarez / EP

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, presenta el Estatuto del Becario, flanqueada por los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo (izq.), y de UGT, Pepe Álvarez / EP

A la hora de cuantificar el impacto, las centrales sindicales y sus respectivas federaciones de banca han esgrimido cifras que van desde los 7.700 a los 10.000 puestos de trabajo directos. Sus estimaciones están avaladas por un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid, que también han adjuntado al titular de Economía.

Hace apenas dos semanas, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, mostraba también su frontal rechazo a la operación, también con el argumento principal de las potenciales consecuencias en materia laboral. En el marco del 1º de mayo, y recién conocida la luz verde condicionada de la CNMC a la fusión, Díaz habló de que la eventual operación pondría en riesgo en torno a 5.000 empleos

Número este último que no está demasiado alejado del que, en un primer momento, manejaban los sindicatos, aún cuando no se conocían demasiados detalles acerca de los planes del BBVA. Eso sí, las estimaciones ya diferían en gran medida de las de la propia entidad con sede en Bilbao, que cifró en unas 300 el número de sucursales que tenía previsto cerrar en el caso de que finalmente se llevara a cabo la fusión.

A la hora de hacer cálculos, el Banco Sabadell no se ha mantenido al margen. El último pronunciamiento al respecto ha sido reciente. Con motivo de la presentación de los resultados del primer trimestre, el consejero delegado, César González-Bueno, insistió en situar el impacto de la operación en materia de empleo entre 3.000 y 4.000 trabajadores.

Cifras muy dispares

“Son cifras estimativas, no tenemos todos los datos; los cálculos se basan en salarios medios en el sector. No serán las exactas, pero seguro que no se alejan demasiado”, matizó.

No deja de sorprender que las estimaciones sean tan dispares. Incluso, que las que maneja el Sabadell estén más cerca de las del BBVA que de las de los representantes de los trabajadores. El banco catalán y los sindicatos coinciden en su frontal rechazo a las pretensiones del autor de la OPA.

Será este escenario de confusión el que contemple la decisión del Gobierno. Tras la consulta, el Ministerio de Economía tiene de plazo hasta el próximo 27 de mayo para decidir si eleva la decisión al Consejo de Ministros

El hecho de que la aprobación de la CNMC en fase 2 haya sido condicionada permite al Gobierno contar con esa “última palabra” de la que se ha hablado desde que arrancó el proceso. 

Moncloa podrá vetar la fusión o imponer condiciones adicionales, relacionadas con cualquier elemento o factor distinto de los analizados por el regulador de Competencia. En este punto, el empleo podría representar un papel determinante, hasta el punto de hacerlo decisivo para que el BBVA renunciase a la futura integración del Banco Sabadell.

Tumbar la OPA

Lo que no está en manos del Ejecutivo es tumbar la OPA. Aun sin la fusión, BBVA ha manifestado su intención de seguir adelante con la operación, hacerse con la mayoría del capital de la entidad que preside Josep Oliu y gestionarla como una filial especializada en la banca de empresas. 

Así las cosas, las únicas opciones para tumbar los planes del oferente pasan por hacer que no prospere la oferta. Su éxito está condicionado a obtener cerca de un 50% del capital. Sólo una aceptación sensiblemente inferior haría desistir al BBVA. En este punto, el clima de dudas, cifras discordantes y temores acerca del futuro del empleo juegan a favor de las intenciones del Gobierno, opuesto a esta maniobra desde el primer minuto.