
La presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC), Cani Fernández
La CNMC aprueba la OPA de BBVA sobre el Sabadell con compromisos y deja la fusión en manos de Moncloa
El regulador da luz verde a la operación tras una maratoniana reunión que ha culminado casi un año de tramitación en el organismo
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El abordaje de BBVA a Banco Sabadell alcanza uno de sus hitos más relevantes. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha aprobado la fusión de las dos entidades, cerca de un año después de que la primera presentara el caso al regulador.
No obstante, la decisión del organismo incluye una serie de compromisos para BBVA, lo que hace que el trámite de la operación no concluya en ese punto. La resolución de la CNMC da paso a una eventual tercera fase, con la intervención del Gobierno. El Ejecutivo tendrá la posibilidad de imponer nuevas condiciones o, incluso, vetar directamente la operación.
Definitivamente, el día 30 de abril quedará asociado de forma eterna a esta operación, con independencia de su desenlace final. Justo en esa fecha, pero de 2024, trascendió públicamente por primera vez que BBVA iba a intentar de nuevo aquella fusión con Banco Sabadell que se había frustrado a finales de 2020.
Justo 365 días después de aquella extraña filtración a la TV británica Sky News, la Sala de Competencia de la CNMC ha marcado un nuevo hito al aprobar la operación. Entre medias, 12 meses completos en los que no han faltado una OPA hostil, decenas de mensajes cruzados entre las entidades y un trámite de Competencia con Fase 2. Incluso, recursos ante la Justicia por la decisión del regulador de no atender las alegaciones de los grupos de interés en esta etapa del caso.
La decisión finalmente adoptada por el organismo que preside Cani Fernández no ha sorprendido al mercado, que ya descontaba un visto bueno sin condicionantes demasiado severos.
Malestar en el Sabadell
De hecho, la cúpula directiva de Banco Sabadell ya lo daba por hecho hace algo más de un mes, en el contexto de su junta general de accionistas. La entidad que preside Josep Oliu se ha mostrado contrariada ante la posibilidad de que el regulador aceptara los compromisos que ha negociado con BBVA. Principalmente, porque el grueso de estas medidas son de carácter temporal, como el mantenimiento de las condiciones de los créditos durante 18 meses.
Banco Sabadell ha cargado este miércoles contra la CNMC por la metodología usada para analizar el impacto de la operación en el mundo de las pymes. Y ha apuntado que, a día de hoy, la oferta de BBVA supone una prima negativa para los accionistas del Sabadell de prácticamente el 7%, lo que se traduce en que a los precios actuales perderían ese dinero.
Evitar votos particulares
El aspecto más llamativo de la reunión mantenida por la Sala de Competencia este miércoles ha sido su larga duración. Fuentes conocedoras de la situación señalan a Crónica Global que este factor ha venido dado por la intención de la CNMC de alcanzar un acuerdo por unanimidad.
En las últimas horas habían surgido fuertes rumores sobre la posibilidad de que el dictamen del regulador contara con un voto particular; una eventualidad que la Sala de Competencia ha querido evitar con la finalidad de eliminar todos los elementos de incertidumbre posibles.
El motivo principal es que el proceso no finaliza aquí. Aunque los compromisos que ha incluido la CNMC se han correspondido principalmente con los negociados con la parte que ha planteado el caso, abren igualmente la puerta a una inédita Fase 3. Es decir, aquella en la que el protagonismo corresponde al Gobierno.

El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu (dcha.), y el consejero delegado, César González-Bueno / BANCO SABADELL
Durante los próximos 15 días, el Ministerio de Economía analizará la resolución y determinará si la eleva al Consejo de Ministros. Una vez cumplido este trámite, el Consejo dispondrá de un mes para acordar el establecimiento de condiciones adicionales (de cualquier tipo excepto en materia de competencia). O, incluso, si veta por completo la fusión.
Desde que se conoció la operación, el Ejecutivo se ha posicionado en contra, al entender que supondría un riesgo para la oferta de servicios financieros; en especial, con vistas a pymes y autónomos, que componen cerca del 99% del tejido empresarial en España.
El avance del proceso y los compromisos anunciados por BBVA no han sido suficientes para que Moncloa haya reconsiderado su postura. Tras la decisión de la CNMC, que ha puesto fin a la Fase 2, el Ministerio que dirige Carlos Cuerpo ha señalado que estudiará en profundidad el dictamen antes de pronunciarse.
Hasta entonces, un término que va a estar en boca de todos durante los próximos días: prudencia.
Tras la presentación de resultados trimestrales, el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, recalcó este martes que el examen de la CNMC había incluido numerosos elementos que trascendían el área de competencia. Entre ellos, mencionó ámbitos como las cohesiones social y territorial y el refuerzo de colectivos desfavorecidos.
CNMV, a la espera
El ejecutivo también recordó que si de la Fase 3 se derivan condiciones más severas para la fusión, hasta el punto de poner en peligro los objetivos de creación de valor diseñados por BBVA, el banco renunciaría a ejecutar la maniobra.
A la espera de Moncloa también está la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ya anunció en su día que no daría luz verde al folleto de la oferta hasta que el Gobierno no se hubiera pronunciado, en cualquier sentido.

El presidente de BBVA, Carlos Torres / EP
Cabe recordar que entre las potestades de Moncloa se encuentra el veto a la fusión pero, en ningún caso, a la OPA. Y que BBVA ha insistido en que también encuentra sentido a la operación sin fusión, toda vez que la mayor parte de las sinergias previstas están relacionadas con los ahorros en el desarrollo de los procesos de digitalización.
Un mensaje que ni Banco Sabadell ni el mercado han terminado nunca de creerse, hasta el punto de negar el sentido a la operación si ésta no incluye una fusión.