
Imagen de Kilian Garcia, director del departamento de Internacional de Foment del Treball Barcelona
Kilian Garcia (Foment del Treball): “Trump quiere implementar una política comercial del siglo XIX y en el contexto actual es complicado”
El director de Internacional de la organización empresarial cree que, además de Europa, las empresas y fondos de inversión deben ver a Cataluña como "una zona ideal" para conectar con los mercados de África y América Latina
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En un contexto global marcado por la incertidumbre económica y las tensiones comerciales internacionales, el cometido de las empresas y su capacidad para adaptarse a un entorno cambiante resulta más crucial que nunca. Para analizar este panorama y entender cómo afecta la situación al tejido empresarial catalán, Crónica Global conversa con Kilian Garcia, director de Internacional de Foment del Treball.
Desde la sede de la organización empresarial, se tratan cuestiones clave como el impacto de los aranceles impulsados por la administración de Donald Trump, o los retos y oportunidades de la internacionalización para las empresas catalanas. Un encuentro para entender hacia dónde se mueve la economía.
- En el momento de esta entrevista, de alguna forma, se ha impuesto una tregua en la aplicación de los aranceles por parte de Estados Unidos. ¿Cree que finalmente las medidas tendrán un impacto significativo para las empresas catalanas, o bien será un efecto limitado?
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No es tanto una pausa para negociar, como ha dicho Donald Trump: la tregua llega por las consecuencias macroeconómicas que ha sufrido la economía norteamericana por las medidas arancelarias del presidente. Nadie puede obviar que la economía de Estados Unidos está muy hiperconectada con el resto del mundo, especialmente con China y la Unión Europea.
Hemos vivido unos días un poco caóticos y llenos de incertidumbre, porque en Foment recibimos muchos mensajes de empresas que ya habían mandado sus productos a Estados Unidos y desconocían si se les iban a aplicar los aranceles. - ¿El discurso de Trump con grandes titulares, sobre los aranceles, lo ve sostenible en el tiempo?
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Querer implementar una política comercial del siglo XIX ahora es complicado. Quizás a diez años vista lo analizamos y observamos que Trump ha conseguido reindustrializar el país. El futuro es imprevisible, pero con los datos actuales de las organizaciones y los mismos bancos norteamericanos hay una gran probabilidad de que aparezca el fantasma de la recesión.
¿El Gobierno estadounidense aguantará una recesión? ¿La ciudadanía está dispuesta a pagar el precio? Políticamente, China y Estados Unidos son antagónicas. Ahora bien, a nivel económico tienen una relación de dependencia.
- En caso de que las medidas arancelarias más duras se consoliden después de la citada tregua, ¿a qué mercados pueden redirigir su actividad las empresas catalanas?
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Hasta las elecciones norteamericanas del pasado noviembre, incluso después, había un fuerte interés de las empresas catalanas no solo para captar negocio. También han expresado su voluntad de implementarse en Estados Unidos. El mercado norteamericano no se puede sustituir, insisto en que estamos muy interconectados.
Más allá del aspecto comercial y económico, no se puede obviar que entre Europa y Estados Unidos hay una alianza de unos 80 años (OTAN). En el cambio de paradigma que vivimos, quizás no estamos en el mejor momento de la relación, y seguramente Europa debe redefinirse. Todo esto no quiere decir que la relación no sea válida.

Imagen de la entrevista al dirigente de Foment del Treball Barcelona
- ¿Y entonces cuál será el escenario?
- Desde la perspectiva de la Unión Europea, se están haciendo los deberes. Un ejemplo es el último viaje de la presidenta Von der Leyen a la India, uno de los países más poblados del mundo, para negociar acuerdos de libre comercio.
¿Sustituye esto a Estados Unidos? No, pero puede ayudar. Otro acuerdo, muy interesante y con un papel activo por parte de las empresas catalanas, es el pacto del Mercosur. - ¿Después de los colapsos logísticos de los últimos años, Kilian Garcia cree que las empresas catalanas han aprendido a diversificar y proteger mejor sus cadenas de suministros?
- El Covid puso encima de la mesa la necesidad de cambiar ciertas dinámicas. Las cadenas logísticas son muy largas. Un producto farmacéutico se crea en China, pero para ser completado debe pasar por la India y, después, acaba llegando a la Unión Europea. En conclusión, no tenemos capacidad para producir productos estratégicos.
- ¿Hemos aprendido alguna lección en este sentido?
- Todavía estamos en pleno proceso de cambio, y no quiere decir que dejemos de trabajar con China o la India. Eso sí, cada vez más, las cadenas de producción se acercan a Europa.
En Foment del Treball lo tenemos claro, y queremos que la actividad se concentre en Cataluña, España y Europa. En medio de estos dos escenarios, algunas empresas han encontrado un término medio en zonas como Turquía, Marruecos o Túnez.
Países en los que se dan las condiciones para generar un producto y que llegue en pocos días a Barcelona. El objetivo es reducir, al máximo, la dependencia del exterior, pero asumiendo que producir todo lo que necesitamos en un único sitio es muy complicado.

Kilian Garcia, director de Internacional de Foment del Treball Barcelona
- ¿Las empresas catalanas están bien posicionadas digitalmente para competir en un entorno global en el que la innovación tecnológica avanza tan rápidamente?
- Quizás vamos un poco atrasados en comparación con otros países. De alguna manera, los informes Letta y Draghi visibilizan que necesitamos ser más competitivos, y la innovación tecnológica es uno de los ámbitos con los que tenemos más trabajo.
En Europa, cada Estado tiene su propia política de innovación, y no estamos interconectados. No tenemos un mercado único de capitales que permita financiar actuaciones, a nivel europeo, de forma eficiente.
Desde la óptica catalana hay optimismo por la capitalidad tecnológica de Barcelona en el sur de Europa. Además de las startups, en la ciudad y su entorno tenemos infraestructuras de primer orden mundial como el Barcelona Supercomputing Center, la inversión de 1.300 millones de AstraZeneca o el futuro CaixaResearch Institute. - ¿Cuáles son los principales retos de la empresa catalana para adaptarse a las exigencias medioambientales de los mercados internacionales?
- Aquí hay una paradoja. El consumidor quiere que las empresas tengan conciencia ambiental y las autoridades públicas, principalmente la Unión Europea, han impulsado una agenda verde, pero el esfuerzo debe ser global con el resto de socios internacionales.
No podemos pedir nada que merme la competitividad de las empresas catalanas mientras importamos productos del resto del mundo que se fabrican bajo condiciones que aquí en Europa no aceptamos de ninguna manera. Desde Foment pedimos una estrategia que acompañe a las empresas.
- ¿La colaboración público-privada goza de buena salud?
- Todo el mundo siempre tiene las mejores intenciones a la hora de plantear la colaboración público-privada. La Administración pública es quien marca las reglas, pero a la vez debe escuchar las demandas del sector privado, porque es quien mejor conoce las consecuencias de las decisiones.
Cuidado, este posicionamiento no quiere decir que el sector privado tenga que dictar las normas, ni tampoco que estamos en contra de la transición verde. El objetivo de las empresas no solamente son los beneficios, también queremos que se impulsen puestos de trabajo de calidad.

Imagen de la entrevista con Crónica Global Barcelona
- ¿Cuáles son las principales líneas de acción del departamento de Internacional de Foment del Treball?
- Nuestra misión es que las empresas adheridas a Foment del Treball tengan todo el apoyo para su internacionalización.
- ¿Y este planteamiento cómo se ejecuta?
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A través de nuestra red de contactos internacionales y el trabajo técnico, nos encargamos de trasladar a las empresas cuáles son las barreras para acceder a un determinado mercado y los diferentes agentes. En otro orden, de forma recurrente, impulsamos las exportaciones con las misiones comerciales.
La apuesta de Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, es generar una interlocución directa con los Gobiernos de los mercados clave. De la mano de la Administración pública, también apoyamos la captación de inversión directa extranjera.
Las empresas y los fondos de inversión deben ver a Cataluña como una zona ideal no solamente para entrar en el mercado europeo, sino también como vía de acceso al mercado africano y de puente con América Latina.
- ¿Qué retos de futuro tiene Cataluña en clave de internacionalización?
- Cataluña debe ser capaz de expandir una base exportadora ya muy sólida. Aquí la Generalitat juega un papel muy destacado, ya sea con una partida en los presupuestos y en otras iniciativas como el Pacte Nacional per a la Indústria.
Para salir al mundo, las empresas necesitan un primer apoyo que actualmente se ofrece, por ejemplo, desde ACCIÓ y las oficinas comerciales de la Generalitat en el exterior. Una ayuda pública acostumbra a tener un retorno mucho mayor.