Establecimiento Textura en el centro comercial l'Illa Diagonal

Establecimiento Textura en el centro comercial l'Illa Diagonal CG Barcelona

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Las tiendas de ropa de hogar Textura, de Barcelona, vuelven a cerrar con pérdidas en 2024

La empresa pertenece desde 2017 a un grupo de inversores privados de Cataluña y las Islas Canarias

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La cadena Textura continúa con el desarrollo de su plan de negocio. Sus principales ejes de actuación reposan en la apertura de locales, la reforma de los ya existentes, la entrada en mercados internacionales inexplorados, así como el impulso al canal de ventas profesionales y la captación de grandes cuentas de compañías.

Su facturación en 2024 subió a 23,4 millones, con un aumento del 4%. Pese al impulso, todavía sigue por debajo de los niveles que lucía antes del estallido de la pandemia de 2020. El negocio internacional aporta el 7% de los ingresos.

Números rojos

La cuenta de resultados siguió en pérdidas por segundo año consecutivo, con un saldo final negativo de 243.000 euros, algo superior al del ejercicio previo.

El déficit se explica, en parte, por los gastos financieros y la amortización del fondo de comercio.

El dato más positivo fue la obtención de beneficios brutos, por importe de 200.000 euros, contra los 300.000 negativos de 2023.

Ropa de hogar

Textura posee una red de casi 70 tiendas, abiertas en Cataluña, Andalucía, Aragón y Canarias, con una plantilla de 200 empleados.

Los establecimientos expenden artículos textiles para el hogar y otros accesorios, fabricados con materiales naturales y orgánicos de alta calidad. El muestrario se caracteriza por sus diseños atemporales y de larga duración.

El cuartel general de la casa radica en la calle Mallorca, de Barcelona.

Pioneros

Textura fue fundada en los años setenta del siglo pasado por Carlos Manchón e Isabel Criado. En 2005, ambos vendieron sus acciones a BBVA y al banco de negocios EBN, y propinaron un petardazo considerable.

Los adquirentes abrigaban el propósito de dar empuje a la red comercial y extender los tentáculos de sus tiendas por el extranjero, con el objetivo de engordar la vaca y propinar el pase a un tercero a la primera oportunidad. Pero la crisis y el desfallecimiento del consumo truncaron los planes.

Ropa de cama de Textura

Ropa de cama de Textura CG Barcelona

Racha desfavorable

Una vez en manos de las flamantes entidades financieras, Textura languideció. En el periodo 2009-2013 encadenó pérdidas por un total de casi 6 millones.

Luego sobrevino una racha favorable que perduró hasta 2017. Tras doce años bregando, los dos propietarios aprovecharon el momento propicio para soltar el pelotazo.

Socios

Traspasaron el 100% a un heterogéneo grupo de inversores privados, residentes en Cataluña y en las islas Canarias. Entre los primeros figuran las sociedades Taltrade, de la acaudalada familia barcelonesa Carrillo, dueña del gigante de las estanterías Mecalux; Nafainvest Inversiones, de Pedro y Marta Leg Moreno; Norvo, de la saga Gómez Casals, propietaria de hoteles y ex dueña del Gallery, de la Ciudad Condal.

Los inversores canarios son las mercantiles Hacienda los Perales, de los tinerfeños López Díaz; amén de Casticapital y Casaninvest, de Las Palmas, dirigidas por Fernando del Castillo y Bravo de Laguna y Agustín del Castillo Machado.

Desde que este aguerrido conglomerado de capitalistas se apoderó de la veterana casa barcelonesa ocho años atrás, solo ha obtenido beneficios en un ejercicio. El quebranto acumulado se cifra en 3,2 millones.

Textura dispone de un patrimonio de 6,5 millones al cierre de 2024.