El CEO de Grífols secunda a su director financiero e invierte 140.000 euros en acciones
- Nacho Abia realizó diversas operaciones de compra tras conocerse la nueva emisión de bonos que despeja el horizonte de vencimientos de deuda hasta 2027
- Más información: Grífols sube con fuerza en bolsa tras refinanciar deuda con bonos por 1.300 millones
Toque a rebato en la cúpula directiva de Grífols. Tras el anuncio de una nueva emisión de bonos, que despeja a corto plazo el horizonte financiero de la empresa, su consejero delegado, Nacho Abia, acudió al mercado para reforzar su posición en el valor a través de diversas operaciones de compra de títulos por un valor de algo más de 140.000 euros.
Una maniobra en la que el primer ejecutivo del productor de hemoderivados secundó al director financiero de la compañía, Rahul Srinivasan, que tampoco dejó pasar demasiado tiempo antes de realizar su particular apuesta por el valor. Como informó Crónica Global, el responsable de las finanzas de Grífols adquirió acciones por valor de algo más de 50.000 euros apenas unos instantes después de iniciarse la sesión del pasado jueves.
En esa misma fecha, Abia llevó a cabo cuatro operaciones de compra de títulos de Grífols. A través de ellas se hizo con un paquete de 15.000 títulos, por los que desembolsó algo más de 140.000 euros.
Como en el caso de Srinivasan, el consejero delegado de Grífols realizó las operaciones en mercado, aunque un lote de algo más de 6.000 acciones fue adquirido a través de la plataforma Equiduct, que presta servicio a sus clientes para la compra de acciones en las principales bolsas del Viejo Continente.
En aquella jornada, Grífols se disparó desde los primeros minutos gracias a la buena acogida que tuvo la operación entre los inversores. La cotización del productor de hemoderivados había quedado notablemente tocada tras confirmarse que Brookfield abandonaba los planes para lanzar una OPA por el 100% de la compañía, conjuntamente con la familia fundadora y primer accionista.
Tras registrar alzas superiores al 12%, Grífols concluyó la sesión con una subida del 8,4%. Abia compró las acciones a un precio de 9,38 euros, un 2,4% más caras que en los primeros instantes de la jornada, en los que el director financiero llevó a cabo su operación de compra.
Horizonte despejado
Los nuevos bonos permitirán a Grífols repagar antes de que finalice el presente año lo que le resta de amortizar de los bonos senior garantizados, emitidos en su día al 1,625% y cuyo último vencimiento, por valor cercano a 350 millones, está previsto para el próximo febrero
Además, los ingresos también serán empleados por la farmacéutica para liquidar por completo los préstamos revolving, cuya obligación de pago estaba fijada para noviembre de 2025. Este tipo de financiación no cuenta con plazos medios de amortización sino que se liquida de una vez y a la finalización del contrato.
La nueva emisión hará igualmente posible que Grífols extienda durante 18 meses la mayor parte de la línea de crédito revolving multidivisa que mantiene en la actualidad. Una maniobra que llevará el vencimiento a mayo de 2027.
Grífols ha comenzado la semana de manera brillante en bolsa, con un avance del 3,82%, que ha llevado el precio de sus títulos hasta 9,71 euros.
El favor de los analistas
En los últimos días, la compañía se ha ganado el favor de algunas firmas de análisis y bancos de inversión de EEUU, que han emitido informes positivos sobre sus perspectivas.
Entre ellos, ha llamado la atención el de Berenberg Bank por el hecho de elevar en casi 10 euros su precio objetivo de la farmacéutica, para situarlo por encima de los 19 euros por acción. Además, la entidad ha mantenido su recomendación de compra.
Por su parte, Bernstein ha mejorado su consejo sobre el valor y también lo ha situado en comprar. La última revisión de JP Morgan no modificaba su recomendación y la dejaba en "mantener".
Además de la emisión de bonos y de que la compañía no haya tenido que recurrir a una incierta ampliación de capital, el mercado ha interpretado como positiva la incorporación al consejo de administración de Grífols de un representante de los fondos críticos con la gestión.
Los analistas consideran que esta decisión contribuirá a reducir el ruido en torno a la compañía y, además, supondrá un espaldarazo importante para la mejora de la gobernanza. Un capítulo en el que Grífols ha avanzado de forma notable desde el estallido de la crisis por el informe de Gotham City pero en el que aún restan importantes aristas por limar.