Mr. Wonderful, a la desesperada para evitar el concurso de acreedores.
La compañía happy ha presentado al Juzgado Mercantil número 11 de Barcelona un plan de reestructuración de sus pasivos, cifrados en 10 millones.
Dicho plan cuenta con el apoyo de su accionista mayoritario, el fondo Oquendo, pero con la firme oposición de Caixabank y Sabadell, dos de los cinco bancos con los que tiene contraídas deudas abultadas.
Adiós al 21% de la plantilla
La reestructuración afecta tanto a la sociedad matriz Harlem como a su filial Mr. Wonderful, que aglutina el grueso del negocio. Si no logran sacar adelante el expediente, el binomio podría desembocar en suspensión de pagos.
El grupo Mr. Wonderful está contra las cuerdas. Este año no sólo ha cerrado cuatro tiendas y ha despedido a 33 empleados -el 21% de su plantilla-, sino que ha abandonado sus céntricas oficinas de Barcelona para ahorrarse el oneroso alquiler.
Se marchan de plaza Catalunya
En su cuartel general ubicado en la plaza de Catalunya, en el mismo inmueble que aloja el Hard Rock Café, ya no habita nadie. "Los fondos le han obligado a abandonarlo", explica una fuente del mercado.
Ahora, el nuevo hogar de la firma es mucho más humilde: está fijado en la calle Comte Borrell, encima de una de las tiendas del grupo, en una zona mucho menos prime. Las reclamaciones de los clientes se gestionan desde un call center del Vallès.
Deudas millonarias
Tales cambios forman parte del programa de ajuste de Mr. Wonderful, tras un fracasado proyecto de crecimiento.
Dicho ajuste ha provocado asimismo un recorte de personal y la clausura de tiendas. La firma bajó la persiana de sus puntos de venta en los centros comerciales Parque Sur, de Leganés; Vialia, de Vigo; Luz de Tajo de Toledo; y Nervión Plaza, de Sevilla.
También ha echado a 20 colaboradores de las tiendas y a 13 de los servicios centrales, con una indemnización de 30 días por año trabajado, hasta un máximo de 12 mensualidades o 12.000 euros.
'Rise and fall'
En 2023, Oquendo y los fundadores inyectaron recursos frescos por importe de 6,5 millones, mediante la capitalización de deuda. Pero no fue suficiente y ahora el grupo requiere otro recorte.
La empresa, fundada en 2012 por Ángela Cabal y Javier Aracil, alcanzó su máximo apogeo en 2016, con unas ventas que rozaron los 30 millones. Pero a raíz del Covid sufrió un descalabro de resultados.
"De todo menos Wonderful"
Varios directivos del grupo abandonaron la empresa hace un par de años. ¿Los motivos? La resistencia al cambio por parte de la dirección, la desconfianza en los planes de negocio y un ambiente de trabajo enrarecido.
Según explican extrabajadores consultados por este medio, el ambiente en las oficinas era "tóxico". Según la misma fuente, los mensajes optimistas y entrañables impresos en las tazas y calendarios que vende Mr. Wonderful no se aplican en el día a día de la empresa.