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Claroscuros en el museo prohibido de Tatxo Benet. El Museo del Arte Prohibido que impulsó el presidente y consejero delegado de Mediapro en un palacete en el centro de Barcelona ha recogido buenas críticas en su primer año, aunque ha quedado un 20% por debajo de su previsión oficial de visitantes. El proyecto es una aventura personal del directivo, que también opera una librería (L'Ona) y una plataforma de distribución de melocotones. 

Fuentes cercanas a Mediapro han detallado la "decepción interna" en el grupo por el proyecto del Museo, que abrió en la Casa Garriga-Nogués del Eixample en octubre de 2023. Un año después, el producto convence solo a medias, y ello es significativo porque el canal museístico es uno de los que se han propuesto reforzar el conglomerado audiovisual para encauzar su compleja situación financiera. 

Un 20% menos de visitantes, como mínimo

¿Cuántos visitantes ha atraído el Museo en un año? Una portavoz ha confirmado que, a 17 de noviembre, la censuroteca ha atraído a 126.474 clientes; esto es, casi 9.800 al mes, o 326 al día. 

¿Son muchos o pocos? Cuando abrió en octubre del año pasado, la galería solo dio sus previsiones a un medio, el diario nacionalista Ara, que, que avanzó que se esperaban 200.000 fieles en un año. Si se da por buena esa cifra, la caída es dolorosa: un 36% menos

Pero ahora, un año después, el negocio cultural-turístico matiza que ellos dieron solo una estimación oficial de 130.000 a 150.000 entradas vendidas en 12 meses. Han vendido 126.474 en 13 meses, lo que es entre un 3% y un 18% menos de lo previsto

Buenas críticas

Eso sí, la mejorable cifra de tickets colocados -cuestan entre 9 y 12 euros- no empaña las buenas críticas que recibe la instalación cultural. Presume de una rocosa media de 4,7 puntos sobre 5 en Google Reviews, la principal referencia de revisión de establecimientos. A su vez, Tripadvisor le asigna una saludable nota de 4,5 sobre 5. 

Tatxo Benet, junto a una obra que muestra a Saddam Hussein en una pecera Cedida / EFE

Los críticos y expertos en la escena cultural, como el colaborador de Grupo Global de Medios (GMG) Ramón de España, han loado el producto. La exposición anticensura ha sido cálidamente tratada en medios como The Guardian; Canal Arte, The Economist, Vanity Fair y Forbes

"Programación creciente"

A preguntas de este medio, una portavoz ha defendido que la propuesta cultural "va bien", y que la programación del Museo es "creciente". Como ejemplo de ello, recuerda que la galería arrancó un programa de actividades culturales en febrero de este año. 

Asimismo, el fortín liberal ha colaborado con el festival Extrarradios, un spin off de Periferias, una muestra interdisciplinar que canceló el municipio de Huesca por petición de Vox al PP, ya que fueron socios de gobierno en la capital provincial. 

Prioridad de la Mediapro 'post-Roures'

El desempeño del museo personal de Tatxo Benet tiene más enjundia de la que aparenta. Porque une los dos mundos del empresario catalán: el personal y el empresarial. No en vano, Grupo Mediapro ha hecho del canal museístico una de sus apuestas tras el despido de Jaume Roures, cofundador del grupo con Benet y el fugado Gerard Romy, en octubre de 2023. 

En enero de este mismo año, el conglomerado audiovisual creó una nueva unidad de negocio para este cometido: Mediapro Experiences, con David Xirau al frente. Se trata de un directivo muy bien valorado en la industria. La otra era Canales y Plataformas, que pilota David Margalef. Ambos entraron en el consejo de dirección de la enseña. 

Roures languidece en Abacus

De este modo, el arte es nuclear tanto en la esfera profesional como personal del empresario autodeclarado independentista -de hecho, el Museo lo administra Atas Corp, una sociedad del holding-. Es un camino distinto al que ha tomado su exsocio, Jaume Roures, implicado en Abacus y creador junto a Oriol Soler de Abacus Futur, un sello editorial y audiovisual de los dos patronos. 

Así, mientras Benet privilegiaba la conducción de Mediapro y el arte, su expartner se acercaba al mundo audiovisual. Fuentes cercanas al empresario despedido de Mediapro indican no obstante que Roures alberga dudas de que Abacus tenga la capacidad y músculo suficiente para ganar tamaño en el audiovisual. 

Obras censuradas

Mientras, Tatxo Benet sí ahonda en sus proyectos, y mantiene su influencia social, como demuestra el hecho de que se le vio unas semanas atrás en el deseado Civet que celebra anualmente el empresario Luis Conde en el Empordà, como explicó Crónica Global

La obra 'Not dressed for conquering', expuesta en el Museo de Arte Prohibido Cedida / Agencias

En relación con el Museo, Benet ha logrado un producto único en el mundo y, al mismo tiempo, convertirse en benefactor-refugio de obras de arte censuradas en distintos círculos.

La galería de Barcelona acoge, entre otros, Amen, de Abel Azcona, que vincula la Iglesia católica y la pederastia; Piss Christ, de Andrés Serrano; Not dressed for conquering, de Inés Doujak -donde se sodomiza al Rey emérito- o Silencio rojo y azul, de Zoulikha Bouabdellah, que carga contra el machismo en la práctica del Islam. 

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