El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri (izq.), y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, en la última junta de accionistas del banco / EP

El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri (izq.), y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, en la última junta de accionistas del banco / EP

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El Estado se anota un 2% adicional de Caixabank gracias a las recompras de acciones

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Las sucesivas recompras de acciones y posteriores amortizaciones que Caixabank ha llevado a cabo en el marco de su primer plan estratégico tras la fusión con Bankia han elevado considerablemente el peso del Estado en su capital sin necesidad de invertir un solo euro. Tanto es así que en las próximas semanas el FROB, entidad a través de que la que se canaliza la participación pública en el banco, pasará a controlar un 18,1% de las acciones. 

Tras la aplicación del canje de títulos con el que se articuló la citada fusión, el peso del Estado en la entidad resultante se quedó en el 16,1%. La operación quedó ejecutada desde el punto de vista mercantil al cierre del primer trimestre de 2021, cuando los títulos de Bankia dejaron de cotizar. 

Desde entonces han pasado algo más de tres años y medio, en los que Caixabank ha presentado y desarrollado un plan estratégico que ha incluido hasta cuatro programas de recompra y posterior amortización de títulos. Una forma de completar la retribución al accionista que, en los últimos años, se ha presentado como una alternativa muy atractiva para la banca, habida cuenta del descuento respecto del valor en libros con el que cotizaba en bolsa

En vísperas de presentar al mercado la nueva hoja de ruta a tres años, Caixabank ha cerrado su cuarta operación de este tipo. La inversión total ha sido de 3.300 millones de euros, que han servido para recomprar y amortizar casi el 11% de su capital

El Ibex cierra su mejor año desde 2009 / EP

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Toda vez que el Estado ha mantenido sus acciones en la entidad durante todo este tiempo, su participación se ha visto incrementada en dos puntos de forma orgánica, sin necesidad de efectuar nuevas inversiones

Para hacerse una idea del impacto económico de esta evolución, el FROB debería haber invertido unos 815 millones de euros, a precios actuales, para hacerse con ese porcentaje adicional, en el caso de que no se hubieran articulado las recompras. 

Efecto en el dividendo

Otro de los efectos positivos llega a la hora del reparto de dividendos en metálico. Cuando Caixabank haya amortizado los títulos adquiridos en el último programa de recompra, las acciones que habrá retirado del mercado en las cuatro operaciones de este tipo ascenderán a algo más de 885 millones. De este modo, aun en el caso de que el banco mantuviera inalterado el dividendo, el Estado hubiera visto elevados sus ingresos por este concepto al repartirse la cantidad entre menos títulos.

Además, no ha sido el caso. El consejo de administración de Caixabank aprobó una política de dividendos basada en la distribución entre los socios de entre un 50% y un 60% del beneficio neto. La cifra en valor absoluto ha evolucionado al alza en estos años, dado que la entidad ha mejorado de forma continuada sus resultados.

Imagen de archivo del consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar

Imagen de archivo del consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar Europa Press

Así, desde que arrancó el plan estratégico, el Estado ha ingresado en torno a 970 millones de euros por este concepto.

El primer accionista del banco, la Fundación Bancaria La Caixa, también ha elevado su participación a través de este sistema aunque no en la proporción que le hubiera correspondido. Conforme han avanzado los sucesivos programas de recompra, la entidad ha drenado parte de esa subida orgánica a través de ventas de títulos en el mercado.

El motivo de esta estrategia cabe encontrarlo en el compromiso adquirido con el Banco Central Europeo (BCE) en el contexto de la fusión con Bankia, que lleva a la Fundación a procurar que su paquete de control en Caixabank no vaya más allá del entorno del 31%. 

De hecho, al cierre del primer semestre de 2024 esta participación era del 31,17%, de acuerdo con los datos facilitados por Criteria, accionista único de la Fundación, en su presentación de resultados. Si la Fundación hubiera mantenido en cartera las acciones de Caixabank que tenía tras la fusión, el efecto de las amortizaciones hubiera elevado su peso en el capital por encima del 33%.

Revalorización

Además de ver elevada su participación en el banco, el Estado también se ha beneficiado de la positiva trayectoria en bolsa de Caixabank, lo que ha repercutido en la valoración del paquete accionarial que controla.

Desde que se ejecutó el canje, ésta se ha incrementado un 120%. A precios actuales de mercado, la participación del FROB en Caixabank está valorada en unos 7.275 millones de euros, frente a los poco más 3.300 millones correspondientes al inicio de la singladura del banco tras absorber Bankia.