Axel Hotels será el primer grupo hotelero que regresa a Cataluña tras el éxodo del procés. La cadena propiedad de Juan Juliá, especializada en turismo LGTB, vuelve a ubicar su sede en Barcelona tras siete años en Madrid.
Juliá, propietario, y Albert Olivé, su CEO, devolverán la sede social a la calle Consell de Cent 263 de Barcelona, justo donde se ubican sus oficinas. Hasta ahora residían en el 49 de la calle Atocha, en el barrio de las Letras de Madrid, según consta en el Registro Mercantil, la web de la compañía, y así confirman fuentes internas de la empresa.
Regresa Juliá mientras Clos sigue fuera
La sangría del procés dejó más de 7.000 fugas, pero las del sector turístico fueron especialmente relevantes. Los pioneros fueron Pau Guardans, con Único Hotels; y Jordi Clos, con Derby Hoteles (pese a que este último preside el Gremi d'Hotels y Turisme de Barcelona).
Después se fugaron NH Europa, Hotusa, Best Hotels, Continental Hotels Hispania, AC Barcelona, el Hotel Sofía y Axel Hotels, entre otros. Por el momento, solamente esta última ha regresado.
Sangría económica
El éxodo de sedes sociales comenzó el 3 de octubre de 2017, la misma semana del referéndum independentista. La primera empresa destacada en realizar el movimiento societario fue la biofarmacéutica Oryzon Genomics. Comenzó así una sangría que provocó 7.000 fugas.
¿La "normalidad institucional" devolverá más sedes?
Ahora, los empresarios consideran que la "normalidad institucional" ha vuelto a Cataluña con la victoria de Salvador Illa y, poco a poco, se espera un goteo de regresos al Principado. Axel es la cuarta empresa de renombre que vuelve, tras el caso reciente de Laboratorios Ordesa.
Una de las entidades que más presiona para el regreso de las compañías que antaño abandonaron Cataluña es Foment del Treball. El presidente de la institución, Josep Sánchez Llibre, ha apelado en diversas ocasiones a la "estabilidad" económica y social que permitiría el regreso de las empresas huidas.
Juliá, el hotelero que se hizo 'zen', vuelve a Barcelona
Se da la circunstancia de que Juliá fue un hombre muy vinculado al partido Ciutadans durante los años álgidos del procés. Aunque nunca se posicionó oficialmente, fue tentado por el partido naranja en diversas ocasiones.
Pero en los círculos económicos de la Barcelona de hoy, poco se sabe ya de Juliá. El empresario ha cedido el grueso de la gestión hotelera al CEO Albert Olivé y ha pasado a segundo plano. Según informó este medio, ahora el hotelero especializado en turismo LGTB se dedica a la meditación en la Costa Brava, donde guía clases de yoga y comanda retiros organizados a parajes naturales.