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Pulso entre la dirección del Time Out Market Barcelona y algunos operadores gastronómicos. Diversos restauradores del nuevo mercado del Maremagnum han dejado de pagar el alquiler, como mínimo, hasta comienzos del año que viene. ¿El motivo? Inconformidades con la gestión.

Los restaurantes sublevados han elaborado un decálogo de reivindicaciones, a través de las que exigen estabilidad y una mirada a largo plazo, que permita aumentar la afluencia de visitantes al mercado, sobre todo de vecinos de Barcelona. De momento, la primera medida acordada es dejar de pagar el alquiler: así ahorran costes y obligan a Time Out a ejecutar mejoras

La Copa América, la gran promesa vacía

Aunque prefieren que no se publiquen sus nombres, algunos empresarios alertan a este medio de la "falta de afluencia", pese a que reconocen los últimos esfuerzos de Time Out para atraer a más público local con conciertos y espectáculos en catalán.

El motín se consuma una vez ya ha terminado la Copa América de vela. Los restaurantes han visto como ha terminado la temporada de verano --la más turística-- sin grandes retornos económicos. Por ello, también culpan al Ayuntamiento de Barcelona, que consideran que "les ha engañado con el supuesto impacto económico de la competición". 

Dudas y esperanzas

Hay titubeos y mucho nerviosismo, especialmente en aquellos emprendedores sin un gran fondo de inversión detrás. La mayor parte de los locales son de grupos familiares y pequeños, que se han dejado los ahorros de sus vidas para ejecutar este plan de expansión. Sólo tres meses después de abrir, ya hay paradistas que han tenido que despedir a buena parte de su plantilla: no salen los números.

Otros, en cambio, están muy satisfechos con el rumbo del mercado. "No esperábamos que comenzara tan fuerte: nuestras facturaciones son muy buenas", expresa uno de los restauradores. La misma voz reconoce que están negociando "cómo atraer a más gente" al mercado.

Lisboa como ejemplo, el Maremagnum como condena

Desde la dirección se pone como ejemplo el Time Out Market de Lisboa. La editora de la revista de ocio y cultura replica un modelo con gran éxito en Portugal y Estados Unidos, y pide "tiempo" para asentar esta zona en los planes vecinales y turísticos.

Sin embargo, es cierto que el Mercado de la Ribeira (así se llama el de la capital portuguesa) se encuentra en una zona con gran afluencia de locales y foráneos. Mientras, al Maremagnum "solo van guiris", se lamentan fuentes del mercado.

"Nos obcecamos en pensar que los barceloneses van a ir a las zonas turísticas, como el litoral o las Ramblas. Y no es así. Cuanto antes lo asumamos, mejor para todos", explican las mismas voces.

Time Out ha declinado hacer declaraciones al respecto al cierre de este artículo.