La Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) prevé que la producción de aceite de oliva de este año será casi un 50% inferior a la de 2023, al pasar de las 32.674 toneladas de la campaña anterior a las 16.500 toneladas de 2024.
La bajada más importante, del 65,4%, está prevista en Tarragona. Especialmente en las comarcas del Baix Ebre y Montsià, que es donde se concentra la mayor de producción en Cataluña en una cosecha normal. En el conjunto de la provincia se pasará de 23.125 toneladas a 8.000.
En Lleida, la producción caerá un 20% respecto al año pasado, pasando de 8.813 a 7.000 toneladas. Aunque, en este caso, el riego de apoyo conseguiría salvar la cosecha en algunas zonas, mientras que sería muy escasa en el secano.
Mejora en Barcelona y Girona
En cambio, la FCAC espera una ligera mejora de la cosecha en Girona y Barcelona, alcanzando las 1.500 toneladas después de dos campañas malas en las que la producción bajó a 800 toneladas.
Antoni Galceran, portavoz de la sección de aceite de oliva de la federación, alerta de que el descenso generalizado de la producción en Cataluña "tiene una afectación muy importante y supone un incremento notable de los gastos de las cooperativas que, en algunos casos, podrían llegar a no abrir los molinos si la escasa producción no pudiera cubrir los costes de la actividad”.
La FCAC sostiene que las lluvias y las condiciones meteorológicas de las próximas semanas podrían incrementar "ligeramente" la producción de aceite, pero no sería un aumento "relevante" porque, después de la floración y el cuajado, "ya se observaba que el olivo no estaba bastante cargado y, además, los árboles han expulsado parte del fruto por falta de agua".