El fabricante de cavas y vinos Codorníu ha anunciado que pagará un "plus climático" a los agricultores del Penedés y comprarán el kilo de uva a 80 céntimos. Según señalan en un comunicado, el importe se trata de "un precio medio inédito para la bodega". Achacan a la sequía como principal causa de una merma en la producción y, en aras de "apoyar a los agricultores de la zona, que siguen adelante con sus cultivos en condiciones climáticas adversas", aplicarán este incremento. 

El CEO de Raventós Codorníu, Sergio Fuster, explica que la medida es "una acción de responsabilidad y que el propósito es cuidar la tierra, dar valor a la tierra". Añade que, "en un momento como este, hay que hacer un esfuerzo por la sostenibilidad y el futuro de todo el sector, empezando por el campo, aunque nos cueste rebajar las expectativas de beneficios inmediatos”.

Un trabajador recoge uvas en una viña para la elaboración de vino / EUROPA PRESS

El Penedés y la sequía de 2024

Cataluña, si bien no goza de unos niveles de agua boyantes, ha conseguido sacar adelante la peor sequía de los últimos tiempos. Durante tres años, la comunidad no ha recibido suficiente cantidad de lluvia, y no fue hasta finales de abril, que no se superó el récord de agua acumulada, que estaba fijado desde noviembre de 2021. 

Después de varios meses acumulando lluvias que han propiciado una recuperación acelerada de los pantanos, parte las regiones que comprenden el Penedès están en alerta por sequía, con las restricciones que ello conlleva. Por su parte, el Baix Penedès recientemente subió al estado de Prealerta. 

Vendimia en un viñedo del Penedès EUROPA PRESS

No es la primera vez

Aunque Codorníu haya roto el récord de precio por kilo de uva, lo cierto es que no es el primer incremento que llevan a cabo. Ya en 2023, tomaron la decisión de comprar las uvas a 61 céntimos el kilo. Este precio ya se postulaba como uno de los más altos, tras haber aplicado incrementos. 

2023, además, marcó un punto de inflexión en la "nueva normalidad climática". La sequía galopante que acabó por dejar los pantanos a mínimos históricos empezó a hacer acto de presencia. Los viticultores, en su momento, admitieron que las condiciones climáticas que se daban en aquel momento "no habían pasado nunca". No obstante, también fueron previsores, y admitieron que la situación "no es sólo de este año, sino también de los siguientes". 

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