El consejo de administración de Banco Sabadell ha dado un portazo a BBVA. Ha rechazado la “propuesta no solicitada, indicativa y condicional” para integrarse en el banco liderado por Carlos Torres, la operación lanzada de forma sorpresiva la semana pasada y que no ha gustado ni en el mercado de valores, donde la entidad emisora ha sufrido desde que comunicó que sacaba el polvo al proyecto de fusión lanzado hace cuatro años.
Tras una reunión que se ha alargado hasta última hora de la tarde, la entidad nacida en Cataluña ha emitido un comunicado en el que señala que el banco que quiere absorberle ha lanzado una operación que “infravalora de forma significativa el proyecto de Banco Sabadell y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente”.
Espaldarazo a la cúpula
Asimismo, ha mostrado su “confianza plena en la estrategia de crecimiento y los objetivos financieros” emprendida por el equipo liderado por César González-Bueno. Concluye que el proyecto que está en marcha “generará un mayor valor para sus accionistas” que la disolución del banco en BBVA, una operación que tiene sentido para que el banco absorbente gane volumen y crezca en una plaza que se le ha resistido hasta la fecha, Reino Unido, pero que ha suscitado el rechazo del empresariado catalán y valenciano y de los políticos de estos territorios.
Asimismo, destaca la “caída significativa y la volatilidad del precio de la acción de BBVA en los últimos días”. Los títulos del grupo con sede en Bilbao se han dejado el 9,72% de su valor en tan sólo una semana, el mismo periodo con el que el Sabadell han crecido el 8,75%.
Hacia la OPA hostil
Ahora, al Sabadell se le abre un periodo de incertidumbre. Deberá demostrar ante los accionistas que esta estrategia a largo plazo mejora la propuesta de BBVA, de forma especial el plan B que se da por descontado que Torres activará en el corto plazo.
Los analistas señalan que la operación planteada sólo tiene lógica si se tiene en la recamara una OPA hostil al Sabadell. Y destacan que, con una mejora de las condiciones económicas, la estrategia podría resultar un éxito. Especialmente porque el Sabadell es un banco sin dueño y el accionariado está formado por un grupo de fondos de inversión donde destaca la participación del llamado Amancio Ortega mexicano, el magnate David Martínez Guzmán.
En este escenario, las fuentes consultadas coinciden en que las posibilidades de éxito de BBVA serían mayores. Asegura que si la plusvalía es interesante, España se quedará sin una entidad a pesar del rechazo de la inmensa mayoría de los stakeholders a la operación.