Detrás de Sips, la coctelería ganadora de la última edición de The World's 50 Best Bars, están dos empresarios visionarios. Marc Álvarez se encargó de las barras del grupo elBarri de Albert Adrià, mientras que Simone Caporale venía de propulsar el londinense Artesian Bar a la fama internacional.
Juntar ambos mundos permitió "copiar la alta coctelería de Londres y llevarla a la calle Muntaner de Barcelona a un precio razonable", explica Álvarez a Crónica Global. Actualmente el local emplea a unas 14 personas y se encuentra en crecimiento, ya que, más allá de Sips, estos emprendedores han abierto varios negocios en Barcelona y Madrid.
Nuevo bar en Madrid
"Amo Barcelona, pero Madrid sería el big bang de la coctelería", asegura Álvarez. En la capital española abrió Glass, una coctelería pop-up o efímera en el hotel Urban de los Clos, aunque el establecimiento ya ha cerrado tras una vida de un año.
Ahora está preparando el lanzamiento de un nuevo bar en la calle Pontejos, que abrirá con otros tres compañeros de profesión. De hecho, reconoce que siempre había sentido "curiosidad" por Madrid, el "sueño americano hecho en la península ibérica", aunque, habiendo emprendido en ambas ciudades, opina que las ventajas a nivel burocrático, fiscal y empresarial existen en la capital, pero no son tan marcadas como se suele vender.
Restauración elegante
Su actividad le obliga a estar a caballo entre la Ciudad Condal y Madrid, aunque afirma que pasa en Sips "el 60% de su jornada", aproximadamente. También apadrinó la emblemática Boadas Cocktails para evitar su cierre y abrió el bar Esencia hace cerca de un mes.
Mientras tanto, busca "otros espacios emblemáticos" para convertirlos en coctelerías o establecimientos de lo que define como "restauración elegante". Ya tiene echado el ojo a algún local en la avenida Colón, porque es consciente de que la coctelería no solo necesita líquido, sino también una "caja", es decir, un espacio arquitectónico único para crear experiencias, y personal con talento.
"Sips podría llegar al extranjero"
Tras 25 años en la hostelería, Álvarez tiene claro que le encanta hacer cócteles, pero sobre todo la gestión y "hacer bares". También sabe que ante el éxito, es importante "no volverse gilipollas", por lo que es importante centrarse "en el proyecto".
¿Y a quién admira Marc Álvarez? "Nos guiamos mucho por el trabajo de Javier de las Muelas, que es un referente igual que Amancio Ortega, porque creó un imperio de la nada como Antonio Recio", bromea.
Aunque cree que "Sips viaja mal", también confía en que algún día "podría llegar al extranjero". Y es que "Sips es una marca con dos espacios, porque lo que se conoce como Sips es en realidad lo que llamamos la Drinkery House", un proyecto que "podría tener otros hijos en otro punto del mundo", asegura.