El vacío dejado por la japonesa Nissan en la Zona Franca de Barcelona ya tiene quien lo llene. Será la china Chery, también fabricante de automóviles, la que ocupe la antigua fábrica de la multinacional nipona en la capital catalana. Y no lo hará sola: será por medio de una sociedad conjunta con la española Btech, actual inquilina de esa factoría, para ensamblar los vehículos eléctricos Omoda.
Han sido más de tres años de incertidumbre, pero la traumática marcha de Nissan se ha suavizado con el desembarco de Chery. El acuerdo entre esta marca y Btech, de hecho, asegura la continuidad de los 600 trabajadores de Nissan pendientes de recolocar. Y se esperan nuevas incorporaciones.
Torrent, en China
Para el ministro de Industria, Jordi Hereu, el acuerdo "supone una inversión importante y la creación de más de 1.000 puestos de trabajo directos". La operación, en la que han intervenido el Gobierno y la Generalitat, supone un espaldarazo para "el sector de la automoción, la creación de puestos de trabajo y para la transición a la movilidad eléctrica".
El pacto no ha sido sencillo y se ha cerrado en las últimas horas, aunque todos los implicados en la reindustrialización de la planta de Nissan se mostraban "optimistas". De hecho, en los últimos días se ha desplazado a China una delegación de Btech, mientras el conseller de Empresa de la Generalitat, Roger Torrent, ha partido este miércoles hacia el gigante oriental.
Absorción de los trabajadores de Nissan
Torrent ha recordado este miércoles que Chery es una pieza clave para dar un nuevo impulso industrial a las instalaciones de la antigua Nissan, un proceso en el que "el Govern ha trabajado durante mucho tiempo" para garantizar la continuidad industrial y el empleo suficiente para absorber a los trabajadores afectados por el cierre de la firma nipona.
"Ahora se trata de reforzar el proyecto de reindustrialización. Somos cautos. (La inversión de Chery) la explicaremos cuando se pueda explicar y todas las partes hagan efectivo el trabajo", ha remarcado.
China, fabricante líder
En todo caso, el objetivo del viaje que inicia hoy a China -ha precisado- es completar cadenas de valor "estratégicas" para la industria catalana de la automoción, desde la fabricación de baterías hasta la llegada al mercado de vehículos eléctricos ya acabados.
China, con una producción en 2022 de 27 millones de coches producidos, es el primer fabricante de automóviles del mundo, por delante de Estados Unidos (10 millones), Japón (7,8 millones) o la India (5,5 millones).