Barcelona será la única planta europea en la que Nissan echará el cierre en el marco del plan de ajuste que anunció este jueves al mercado para tratar de adaptarse al nuevo escenario creado por la crisis del coronavirus y volver a la senda de la rentabilidad en 2023. En el resto del mundo, el gigante japonés de automoción dejará además sus factorías en Indonesia, como consecuencia del recorte de producción en la región de Asia/Pacífico. En el Viejo Continente, sobrevivirán las fábricas de Ávila, Sunderland (Reino Unido) y las dos situadas en Rusia.
El centro de trabajo de la Ciudad Condal ha sido víctima de la nueva estrategia de Nissan, que deja a Europa fuera de su lista de plazas estratégicas, que a partir de ahora se concentrarán en China y EEUU, además de su mercado natural de Japón.
Acuerdo en la alianza con Renault
La compañía mantendrá no obstante su negocio en Europa, Latinoamérica y el resto de Asia aunque, en estos casos, tomando como palanca su alianza con Renault y Mitsubishi, tejida a base de participaciones cruzadas entre ellas y puntos estratégicos en común. Llegado a este punto, la planta de Barcelona tenía todas las de perder al tratarse del mayor punto de producción de la compañía en el Viejo Continente.
Así, las causas del cierre, según fuentes del sector, se deben a las decisiones tomadas en el seno de la citada alianza tripartita en relación con la distribución geográfica de los negocios. “Barcelona era una de las plantas más grandes de la firma japonesa y Renault se ha quedado con el posicionamiento en Europa por lo que Nissan ha tenido que cerrar su planta”, han señalado a Crónica Global.
Inversiones no rentables
Además, fuentes de Nissan han recalcado a este medio que la operación tiene su razón de ser en que la planta no cumple con los criterios de “eficacia” por lo que, de continuar abierta, “se hubieran tenido que realizar inversiones que no hubieran obtenido réditos”.
Por otra parte, las citadas fuentes han matizado que la decisión se encuadra dentro de la “estrategia global de la compañía” y en ningún caso atiende a “intereses políticos”.
Indonesia, el otro cierre
La producción de la compañía en Europa se centrará a partir de 2021 en las factorías de Ávila y Sunderland y también en Rusia, donde cuenta con otros dos centros de producción, situados en San Petersburgo, propiamente para vehículos Nissan, y en la región de Samara, en este caso la marca local AvtoVaz, que también está bajo el control de Nissan tras la adquisición en su día de la antigua Lada.
En la región de Asia/Pacífico, la otra más afectada por el plan de ajuste de Nissan, la damnificada será la planta que la compañía posee en Indonesia, cuya producción pasará a desarrollarse en Thailandia, donde Nissan cuenta con un gran centro en tres fábricas, más una cuarta adicional de tamaño más reducido. La actividad proseguirá en el resto de factorías de la compañía en la zona, que se sitúan en Malasia, Vietnam, Myanmar y Filipinas, donde cuenta con dos factorías.
Siete fábricas en China
También seguirá abierto el centro de producción en Brasil, el único de la firma nipona en Latinoamérica, que es otro de los mercados en los que Nissan recortará la producción.
Las tres fábricas en México pertenecen a la división norteamericana del negocio de Nissan, en conjunto con las tres que posee en EEUU (dos en Tennessee y una en Mississippi). En Japón, la empresa cuenta con cuatro centros de producción, más uno de componentes y otros dos destinados a la logística. Mientras, China, que seguirá siendo uno de sus principales mercados, alberga hasta siete fábricas de Nissan.