El heredero de María Reig cede el timón de su 'family office'

El relevo al frente de la sociedad ha ido acompañado de un cambio de piel. A partir de ahora, Reig Capital Group se llama Flikat Invest, tal como se refleja en el asiento registral.

En un comunicado remitido a este medio, Grupo Reig ha manifestado que "Carles Enseñat Reig ostenta actualmente un cargo público por lo que ha dejado la administración de la gestión diaria de las sociedades operativas manteniendo las funciones de gestión de los activos patrimoniales de la familia". "Actualmente, Grupo Reig tiene su cabecera en Andorra por lo que la denominación de Reig Capital Group se mantiene sólo para la cabecera del grupo, ya que no tiene sentido mantener dos nombres iguales para diferenciar entre el hólding y las filiales", ha añadido la propiedad.

Viraje hacia la política

El paso atrás de Enseñat (39 años) viene precedido de la liquidación de varias empresas vinculadas con la familia. Como informó On Economia, la limpieza societaria se ha cobrado por el momento tres empresas inmobiliarias domiciliadas en Barcelona y con matriz en Holanda. Se trata de las mercantiles Polizar XXI, Ambric Innovacions y Scalby.

La nueva singladura en Reig Capital se produce tras el ascenso de Enseñat hasta la sindicatura del Consell General de Andorra –así se denomina el parlamento andorrano–. La consagración política del primogénito de María Reig ha ido al compás de su progresiva retirada de los negocios. Desde mayo del año pasado, Carles Enseñat es síndico por el Demòcrates per Andorra (DA), un partido de corte liberal. El empresario lleva sentándose en el legislativo andorrano desde el año 2010.

No es algo nuevo en casa. Tanto su madre (María Reig Moles) como su abuelo (Serafí Reig Ribó) fueron consellers, así se denomina en el enclave pirenaico a los parlamentarios. Además, un tío abuelo de Carles, Julià Reig Ribó, llegó a ser síndic general, un cargo similar a jefe de gobierno.

Tropiezos empresariales

Este repliegue empresarial ha estado jalonado por pérdidas importantes. La mayor fue la venta en julio del año pasado del Hotel Mandarin Oriental, la meca del lujo turístico ubicado en el paseo de Gràcia de Barcelona, al grupo saudí Olayan por 220 millones de euros. La operación se produjo después de que el fondo estadounidense Farallon, poseedor de la deuda del cinco estrellas, forzase el traspaso del establecimiento ante la imposibilidad de reflotarlo.

El Mandarin Oriental, el hotel de cinco estrellas en el paseo de Gràcia de Barcelona Cedida

Amén de otras operaciones inmobiliarias frustradas –como la antigua sede de la aseguradora Winterthur, en la plaza Francesc Macià de Barcelona, que terminó vendiéndose muy por debajo de su valor real–, el imperio Reig creció gracias a la moda y el lujo. Pero también tropezó en este sector.

El grupo tuvo que cerrar las zapaterías de Manolo Blahnik en la capital catalana y en Madrid. También bajó la persiana de las joyerías Vasari en España y solo conservó una boutique en Andorra la Vella.

Tabacos Reig, el origen

Pese a estos reveses, la matriarca, de 75 años, sigue siendo accionista de referencia de Creand (antiguo Crèdit Andorrà) y aún forma parte del patronato del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), aunque ha reducido su presencia en los círculos cívicos y empresariales de la capital catalana. Aún así sigue siendo uno de los grandes patrimonios del pequeño país pirenaico.

Históricamente, el origen de la fortuna de María y de su hijo Carles se remonta al siglo XIX con la creación de Tabacos Reig, un emporio de cigarrillos y puros fundado en 1880. En 2007 se cerraron las puertas de la histórica fábrica, ahora reconvertida en museo.