El primer banco de España se aproxima al tercer aniversario de la fusión efectiva en términos mercantiles que lo hizo posible, entre el antiguo Caixabank y Bankia. El nuevo Caixabank culmina este primer trienio de vida en el mejor momento de la historia de la entidad (incluida la trayectoria en solitario) desde el punto de vista numérico y, además, con las mejores noticias para los accionistas, con una generación de valor que supera los 21.000 millones de euros en este periodo.
Casi en coincidencia con este particular cumpleaños, la entidad celebrará este próximo viernes su junta general de accionistas, en la que el consejo de administración se presentará ante los socios con los títulos en zona de máximos de todos los tiempos (desde que cotiza con el nombre de Caixabank, hace más de 15 años) y una capitalización que hace tiempo que rompe sus propios registros y que camina con firmeza en busca de los 34.300 millones de euros.
Un 73% en bolsa
Ha sido precisamente la brillante trayectoria en bolsa uno de los principales elementos a la hora de crear valor para el accionista. Desde que se produjo la fusión efectiva a efectos mercantiles, al cierre del primer trimestre de 2021, el precio de los títulos del banco que preside José Ignacio Goirigolzarri se ha disparado algo más de un 73%.
Una evolución que se ha traducido en algo más de 12.000 millones de euros en términos de capitalización bursátil, aproximadamente un 61% por encima de la que presentaba entonces.
A esta cifra cabe sumar los cerca de 8.100 millones de euros con los que Caixabank ha retribuido a sus socios, tanto en forma de dividendos en efectivo como a través de los dos programas de recompra de acciones que ha ejecutado hasta la fecha y que suman 2.300 millones de euros.
De la cifra global, casi 4.600 millones de euros se corresponden con los pagos en metálico enmarcados en el primer plan estratégico del banco desde que se ejecutó la fusión, y que además encara su último año, con algunos de sus principales objetivos ampliamente superados.
Objetivo revisado
Entre ellos, precisamente el de la generación de capital para el accionista, fijado en un primer momento en 9.000 millones de euros y que fue recientemente revisado, con motivo de la aprobación y publicación de los resultados anuales, hasta los 12.000 millones.
En este sentido, uno de los puntos que el consejo somete a votación en la asamblea es una nueva recompra de títulos, la tercera del plan, valorada en un máximo de 500 millones de euros, como la anterior, y que servirá de complemento al jugoso dividendo en efectivo que se espera con cargo a los resultados de este año, cuya cuantía total podría superar los 3.000 millones de euros.
El consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ya manifestó en la presentación de resultados que las guías de la entidad para 2024 contemplan un incremento de los beneficios aunque, como en el caso del resto del sector, a un ritmo inferior al mostrado en 2023.
En esa misma comparecencia ante los medios, el ejecutivo analizó la revisión al alza del objetivo de retribución al socio, para lo que hizo mención a los dividendos, las recompras de acciones y otras posibles actuaciones que estudiaría en su momento el consejo.
Avalados por el tiempo
Por lo pronto, la nueva recompra anunciada y los dividendos no serían suficientes para alcanzar esta cifra, aunque Gortázar apuntó la posibilidad de que la meta terminara de alcanzarse ya durante 2025, teóricamente fuera ya de los límites temporales del plan.
En septiembre de 2020, cuando los consejeros del antiguo Caixabank y Bankia dieron luz verde a la operación, tanto Gortázar como Goirigolzarri, por entonces presidente de este último, aseguraron que la operación generaría valor para el accionista prácticamente desde el primer momento. Un argumento que situaron en primera línea a la hora de tomar la decisión definitiva de ir adelante con la operación.
Tres años y 21.000 millones de euros después, el tiempo les ha dado la razón.