Cataluña, sin plan industrial en el momento más crítico del sector

La industria catalana atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia, golpeada por la crisis económica, la competencia global y la transición ecológica. Ante este escenario, el socio y director del área de estudios del grupo Icsa, David Suárez, reclama una política industrial que apoye a las empresas de alto valor añadido, que son las que generan empleo de calidad, innovación y riqueza. Suárez denuncia la falta de apoyo público y la burocracia que entorpece el desarrollo de sectores estratégicos como el aeroespacial, el farmacéutico o el automovilístico.

"El país y Cataluña en concreto funcionan como un clúster, y por lo tanto necesita industria y todos los servicios alrededor. La financiación y las escuelas de negocios, todo tiene que estar, porque si no, no es capaz de controlar", afirma Suárez, que advierte de las consecuencias de perder peso industrial. "La industria tiene los puestos de trabajo más especializados, y por lo tanto son los mejor pagados. Si esto desaparece, nos queda la logística, que al final los directivos están bien pagados, pero los empleados son repartidores. Y si no, hablamos del turismo y de... Comercio, turismo, construcción, que son puestos muy mal pagados, y por lo tanto pagan muy pocos impuestos, lo cual quiere decir que la seguridad social no puede funcionar con estas cotizaciones, y por lo tanto el mix sectorial es muy importante", explica.

Un mercado global

Para Suárez, la política industrial debe centrarse en invertir y favorecer a los sectores de alto valor añadido, que son los que pueden competir en el mercado global y aportar soluciones a los retos sociales y ambientales. Sin embargo, lamenta que las empresas se encuentren con trabas administrativas y regulatorias que dificultan su actividad. "Se habla de una telaraña burocrática que lo que hace es que lo enlentece todo. Ahora mismo los tractores están bloqueando las carreteras y curiosamente de las cosas que se quejan es de que los entierran en burocracia. Entonces, esto no tiene por qué ser así. O sea, una cosa es competir con el mercado, que haya una serie de dificultades medioambientales, la sequía, todo esto, perfecto, pero que los entierren en burocracia, esto es mala gestión, esto es mala regulación y por lo tanto esto lo que hace es que perjudica los sectores", critica.

Suárez pone como ejemplo el sector aeroespacial, que tiene un gran potencial en Cataluña, donde hay empresas que están trabajando en proyectos punteros. "Esto hay que querérselo y hay que después apoyarlo. Y esto se apoya con financiación, esto se apoya ayudando a que el clúster funciona. Si no te lo crees, entonces estas empresas, pues se irán, literalmente se van a ir, porque van a decir que lo único que encuentran aquí son problemas. O sea, el concepto del business friendly significa exactamente esto, las empresas son necesarias, vamos a ayudar a las empresas", asegura. El experto considera que Cataluña tiene que recuperar el liderazgo industrial que tuvo en el pasado y que ha ido perdiendo por la falta de una estrategia clara y consensuada. "Necesitaríamos una política industrial. Por lo tanto, hace falta una política industrial e irnos hacia sectores de alto valor añadido", concluye.

¿Reindustrialización?

"Estamos en una situación más favorable que otras comunidades autónomas en relación con el peso industrial", subraya Javier Pacheco, secretario general de CCOO Catalunya, quien matiza que "no es suficiente" para reindustrializar Cataluña ante la pérdida de actividad manufacturera. "Tenemos las líneas maestras", señala en relación con el pacto nacional para la industria, aunque se muestra crítico con algunos aspectos.

"Estamos perdiendo una oportunidad si no aprovechamos la transición energética", lamenta Pacheco, que recuerda que "Cataluña está a la cola" de España con las renovables. "Cataluña tiene un déficit importantísimo y lo pagaremos caro si no corregimos", alerta.