Aura Airlines ha logrado un avance significativo en su pugna por evitar la quiebra. La aerolínea con sede en el aeropuerto de Madrid-Barajas, que en su día aspiraba a liderar el segmento de los vuelos charter vacacionales en España, ha conseguido el visto bueno de sus acreedores para reducir su deuda en un 40%.
De este modo, su pasivo pasa de 20 millones de euros a poco más de 13 millones, según ha avanzado El Economista. A pesar de su lucha por la supervivencia, la antigua Gowair lleva inactiva desde octubre de 2022 y actualmente se encuentra sin certificado de operador aéreo (AOC), ya que fue suspendido por la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA). En su día, la compañía trabajaba con una flota de dos A321 y un A330, propiedad de Air Castle y Klaatu Aircraft.
Deuda subordinada
Según el rotativo económico, el nuevo plan de reestructuración de la deuda, alcanzado tras meses de movimientos y negociaciones, incluye un periodo de devolución total de siete años. Entre los acreedores principales, se encuentran Iberia, Air France, Vueling, Wamos, Groundforce (Globalia), Renfe, Orange o Telefónica. Estos verán reducidos sus préstamos en un 40%.
Además de esta deuda ordinaria, también hay otros seis millones de euros que la aerolínea debe pagar en concepto de deuda subordinada, que se negoció en su momento con antiguos accionistas, como Avico o Transcarga. En este caso, la quita acordada también es del 40%, pero en este caso se prevé que el pasivo se salde en solo dos anualidades.
Pese a su complicada situación financiera, la compañía no renuncia a sus ambiciones. En su día aspiraba a acaparar el 50% de la cuota de mercado de los vuelos charter vacacionales en España, un objetivo que queda lejos hoy en día, aunque mantiene sus esfuerzos para poder volver a despegar.