El negocio asegurador de Caixabank concluyó el pasado año con un beneficio de 1.147 millones de euros, un 32,1% superior al obtenido en 2022, impulsado por el entorno alcista de los tipos de interés y el crecimiento en todas sus líneas de negocio. VidaCaixa elevó el volumen de activos bajo gestión un 9,2%, hasta un nuevo máximo histórico de 122.356 millones de euros.
Las cifras permiten a la compañía mantener la posición de liderazgo del sector que conserva desde hace ocho años, con una cuota de mercado global del 14,8%, que se va hasta el 35,7% en el segmento de vida. Además, la aseguradora gestiona el 34% del patrimonio total en planes de pensiones.
Impulso de las rentas vitalicias
El desempeño comercial de la compañía se ha saldado con un crecimiento del 31,2%, hasta alcanzar los 13.444,2 millones de euros en primas y aportaciones.
Una evolución que ha tenido como uno de los vectores de impulso el negocio de rentas vitalicias, con un incremento en primas superior al 60%, por encima de 4.800 millones de euros, lo que "demuestra que es uno de los productos más interesantes para los clientes", en palabras de Javier Valle, consejero director general de la aseguradora.
Oferta accesible
El ejecutivo también ha puesto en valor la voluntad de VidaCaixa de hacer más accesible su oferta a personas con VIH y que padecen o han padecido algún tipo de cáncer.
Mientras, el total de primas y aportaciones a productos de ahorro se ha situado en 10.458 millones de euros, con un avance del 43,7% respecto a 2022.
Otro de los segmentos que ha contribuido de forma notable a los resultados de VidaCaixa ha sido el de seguros de ahorro. En concreto, los productos CABK Ahorro Garantizado y CABK Ahorro Proyecto, que han totalizado 1.715millones de euros en primas.