La reciente reforma del mercado eléctrico en la Unión Europea, que ha tenido a España como un los países miembros impulsores, otorga al país una oportunidad de excepción para situarse al frente de la transición hacia una economía descarbonizada y, al mismo tiempo, procurar un escenario propicio para el incremento de la competitividad industrial. 

Ha sido una de las conclusiones de la jornada celebrada este jueves en Madrid con motivo de la celebración del 25 aniversario de la Asociación de Comercializadores Independientes de Energía (ACIE), que ha reunido a representantes de los diferentes actores del mercado para analizar el nuevo marco al que se enfrenta el sector tras las últimas crisis y la guerra de Ucrania. 

Transformar la actividad

El fundador y máximo responsable de Factorenergia y presidente en la actualidad de la asociación, Emilio Rousaud, ha puesto en valor el desarrollo que en España han tenido las energías renovables y lo que este factor ha contribuido a que el denominado "trilema energético" (seguridad de suministro, a precios asequibles y con generación sostenible para el medioambiente) sea cada vez más algo del pasado. 

Rousaud ha asegurado que el nuevo paradigma a suponer el cambio de la actividad de los comercializadores de electricidad, "que pasaremos a ser transformadores" a medida que se incremente una demanda que, en la actualidad, ya no puede ser atendida, como prueba la insuficiencia de potencia para instalar todos los cargadores para automóviles eléctricos que se precisan. 

Industria más competitiva

En la jornada también se ha abordado la oportunidad que supone para España haber liderado la reforma del mercado eléctrico en Europa, que le otorga enormes posibilidades para encabezar a partir de ahora el proceso de descarbonización de la economía. 

La idea ha sido defendida por Nicolás González Casares, eurodiputado y uno de los ponentes de la reforma en el Parlamento comunitario. El experto ha destacado que el nuevo marco normativo empodera y protege a los consumidores, al tiempo que otorga estabilidad al mercado. 

La presidente de Redeia, Beatriz Corredor (izq.), y la presidenta de OMIE, Carmen Becerril, flanquean a Xavier Farriols, director de Factorenergia / CG

No obstante, González Casares también ha recalcado que se trata sólo de un primer paso y que aún quedan retos por asumir, entre los que ha destacado el de las interconexiones de la Península Ibérica con el resto del Continente.

Una idea en la que también ha incidido Carmen Becerril, presidenta de OMIE, quien ha recordado que aún hoy se persigue alcanzar el 10% de interconexión con Francia, una cifra que ya era objetivo hace más de dos décadas. 

Exportaciones

Becerril ha puesto en valor que la demanda de electricidad en 2023 ha sido muy similar a la de aquel tiempo, aunque el PIB casi se ha duplicado. Una circunstancia que encuentra su explicación tanto en el incremento de la eficiencia como en el fenómeno del autoconsumo. 

La presidenta de Redeia, Beatriz Corredor, ha recordado que un país situado en una isla como la República de Irlanda cuenta con mayor grado de interconexión con el Continente que la Península Ibérica. "Aun así, llevamos 28 meses consecutivos con saldo exportador de energía y eso ha sido gracias al desarrollo de las renovables".

Demanda creciente

La exministra también ha advertido de que el escenario de reducción de demanda no va a tardar mucho en revertirse de forma radical debido a que el apetito inversor por España va a derivar en una subida exponencial de esta variable. 

En este sentido, ha puesto en valor la apuesta por las redes inteligentes, que será un elemento fundamental para hacer posible esta evolución.

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