Inditex sigue imparable. A un mes de presentar resultados, la empresa fundada por Amancio Ortega se mantiene en el club de las ocho empresas más valiosas de Europa por su capitalización bursátil, que ya asciende a la astronómica cifra de 122.204 millones de euros. El grupo, que engloba marcas como Zara, Pull & Bear, Bershka o Massimo Dutti, ha visto cómo sus acciones se disparaban un 60% en 2023, pasando de 24,6 a 39,4 euros.

Este rendimiento le ha permitido situarse entre los cinco valores que más subieron en el Euro Stoxx 50, el índice de referencia de la zona euro, solo superado por UniCredit, Ferrari, Stellantis y BBVA. El ascenso de Inditex en el mercado se produce a menos de un mes de que presente sus resultados anuales, correspondientes al ejercicio 2023, que se espera que sean los mejores de su historia.

Beneficios disparados

Según las estimaciones de Bloomberg, la compañía podría anunciar un beneficio neto de 5.355 millones de euros, un 30% más que el año anterior, y una facturación de más de 35.000 millones de euros, frente a los 32.600 de 2022. Estas cifras supondrían superar por primera vez la barrera de los 5.000 millones de beneficio y los 35.000 millones de ingresos. Los resultados de los nueve primeros meses de 2023, que la empresa presentó en diciembre, ya anticiparon el buen desempeño del grupo. Entre febrero y octubre, las ventas crecieron un 11%, hasta 25.069 millones de euros, y el beneficio se incrementó un 32,5%, hasta 4.102 millones de euros, casi igualando el récord de 2022.

La clave del éxito de Inditex radica en su modelo de negocio, basado en la relevancia del producto más que en el precio, y en su red omnicanal, que integra las tiendas físicas y el comercio electrónico. Inditex es la única empresa española que figura entre las diez más valiosas de Europa, donde predominan las firmas francesas, con cuatro representantes. 

La joya de España

El primer puesto lo ocupa el gigante del lujo LVMH, con 405.118 millones de euros de capitalización, seguido de la tecnológica holandesa ASML, con 346.886 millones, y la cosmética francesa L'Oréal, con 231.298 millones. El resto del top 10 lo completan Hermès (226.394 millones), SAP (202.556 millones), TotalEnergies (157.682 millones), Siemens (140.284 millones) y Nestlé (123.867 millones).

Inditex se incorporó al Euro Stoxx 50 en septiembre de 2011, cuatro meses después de cumplir su décimo aniversario en la Bolsa española. Desde entonces, ha escalado posiciones hasta convertirse en la única representante española en el pelotón de cabeza. Las otras tres empresas nacionales que forman parte del selectivo europeo son Iberdrola, que se sitúa en el puesto 20; el Santander, en el 26, y el BBVA, en el 27. La capitalización bursátil de Inditex casi iguala la suma de Iberdrola y el Santander, que completan el podio de las mayores empresas españolas por valor en Bolsa, con 69.275 y 58.064 millones de euros, respectivamente.

Inversiones inmobiliarias

Además de su actividad textil, Inditex cuenta con una importante división inmobiliaria, gestionada a través de Pontegadea, el brazo inversor de Ortega. Pontegadea está formada por tres grandes sociedades: Pontegadea Inversiones, que aglutina todas las compras realizadas en las dos últimas décadas, además del 50,01% de las acciones de Inditex; Pontegadea GB 2020, que agrupa la veintena de activos adquiridos en Reino Unido; y Partler 2006, que cuelga de dos sociedades: Partler Participaciones (que posee el 9,28% de Inditex y el 5% de Enagás) y Fongadea Recoletos (inmobiliaria que cuenta con dos edificios en alquiler en Madrid).

Pontegadea Inversiones ha creado recientemente una nueva sociedad bajo su paraguas, Pontegadea Luxembourg, que fue constituida el 18 de enero para agrupar desde allí inversiones inmobiliarias por un importe de más de 3.300 millones de euros, según publica elDiario.es. Esta nueva sociedad, según explican desde Pontegadea, se crea para "reorganizar" las inversiones de esta firma que cuelgan de sociedades radicadas en el Gran Ducado. Aunque se podría pensar que este movimiento está relacionado con la optimización fiscal, fuentes del grupo niegan esta intención y apuntan que la ingeniería fiscal en bienes físicos es prácticamente imposible.

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