Serunion ha topado con la banca y se quedará sin absorber la unidad productiva de Arcasa, la empresa catalana de cátering que fundó la familia Arqués y que está en concurso de acreedores. El grupo francés filial de Elior ha tentado la adquisición de lo que queda del grupo, pero los acreedores financieros se han negado.
Ahora, Arcasa se liquidará, según ha adelantado Expansión. Con ello, arrastrará al gigante italiano del cátering Camst, que entró en Arcasa unos ejercicios atrás, pero ha sido incapaz de enderezar la firma. Salvo sorpresa, tendrá que encajar la depreciación del activo y una quita o default de los fondos que inyectó en el negocio.
Serunion, lanzada con Singularis
El contexto de la insolvencia de Arcasa es la concentración del sector de las colectividades en algunas firmas. La mayor de ellas es Serunion, que hace unos días explicó que ha aumentado facturación hasta los 518 millones de euros en el último ejercicio disponible, 2022. Se trata de un aumento del 15,1% en relación al último curso cerrado.
Todas las divisiones de la filial de Elior crecieron, pero la que más fue Singularis, el brazo de cátering de autor, que avanzó un 36% en relación a 2021. Fue el negocio que más se expandió por delante de Serunion Vending, que incrementó facturación un 26%.
Los contratos de Arcasa, repartidos
Ello en el campo del conglomerado que dirige Antoni Llorens. En el terreno de la de los Arqués, la empresa se encamina hacia la disolución, previo reparto de los contratos que tenía hasta ahora. Uno de ellos, como explicó este medio, era el del Consorci Sanitari del Maresme (CSdM), que se lo ha quedado Serhs.
Otros, como el de la Scuola Italiana, ya no existen porque la institución les rescindió, tanto en la escuela infantil como en primaria y secundaria.
Pagó la pandemia
El lance judicial llega después de que Arcasa superara el momento más difícil para el cátering nacional en los últimos años: la pandemia del coronavirus, cuando se interrumpieron las líneas educativa --por la enseñanza a distancia--y se generalizó el teletrabajo.
Ante ello, la firma de la familia Arqués trató de reinventarse, lanzando Apetito Arqués, pero no pudo levantar su tesorería y acabó en insolvencia. Serunion fue el único interesado en comprarla, sin éxito.
Guarderías públicas de Barcelona
La quiebra de Arcasa también dejó en una situación compleja un total de 42 guarderías públicas dependientes del Ayuntamiento de Barcelona. Comer Bien, una filial de la firma con sede en Zaragoza, es la concesionaria del servicio de estos centros educativos y sufrieron por la quiebra de su sociedad de cabecera, aunque no se había declarado en concurso.
El consistorio de la capital catalán se activó el miércoles para asegurar el servicio, que a lo largo de la semana pasada se vió afectado y, poco a poco, recuperar la normalidad.