Prosegur y Securitas se encaminan a repetir como ganadores del contrato de seguridad del Metro de Barcelona. Los dos grandes grupos de vigilancia son los favoritos para llevarse el blindaje del suburbano, pues tiene un resorte clave para hacerlo: la subrogación voluntaria del personal. Con esa opción, se impondrán de nuevo a Eulen, salvo sorpresa.
Lo explican fuentes del sector, que detallan que Prosegur y Securitas tienen amarrada la externalización de 144 millones de euros por la ventaja que les da el convenio nacional de seguridad privada. El acuerdo de condiciones fija que las empresas que pierden un contrato público pueden vetar las subrogaciones de la plantilla. Ello, unido a la falta de vigilantes de seguridad en el mercado, deja sin opciones a Eulen, que aspiró a la vigilancia del Metro en 2018. Perdió.
Ya ha pasado
El botón nuclear de Prosegur y Securitas para repetir en el Metro de Barcelona no es nuevo. Ya está ocurriendo con otras licitaciones, donde la compañía saliente rehusa que la entrante subrogue a la plantilla. Recoloca a los vigilantes en otro servicio y, así, cumple la ley. Y dificulta que el nuevo empiece el servicio.
Imagen de una estación de Metro de TMB
Ha ocurrido en una gran cadena de distribución, que recientemente ha cambiado de proveedor de seguridad. La decisión de no subrogar está produciendo "descoberturas", alertan los sindicatos. Y pasó en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat en el pasado, cuando Vinsa cedió su sitio a, precisamente, Prosegur.
Los sindicatos piden la vigilancia nocturna
Mientras se dilucida el concurso público, ADN Sindical, sindicato mayoritario en la seguridad privada, se ha dirigido a Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) para aclarar las horas de vigilancia en las distintas líneas de Metro.
Estación de metro de Navas, donde se produjo la agresión machista / WIKIPEDIA
Los pliegos de condiciones tienen "errores que se deben subsanar", ha explicado esta plataforma. Asimismo, en la Línea 6 no figuran vigilantes nocturnos ni en los festivos.
Líneas 'calientes'
Más preocupante si cabe es la dotación de vigilantes en las líneas calientes, como la L1 o roja las noches de fin de semana. TMB prevé solo un 3,20% de horas de vigilancia en este servicio, que es cuando se produce un gran volumen de incidencias.
Ante ello, ADN pide al operador metropolitano de transporte que aclare cuánto personal vigilará la línea, pues quiere garantizar que se protegerá a trabajadores, pasajeros y bienes.