El ocio nocturno ha estallado contra el precinto de la icónica sala rockera Dixi 724 de Barcelona. La patronal de ocio nocturno Fecalon lamenta que se haya clausurado el club los días previos a la Navidad y Fin de Año, cuando los negocios de la noche ingresan buena parte de la facturación del año.
En conversación con este medio, Fernando Martínez, secretario general de Fecalon, ha tildado de "desproporcionado" el dispositivo policial que barrió la zona de fiesta de Marina el jueves. El directivo y abogado ha detallado que "llegó a haber más de cien efectivos policiales e inspectores dentro de una sola sala".
"Más persecución que con Colau"
Martínez ha lamentado que el gobierno municipal actual "acometa más persecución contra el ocio nocturno de la que había cuando gobernaba la ciudad la exalcaldesa Ada Colau".
El representante de la organización empresarial ha subrayado también que "las inspecciones del jueves no fueron solo administrativas, se desplegó a la Agencia Tributaria, que llegó a llevarse datáfonos".
El plan de ruidos, recurrido
Ante ello, Martínez pide abordar conjuntamente con el sector el cumplimiento de las normativas, sin razias como la de esta semana.
Lo que es más: Fecalon anuncia que ha recurrido al juzgado el nuevo plan de ruidos del Triángulo Golfo de Barcelona, un cuadrado que delimitan las calles Zamora, Pere IV, Álava y Almogàvers. En esta área se encuentran negocios de la noche como la célebre sala Razzmatazz.
Ayudas a la insonorización
La polémica por la irrupción policial en la zona de Marina esta semana no es nueva. En noviembre ya pasó lo propio con las salas Sarrià 44, en la avenida Sarrià, y City Hall, en la Rambla de Cataluña.
Tras esas inspecciones con gran despliegue policial, la misma organización empresarial llamó a aprobar ayudas para insonorizar los locales --y así evitar molestias a los vecinos--y menos invasiones sorpresa de las salas, aún tocadas por los cierres gubernativos durante la pandemia del coronavirus.