“Todo tiene un límite y creo, sinceramente, que ya lo estamos superando”. Así de contundente se ha mostrado el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, respecto a la fiscalidad que soportan las empresas en Cataluña. El momento elegido no ha sido cualquiera: en la noche grande del empresariado catalán y ante el presidente del Govern, Pere Aragonès; el ministro de Industria, Héctor Gómez, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, el líder patronal ha dejado claro que, en “demasiadas ocasiones, sólo se mira a la empresa por su capacidad de pagar impuestos, buscando siempre nuevos argumentos para implementar nuevas tasas”.
Peajes que se han convertido en un “mero instrumento para cuadrar cuentas” que se usan porque “los gobiernos se han acomodado”.
Fiscalidad para mejorar la empresa, no para esquilmarla
“La fiscalidad debería ser un gran instrumento de política económica, especialmente cuando no tenemos competencias en política monetaria”, ha relatado. “Deberíamos usar la fiscalidad para incentivar acciones que mejoren la productividad o el crecimiento del volumen de actividad de nuestras empresas”. Cuestiones, todas ellas, que, según su reflexión, no están en el orden del día en las principales Administraciones del país.
Sánchez Llibre ha exigido al sector público que “dé ejemplo y ahorre”. “Cuando hablen de reforma fiscal o de subir impuestos, lo deben hacer con una reducción del gasto corriente y que se adelgacen las Administraciones, ya que estamos en la era digital”, ha reclamado en la parte de su discurso más celebrada.
Incluso ha pedido una “evaluación de la eficiencia del gasto público” análoga a la fiscalización que ejercen sobre la gestión empresarial “el mercado y los consumidores”. Es decir, un examen que vaya más allá de las urnas.
Consensos básicos para revertir la fuga de empresas
En son de paz, Foment del Treball ha lanzado una batería de propuestas “al futuro Gobierno del Estado y al resto de fuerzas políticas” del país para conseguir “consensos básicos y esenciales sobre política económica” que deben dar el contexto ideal para revertir la fuga de empresa de 2017, el momento álgido del procés. “Aquí es donde deben estar [las sedes sociales], como siempre he mantenido desde que accedí a la presidencia” de la patronal.
Ha mencionado la necesidad de impulsar medidas que “garanticen el crecimiento”; que “proporcionen estabilidad económica”; faciliten “inversiones internacionales y autóctonas”; o que permitan la “creación de empleos estables”.
Cómo reducir las desigualdades sociales
También demanda la “creación de un ecosistema fiscal competitivo y business friendly”; que proporcione “estabilidad jurídica” y que “refuerce la cohesión social” y permita “disminuir las desigualdades”. En este capítulo, el presidente patronal ha hecho suyas las “reflexiones que siempre hace Isidro Fainé” respecto a que el “principal reto que tiene nuestra sociedad es el crecimiento desigual social debido a la distribución de riqueza entre las familias y los diferentes territorios”.
“También como empresarios comprometidos socialmente tenemos el deber de liderar y hacer todo el posible para reducir estas desigualdades y también la pobreza”, ha manifestado, “debemos ayudar a que nadie se quede atrás”.
Más poder adquisitivo
Cabe recordar que Sánchez Llibre fue el primer patrono del país en pedir un incremento salarial global para poder dejar atrás las crisis que ha concatenado el país. Ha ahondado en la petición ante el empresariado de Foment en la entrega de los XVI Premios y medallas de honor de la patronal, unos reconocimientos que ha sido “complejo” decidir quién debía recibirlos “porque todas las propuestas que nos han llegado eran de mucho nivel”. Muestra de la “vitalidad de nuestro sector productivo”, ha remarcado el líder patronal catalán.
“No desfalleceremos en nuestro objetivo de defender el trabajo de las empresas y de los empresarios, sea cual sea la coyuntura del momento”, ha sentenciado. La actual no es positiva, por lo que el empresariado exige estabilidad y, especialmente, que las administraciones cuiden a las empresas en pro del buen funcionamiento de todo el sistema.