Desde hace ya varios años, se ha vuelto común que grandes fondos de inversión se sientan atraídos por empresas del sector de la restauración organizada. Muchas de ellas, incluso, han cambiado de control más de una vez, apostando por el cheque más elevado. Pero ¿cuál es el motivo detrás de este fuerte interés?
A principios de este año, la consultora especializada en restauración Ameba Research hacía públicos los resultados de las ventas del sector, que se incrementaban en un 20% con respecto a 2021, hasta llegar a superar los 33.300 millones de euros de facturación. Pero no solo eso, las previsiones para este 2023 continúan al alza, con una estimación de ventas totales en torno al +5% para el mercado total de restauración. Por eso, a pesar de la incertidumbre actual, la inflación y la inestable situación política, los fondos no paran de buscar opciones de compra en el sector.
Apuestas arriesgadas
Eso sí, a pesar de los buenos resultados que parecen ofrecer las cadenas de restauración, hay que tener en cuenta que, aunque pueda parecer una apuesta segura, no es tan sencillo como comprar una marca a golpe de talonario y esperar que siga dando beneficios; hay que estudiarla, conocerla y hacerla evolucionar siguiendo sus valores y misión.
Varios son los ejemplos de marcas que han terminado por reducir su presencia de una manera considerable o incluso por desaparecer después precisamente por una sobrevaloración de mercado y haber sido adquiridas por un importe mucho más elevado, sobredimensionando sus previsiones de crecimiento.
Operaciones fallidas
En 2018, año en el que los fondos se dedicaron de lleno a adquirir empresas de restauración, Beer&Food (actual Avanza Food) de la mano de Abac Capital sacaban músculo con la adquisición de Carl's Jr., Gambrinus, Cervecería Cruz Blanca, Official Irish Pub, La Chelinda, Índalo Tapas y Tony Roma’s. De todos ellos, hoy solo parece funcionar Carl’s Jr y Tony Roma’s.
Curioso es también el caso de la compañía del Trópico. En 2014, la firma de capital riesgo H.I.G Capital compraba a su homóloga 3i, Café & Té y sus distintas marcas, y Panaria, que venía con sus tres enseñas. Con este movimiento, la empresa presumía de convertirse en el mayor grupo de restauración en España. Poco les duró el título ya que, en 2020, Kartesia adquiría el 100% de Compañía del Trópico tras capitalizar deuda por acciones ante la dificultad de la compañía de hacer frente a sus obligaciones financieras. Tan solo dos años más tarde, Kartesia volvía a poner a la venta la empresa multimarca, pero hoy en día no han encontrado comprador.
El caso de Telepizza
Otro gran ejemplo que se ha visto arrastrada es la que fuera una de las mayores empresas en nuestro país: Telepizza. El caso de la pizzería merece un libro difícil de resumir, pero que simplificándolo mucho podría traducirse en que, desde la marcha de su fundador Leopoldo Fernández Pujals, las complicaciones fueron en aumento. Esto resultó en sucesivas compraventas de acciones y participaciones, lo que derivaron en una compleja crisis financiera que solo podía intentar ser recuperada por fondos de inversión.
Más de una década de tiras y aflojas resultaron en la enésima reconstrucción de la compañía cuando, en 2020 pasa a llamarse Food Delivery Brands. A esta empresa multimarca no solo pertenece Telepizza, también lo hace Pizza Hut, Apache y Jeno’s, las dos últimas presentes solo en Irlanda y Colombia respectivamente. Food Delivery Brands es controlado por los actuales tenedores de la deuda sénior de la compañía, que representan más del 80% del total de los bonos, entre los que se encuentran, nada más y nada menos, que siete fondos de inversión: Oak Hill Advisors, L.P., Blantyre Capital Limited, H.I.G Capital, LL., Fortress Investment Group LLC y TREO AM. E último movimiento ha sido una inyección de liquidez por valor de 71 millones de euros, y un acuerdo para la refinanciación de su deuda, que supone una reducción cercana a los 240 millones de euros, así como una extensión de los plazos de amortización previstos hasta 2028
La compra de Burger King
Mención también merece uno de los movimientos más sonados en el sector de la restauración fue en julio de 2021 con la compra de RBI (Burger King) por parte del fondo de capital riesgo Cinven, consiguiendo ser la operación de mayor envergadura del sector en España hasta la fecha con un desembolso de 1.000 millones de euros. Superaban así la adquisición de Grupo VIPS por los mexicanos ALSEA por 500 millones.
Con este movimiento, la marca pretende crecer más en España y Portugal, dando guerra a su principal competidor, Mc Donald’s. La deuda de RBI asciende, a día de hoy, a 900 millones de euros.
El estancamiento de Goiko
Pero no todo son marcas con varios años de vida las que están en venta. Es bastante habitual que marcas que parecen despuntar en sus primeros pasos, reciban ofertas de diversos fondos de inversión, una operación si cabe más arriesgada por el reducido recorrido de estas jóvenes cadenas. El caso más llamativo es el de Goiko.
La cadena de hamburguesas celebraba a bombo y platillo el acuerdo con L Catterton, en el que el fondo de inversión adquiría el 80% de la hamburguesería por valor de 120 millones de euros ante las supuestas previsiones de crecimiento. Con este acuerdo firmado a mediados de 2018 -cuando Goiko solo tenía cinco años de vida-, su fundador Andoni Goicoechea confiaba en poder desembarcar en Europa. Un lustro más tarde, Goiko cuenta con tres locales en Francia y fuentes consultadas apuntan a que el fondo está en búsqueda de un nuevo comprador.
Sus portavoces aseguran que el próximo año tienen planes de desembarcar en desembarca en Italia y en Andorra, aunque aún no han fijado una fecha para ello. Han informado al mercado que será "próximiamente".
El crowfounding de Vicio
La hamburguesería catalana Vicio, que no tiene ni tres años de vida, recaudó 17 millones de euros mediante un fondo de inversión. No contentos con eso, y para seguir aumentando el engagement con sus fieles, lanzaron un crowfounding para levantar otros 4 millones de euros. Eso sí, los beneficios de los particulares que apuesten por invertir en Vicio serán probar burgers en exclusiva o ser posibles invitados a eventos corporativos.
La cadena aseguraba este mismo mes de mayo que la cifra de negocio de la compañía crecería este ejercicio con la apertura de un nuevo local cada tres semanas de 2023, por lo que Vicio debería de tener a final de año 17 locales nuevos que se sumarían a los 15 con los que cerraron el 2022.
Por su parte, Grosso Napolitano anunciaba a finales del año pasado que, para 2024, esperaban poder cruzar fronteras y llevar su marca fuera de España, con Portugal como primer destino. Para ello, anunciaban también que plantearían la búsqueda de socios para hacer posible el salto. Nada más salir la noticia, las quinielas echaban humo apostando por el grupo que se llevaría la adquisición: GED Capital, Oquendo Capital, Abac Capital o BlueGem Capital Partners sonaban entre los candidatos.
Restalia no se vende
Quien parece seguir resistiéndose a esta tendencia es el fundador de Restalia, la compañía propietaria de marcas como 100 Montaditos o The Good Burger. Hoy en día, es la única de las grandes que continúa en manos de su fundador, José María Fernández Capitán, quien sigue teniendo el 100% de la empresa. Tras casi veinticinco años desde su fundación, no ha hecho ni un solo guiño a su posible venta.
Está claro que los negocios de la restauración organizada son una de las apuestas favoritas de los fondos de inversión. Sin embargo, la moda de crear una marca para venderla puede ocasionar problemas en su rentabilidad al no contar con la autoridad y el expertise necesario para aguantar un cambio de manos que convierten a las compañías en centros financieros, y no en compañías de restauración.