El socio gestor de Mediapro, Jaume Roures, ha denunciado hoy en sede judicial una "actitud enfermiza" en forma de persecución contra él. El administrador del grupo audiovisual ha precisado que le sustrajeron cerca de 11.000 correos electrónicos con "información sensible" de la firma.
Lo ha dicho Roures en el juzgado de Lo Penal número 20 de Barcelona, donde ha declarado como testigo de la acusación particular contra dos directivos de la industria que están acusados de espiarle. Los hechos se remontan a los años 2009 y 2011, cuando se libró la llamada guerra del fútbol.
Dos directivos
En el banquillo se sientan como acusados el ex responsable de informática del grupo audiovisual, Robert Cama, y el directivo de la empresa Bonus Sport Marketing (BSM) vinculado al conglomerado Joan Carles Raventós.
El fiscal pide cuatro años de cárcel y 14.400 euros de multa para los dos enjuiciados, a los que relaciona con hasta tres años de espionaje de los correos electrónicos de Roures.
Señala a Sandro Rosell
Durante su declaración ante el juez, el compareciente ha confirmado que se cercioró del espionaje en octubre de 2011, cuando recibió un mensaje anónimo que incluía algunos correos.
Tras ello, tomó medidas de protección, se querelló contra los dos supuestos autores y trató de averiguar "qué papel jugaban en toda esta operación los representantes o miembros de la dirección del Barça".
Precisa una operativa: llegaban al FCB
Según él, uno de los acusados, Cama, accedió a los mails de Roures y los reenvió a Rosell y a Raventós, que trabajaba para Bonus, una mercantil fundada por el expresidente del FC Barcelona. El empresario ha destacado que era rival de Mediapro.
De hecho, inicialmente, Mediapro se querelló también contra Sandro Rosell, pero un juzgado de Primera Instancia y la Audiencia Provincial de Barcelona archivaron la causa. Queda vivo el procedimiento con los dos coacusados.
"Actitud enfermiza"
Siempre según Roures, los correos electrónicos intervenidos no eran solo de la disputa empresarial sobre los derechos televisivos del fútbol, sino también relativos a las elecciones al FC Barcelona.
Ello, en su opinión, "pone de manifiesto la actitud enfermiza de la parte que me espiaba. Yo no he vivido nunca en el mundo de los candidatos, pero es evidente que el que me espiaba y el que lo recibía lo consideraba de alcance importante".
"Buscaron algo que les beneficiara"
A colación de ello, el responsable del conglomerado audiovisual ha indicado la razón por la cual le espiaban. "Me parece evidente. Para ver si, entre comillas, descubren algo que les pueda beneficiar a ellos", ha aseverado.
¿Por qué? "Con la junta anterior están negociando un contrato, y el señor Raventós iba a formar parte de la campaña con Rosell. Si en estas comunicaciones apareciese algo impropio o si las cantidades que aparecían pudieran utilizarse para perjudicar a la junta...", ha apostillado.
Rosell sugiere chantaje
Durante el día de hoy también ha declarado el expresidente del FC Barcelona, que ha dado una versión diametralmente opuesta a la del testigo de la acusación. Rosell ha admitido que recibió a Jaume Roures en su despacho, y que éste le acusó de haberle espiado.
Después, el empresario audiovisual le espetó que "si le daba los derechos televisivos no le haría nada", ha deslizado Rosell en la misma sede judicial.