La llegada de capital inversor procedente del exterior a Cataluña ha vuelto a sufrir un considerable revés después de tres ejercicios consecutivos al alza que habían hecho posible recuperar en 2022 las cifras previas a la pandemia. El volumen de inversión extranjera en el territorio durante el primer semestre ha caído un 54,5% respecto al periodo comparable del pasado año.
Pero las cifras no sólo reflejan un frenazo más que notable respecto a 2022 sino que suponen un paso atrás hasta números de hace casi una década. En términos absolutos, la inversión exterior en Cataluña entre enero y junio totaliza 824 millones de euros, la cifra más reducida desde 2014.
Por debajo de 1.000 millones
De hecho, aquel año fue la última vez que Cataluña atrajo menos de 1.000 millones de inversión en los seis primeros meses del año. Por entonces, con una economía aún seriamente dañada por la crisis económica y un entorno sociopolítico crispado por la promoción de un referéndum ilegal de independencia por parte de la Generalitat liderada entonces por Artur Mas, la inversión extranjera se quedó en 512 millones de euros.
No obstante, incluso aquel año la aportación de Cataluña al conjunto del Estado en este capítulo fue superior a la que se ha consignado en la primera mitad de 2023. Por aquel entonces, la inversión llegada desde el exterior al territorio supuso el 9,2% del total de España; en cambio, ese peso se ha reducido hasta el 6,9% este año.
Descenso generalizado
La tendencia a la baja en cuanto a la inversión exterior ha sido generalizada en el conjunto del Estado, aunque en proporciones notablemente más moderadas que las que se han dado en Cataluña.
De acuerdo con las cifras de la Secretaría de Estado de Comercio, dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, hasta España llegaron inversiones por valor de 11.996 millones de euros entre enero y junio, un 26,6% menos que en el mismo periodo de 2022.
En el caso de la Comunidad de Madrid, que es el principal destino del capital procedente del extranjero, el retroceso respecto al dato de hace doce meses ha sido de algo más del 23%, hasta 7.579 millones de euros.
Pese a la caída, la región que alberga la capital de España sí ha sido capaz de mantener esta variable por encima de la que logró en la primera mitad de 2019, el año inmediatamente anterior a la aparición del coronavirus.
Efecto del 'procés'
Además, también ha conseguido elevar su aportación a la cifra correspondiente al conjunto del Estado, hasta el 63,2%, lo que se traduce en que cerca de dos de cada tres euros que se invierten en España desde el exterior tienen como destino la Comunidad de Madrid.
El frenazo en Cataluña ha sido de tal magnitud que supera incluso al sufrido en 2018, especialmente impactado por los acontecimientos en torno al procés, con la marcha masiva de las empresas y la suspensión del Gobierno de la Generalitat por la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Durante el primer semestre de aquel año, hasta Cataluña llegó un 37% menos de inversión que en los seis primeros meses del año anterior, un notable contraste con lo sucedido de manera global en España, con una cifra históricamente elevada que casi duplicó la obtenida en 2017.
No obstante, el descenso en Cataluña fue proporcionalmente inferior al que se ha dado en 2023 y, además, la cifra absoluta sí fue capaz de superar la barrera de los 1.000 millones, al situarse en 1.120, cerca de un 36% más que el volumen del comparable de este año.
Crecimiento débil
Los últimos datos sobre el desempeño de la economía catalana, publicados por Idescat, muestran un crecimiento en el segundo trimestre del 0,2% respecto al primero del año, un ritmo sensiblemente inferior al del conjunto del Estado (+0,4%), aunque por encima del de la Unión Europea, que se estancó en este periodo.
Las exportaciones siguen siendo el principal impulsor del PIB catalán, con un incremento que se ha aproximado a los dos dígitos y que ha paliado la notable desaceleración en el consumo de los hogares.